Versiculos Para Meditar

Errores secretos y pecados hechos con soberbia

Salmo 19:12-13  

¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.

Como cubrimos previamente (Salmo 19:7-9; 10-11), en este salmo David alaba a Dios por la ley buena y llena de beneficios que Él nos ha dado. Sin la ley, no entenderíamos la causa de las bendiciones (obedecer la ley de Dios) y la causa del sufrimiento y la muerte (pecado —desobediencia a las leyes de Dios; Deuteronomio 28:1-2, 15). La ley de Dios muestra lo que es el pecado (Romanos 7:7; 1 Juan 3:4). Mirar en la ley nos ayuda a vernos a nosotros mismos y lo que necesitamos cambiar (Santiago 1:23-25). (Desde luego, algunas veces las bendiciones por obediencia y las maldiciones por desobediencia se retrasan en este mundo bajo el dominio de Satanás. Lea más acerca de esto en nuestros artículos “Cuando la vida no tiene sentido”, “Si la vida es un juego, ¿es un juego justo?” y “¿Por qué estoy sufriendo?”) La ley de Dios muestra lo que es pecado (Romanos 7:7; 1 Juan 3:4). Mirar en la ley nos ayuda a vernos a nosotros mismos y qué necesitamos cambiar (Santiago 1:23-25).

Aun así, David entendió que nosotros tenemos puntos ciegos. Nosotros no podemos reconocer algunos pecados en nuestra propia vida, pero eso no significa que sean secretos para Dios. Pedirle a Dios que nos limpie de pecados secretos implica más que sólo pedirle que nos perdone. Necesitamos que Dios nos los revele para que nosotros podamos comprometernos a cambiar y buscar su ayuda para vencer estos pecados.

David también oró acerca de evitar pecados hechos con soberbia, los cuales son llamados grandes transgresiones porque ningún sacrificio era aceptado por ellos (Números 15:28-31). Todos nosotros pecamos de manera no intencional, pero ay de los que pecan con soberbia —“‘con soberbia’, con desdén por la voluntad y obra de Dios’” (Biblia de Estudio NKJV, nota acerca de Números 15:30-31).

Si desea más información, vea nuestros artículos “¿Qué es el pecado?” y “El pecado imperdonable: ¿Cuál es?”.