2 Tesalonicenses

Pablo hace una lista de los eventos más importantes que preceden la venida de Jesucristo. Estos acontecimientos cambiarán dramáticamente la libertad, estilo de vida, y seguridad de las personas en el futuro.

Excepto por su carta a Filemón, 2 Tesalonicenses es la epístola más corta de Pablo. Así como 1 Tesalonicenses, esta segunda epístola fue escrita desde Corinto.

¿Por qué escribió Pablo 2 Tesalonicenses?

Después de que Pablo se fuera de Tesalónica, él seguía muy preocupado por la constante persecución en contra de los fieles creyentes de esa área.

Otro serio problema era la suposición errónea de los miembros en Tesalónica, que creían que el Día del Señor ya había empezado, y que el Mesías aparecería pronto. Quizás, algunos de ellos usaban esta idea equivocada como una excusa, dejando su trabajo y molestando a otros miembros. Pablo describe a este grupo como desordenados y entrometidos (2 Tesalonicenses 3:11).

The Expositor’s Bible Commentary [Comentario de la Biblia de Expositor] (edición revisada), afirma que Pablo “escribió la segunda carta pocos meses después de que escribiera 1 Tesalonicenses. Por lo tanto, el fondo histórico de 2 Tesalonicenses es esencialmente el mismo que el de 1 Tesalonicenses, solamente con leves modificaciones. Mientras Pablo todavía estaba en Corinto (a principio de los 50), recibió noticias acerca del estado de la Iglesia en Tesalónica… El informe que recibió fue lo suficientemente importante como para convencerlo de escribir 2 Tesalonicenses”.

The New Unger’s Bible Handbook [El nuevo manual de la Biblia de Unger] señala que la razón para escribir esta carta “fue un malentendido entre los Tesalonicenses acerca de la venida de Cristo a los suyos (I Tesalonicenses 4:13-17), y el Día del Señor (I Tesalonicenses 5:1-10). Ya que estos creyentes estaban siendo perseguidos duramente, ellos erróneamente concluyeron que el Día del Señor ya había llegado (2:2). Pablo escribe para corregirlos acerca de esta creencia equivocada”.

Resumen de 2 Tesalonicenses

Capítulo 1

Tal como sucedió en la primera epístola a los Tesalonicenses, Pablo anima y consuela a los hermanos durante sus pruebas y tribulaciones no sólo como congregación sino individualmente.

Algunas de sus palabras de aliento a la Iglesia incluyen:

  •  “vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás” (v. 3).
  • “nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis” (v. 4).
  • Mostrándoles la recompensa final: “para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis” (v. 5). Además: “cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)” (v. 10).

Pablo oraba para que Dios los considerara dignos de su llamamiento, y “cumpla todo propósito de bondad y buena obra de fe con su poder” (vv. 11-12).

Capítulo 2

En los versículos 1-12 Pablo tuvo que aclarar este malentendido de que la venida de Cristo iba a ocurrir inmediatamente. Él fue enfático en decir que dos acontecimientos tenían que ocurrir antes de que Cristo regresara. Estos eventos son:

  1.  “sin que antes venga la apostasía” (v. 3).
  2. “y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (v. 3).

Pablo los animó a que estuvieran “firmes” y que retuvieran las enseñanzas que se les había enseñado (vv. 13-17).

Capítulo 3

Pablo los instó a que oraran por él y sus compañeros (vv. 1-2). Los tesalonicenses tenían la certeza de que “fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal” (v. 3). Al mismo tiempo expresó su confianza en que Dios los ayudaría a ser obedientes y a desarrollar “la paciencia de Cristo” (vv. 4-5).

Quizás como resultado de este malentendido de que Cristo aparecería pronto, algunos miembros habrían dejado de trabajar, y confiaban en la generosidad de otras personas para sostenerlos a ellos y a sus familias. Pablo condenó a estos individuos, y les dio estrictas instrucciones, afirmando que tal conducta desordenada era inaceptable. Él declaró que “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (v. 10).

Obviamente, Pablo estaba dirigiéndose a personas que eran capaces de trabajar, y no a aquellos que eran ancianos, estaban enfermos, o incapacitados para trabajar.

Él concluyó con una oración para que Dios les diera su paz, y su presencia estuviera siempre con ellos. Él terminó con una firma personal que autenticaba que esta era su carta (vv. 16-18).

