De la edición Noviembre/Diciembre 2015 de la revista Discernir

¿Existe Dios? Prueba 1: el origen del universo

Dios dice que Él creó el universo. Los materialistas científicos dicen que éste llegó a existir por medios naturales físicos. ¿Quién tiene la razón? ¿Y cuál es la evidencia?

Cuando usted mira el cielo en una noche estrellada, puede ver el mismo universo que veían los antiguos astrónomos. Aun las pocas miles de estrellas visibles a simple vista pueden provocar asombro y maravilla (Salmo 8:3-4).

Ahora, con las herramientas de la astronomía moderna, los científicos de hoy ven un universo inimaginable un siglo atrás. Si bien la extensión total del universo permanece desconocida, los astrónomos la han definido como miles de millones de años luz. En este universo conocido, puede haber cerca de 10 sextillones (un 1 seguido de 22 ceros) de estrellas.

El tamaño de algunas de estas estrellas es también absolutamente increíble. Nuestro Sol es enorme según nuestra perspectiva —cerca de 109 veces el diámetro de la Tierra. Sin embargo, algunas estrellas pueden tener más de 1.500 veces ese diámetro. Semejante estrella, puesta en el centro de nuestro sistema solar, se extendería más allá de la órbita de Júpiter.

¡El universo es muchísimo más asombroso de lo que los antiguos se pudieron haber imaginado!!

Una explosión de conocimiento

Una explosión de conocimiento comenzó cerca de cientos de años atrás con el desarrollo de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, concerniente al espacio, tiempo y gravedad. Durante ese mismo período, la construcción de telescopios más grandes les permitió a los astrónomos buscar más profundamente en el espacio.

En 1929, Edwin Hubble utilizó estas herramientas para determinar que el universo no es estático sino que se está expandiendo. Avances posteriores fueron impulsados por una nueva instrumentación, pruebas de espacio más profundas y telescopios que orbitan y pueden detectar señales a través de todo el espectro de las longitudes de onda.

Este conocimiento ha conducido al desarrollo del modelo teórico generalmente aceptado para el comienzo y el crecimiento del universo. Este modelo es llamado como la teoría inflacionaria caliente del Big Bang o simplemente la Teoría del Big Bang.

Esta teoría es consistente con observaciones y medidas que se están llevando a cabo actualmente del universo observable. Pero como veremos, esto no explica realmente cómo se pudo haber formado el universo por medios totalmente naturales. Pues la teoría requiere que aceptemos ciertas premisas fuera del rango de las leyes conocidas de la Física.

¿Podría ser explicado el origen del universo por medios puramente físicos?

La otra alternativa es aceptar que nuestro asombroso universo tiene que haber tenido un Creador y que este Creador tiene que haber tenido un poder inmenso inimaginable.

¿Cómo podemos saber cuál alternativa es la verdadera?

¿Puede usted probar que Dios es el Creador?

Muchas personas religiosas creen en Dios, pero nunca han probado su existencia. Cuando las personas son cuestionadas acerca de las razones de su creencia en Dios, las respuestas típicas son con mucha frecuencia más emocionales que racionales. Entre estas respuestas tenemos las siguientes:

  • “Es lo que mis padres me enseñaron”.

  • “Le da sentido a mi vida”.

  • “Es lo que mi iglesia enseña”.

  • “No quiero quemarme en el infierno”.

Pero Dios quiere que nuestra creencia en Él esté basada en una evidencia sólida, y Él nos desafía a que hagamos esto. “Examinadlo todo, retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21; vea también Romanos 1:20).

Este artículo es el primero de una serie que le ayudará a responder este desafío, examinando algo de la evidencia física de la existencia de Dios. Un buen lugar para empezar es el comienzo —el origen del universo. ¿Cuál es la evidencia de Dios como Creador del universo?

Lo que la Teoría del Big Bang no puede explicar

Las implicaciones de la Teoría del Big Bang son asombrosas. Para creerla, sin embargo, necesitamos aceptar ciertas suposiciones que están por fuera de las leyes de la naturaleza y la física. Estas suposiciones realmente respaldan la existencia de un Dios Creador todopoderoso.

