Versiculos Para Meditar

El Eterno, roca mía y castillo mío

Salmo 18:1-2  

Al músico principal. Salmo de David, siervo del Eterno, el cual dirigió al Eterno las palabras de este cántico el día que le libró el Eterno de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Te amo, oh Eterno, fortaleza mía. Eterno, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

El encabezado antes del versículo 1 describe el escenario en el que fue compuesto este salmo de David, el cual también está registrado en 2 Samuel 22. “Este cántico fue compuesto cuando Dios libró a David de la mano de Saúl en la época en que estaba en áreas desérticas. Tal vez un incidente como el que está registrado en 1 Samuel 23:24-28 fue la causa de que David escribiera este ‘cántico de testimonio’” (Biblia de Estudio NKJV, anotación acerca de 2 Samuel 22:1).

David describe el poder y fidelidad de Dios cuando se estaba escondiendo en el área rural y la coraza que él usó.

“David llama a Dios mí roca y mi castillo.… Los dos epítetos aluden a las características naturales de Palestina, donde las rocas escarpadas y casi inaccesibles dan protección al fugitivo, como David había hallado frecuentemente en el tiempo en que Saúl estuvo persiguiéndolo (1 Samuel 24:23; 22:5). Pero mientras David se refugió en las rocas, él puso su esperanza no en su inaccesibilidad, sino en Dios el Señor, la roca espiritual eterna” (Comentario de Keil-Delitzsch, anotación acerca de Samuel 22).

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