“El hombre de pecado”

El contexto de 2 Tesalonicenses capítulo 2 muestra que este individuo es una figura religiosa. Por segunda vez Pabló les advirtió acerca del engaño religioso que él les había mencionado en su visita anterior (v. 5).

Veamos estos puntos importantes:

  • Cronología: El hombre de pecado aparecerá en escena justo antes de la venida de Cristo —ese hombre de iniquidad será destruido por “el resplandor de su venida” (v. 8).
  • El hombre de pecado será extremadamente arrogante: “el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (v. 4).
  • Este astuto impostor es controlado e influenciado por Satanás el diablo, y hará grandes milagros para engañar: “inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (v. 9).
  • El hombre de pecado es parte del “misterio de la iniquidad”, y él engañará a las personas con un “engaño de iniquidad” (vv. 7, 10), y por lo tanto se comportará de una manera abominable y malvada.
  • Él convencerá a las personas de rechazar las verdades de la Biblia, y en lugar de enseñar las verdades de la Palabra de Dios, las remplazará con mentiras (vv. 10-12).

Comparación de 2 Tesalonicenses 2 con Apocalipsis 13

Examinemos las semejanzas entre la segunda bestia (un falso profeta en los tiempos postreros) descrita en Apocalipsis 13:11-18, y el hombre de pecado descrito en 2 Tesalonicenses 2.

Apocalipsis 13:13-14: “También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia”.

2 Tesalonicenses 2:9-11: “inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira”.

Este falso profeta, junto con el líder político llamado la “bestia”, serán destruidos en el lago de fuego al regreso de Jesucristo (Apocalipsis 19:20; 2 Tesalonicenses 2:8). Inmediatamente después de estos eventos, Satanás será prendido y atado por mil años (Apocalipsis 20:1-3).

El gran impostor

Este gran impostor será guiado por Satanás, y usará su poder para hacer señales y milagros engañosos, e increíbles prodigios. ¡Sus acciones serán tan convincentes que millones caerán presa de sus poderes engañosos, e incluso lo considerarán Dios en la carne (2 Tesalonicenses 2:4)!

Pablo nos dice claramente que la mejor manera de escapar de este engaño futuro es recibiendo el amor a la verdad; y que esta verdad sea una parte importante en nuestra vida.En contexto, este hombre de pecado es una figura religiosa con gran influencia que se levantará justo antes del regreso de Jesucristo a la Tierra. Para aprender más acerca de este “hombre de pecado”, que también es llamado el Anticristo y falso profeta, lea el artículo “Anticristo”.

Como escapar del engaño que vendrá

¿Cómo podemos escapar de las mentiras de este impostor, que sabemos es influenciado por nuestro adversario, Satanás el diablo? La Palabra de Dios nos da la respuesta.

Aquellos que son engañados y condenados “no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2 Tesalonicenses 2:12, énfasis añadido). Pablo nos dice claramente que la mejor manera de escapar de este engaño futuro es recibiendo el amor a la verdad; y que esta verdad sea una parte importante en nuestra vida. (Vea nuestro artículo “¿Qué es la verdad?”.)

Pablo continúa: “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina [la verdad] que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,
conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra” (vv. 15-17, énfasis añadido).

Tomemos esta advertencia seriamente

Estos versículos deberían ser una advertencia seria para todos nosotros. Es de vital importancia que cada uno de nosotros nos aseguremos de estar firmes, y sólidamente anclados en las verdades de la Palabra de Dios. De esta manera, tendremos el carácter espiritual basado en nuestras creencias, para resistir firmemente cuando el gran engaño comience. Nuestra vida eterna depende de nuestra habilidad de creer en las verdades de Dios y no las mentiras de Satanás.

Estas advertencias proféticas no son amenazas para tomar a la ligera, sino que son eventos que probablemente ocurran en la vida de muchos de los lectores de este artículo.

Actúe ahora y aproveche esta oportunidad

Lo que más deseaba Pablo era que los Tesalonicenses pudieran aparecer “delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida” (1 Tesalonicenses 2:19, énfasis añadido). Cuando Jesucristo: “venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder” (2 Tesalonicenses 1:10-11).

Tomemos la decisión de actuar según las verdades de Dios mientras haya oportunidad. Que no se tenga que decir que por nuestra negligencia perdimos el más grande regalo que se ha ofrecido a la humanidad. Recuerde estas palabras: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3:11).

¡Qué maravillosa oportunidad y gran galardón se nos ha ofrecido!

Lea más acerca de Pablo y sus cartas en la sección “Las epístolas de Pablo”.

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