Primero, la Teoría del Big Bang y la evidencia científica detrás de ésta implican que el espacio, el tiempo y el universo, como un todo, tuvo un principio. Todo lo que tiene un principio debe tener una causa. ¿Cuál fue esta primera causa?

Segundo, la Teoría del Big Bang está basada en la premisa de que algo (todo el universo) súbitamente llegó a existir a partir de la nada. ¿Cómo podría pasar esto?

Tercero, de acuerdo con la Teoría del Big Bang, al principio toda la materia y la energía en el universo entero estaban comprimidas en un punto infinitesimalmente pequeño a una temperatura y densidad casi infinitas. ¿De dónde provino “esta semilla”, y qué fuerza la mantuvo unida al principio y después la liberó?

Cuarta, otra suposición —inflación— fue introducida para lograr que los datos observados coincidieran con la teoría. La premisa fue que la inflación ocurrió en la primera billonésima de segundo después del bang. Esta inflación hizo que el minúsculo universo incrementara su tamaño hasta tal vez aproximadamente 50 por ciento de su tamaño actual. Esta idea desafía todas las leyes conocidas de la Física, pero permite a la teoría ser consistente con el universo tal como lo vemos en la actualidad..

La pregunta sin responder es: ¿qué hizo que esta súbita inflación ocurriera?

La Teoría del Big Bang nos pide que tan solo aceptemos estas suposiciones. Las objeciones que surgen acerca de estas preguntas sin respuestas son típicamente descartadas afirmando que debe haber leyes naturales que lo expliquen todo, pero que todavía no han sido descubiertas. Esta respuesta hace que surja la pregunta acerca de quién está ejerciendo más fe en sus creencias. ¿Los científicos? ¿O aquellos que creen en Dios como el Creador?

Dios afirma que es el Creador

Los científicos comienzan con la premisa fundamental de que sólo los procesos naturales y las secuencias de eventos consistentes con leyes naturales deben ser considerados. Como tal, la idea de Dios creando el universo es descartada como una posibilidad desde el principio.

Pero luego ellos presentan su teoría —la teoría inflacionaria caliente del Big Bang— que no es consistente con las leyes naturales. La descripción de este primer instante de inflación no puede ser explicada por las leyes del universo.

Dios enfrenta este tema al señalar que la evidencia física de la creación comprueba que Él es Dios. “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20, énfasis añadido).

El ingrediente que falta en la Teoría del Big Bang es la fuente de poder.El ingrediente que falta en la Teoría del Big Bang es la fuente de poder —una fuente más allá de cualquier ley física, una fuente más allá de nuestra imaginación. El Dios de la Biblia afirma que Él es el Creador del universo. ¿Puede alguien más que el Todopoderoso Dios cumplir las premisas sobre las que está basada la Teoría del Big Bang?

Las primeras palabras de la Biblia son: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Pero la escritura no define cuán lejos en el tiempo fue este comienzo. La evidencia científica sugiere que fueron miles de millones de años atrás y la Biblia no está en desacuerdo (vea el artículo de VidaEsperanzayVerdad, “La teoría de la brecha”, si desea una explicación más profunda).

Una declaración similar de Dios como el Creador, la encontramos en otras escrituras también. Por ejemplo: “Por la palabra del Eterno fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Salmo 33:6). Esta escritura tal vez sugiere poéticamente la inflación y la expansión del universo como parte de la creación, así como también lo hace Isaías 40:22: “Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar”.

Notemos el énfasis en el poder de Dios, unos versículos después: “¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis?, dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio” (Isaías 40:25-26).

Este poder para crear también está enfatizado en Apocalipsis 4:11: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por su voluntad existen y fueron creadas”.

El comienzo del tiempo

La ciencia está de acuerdo con la Biblia en la idea de que el tiempo tiene un comienzo. Pablo, al referirse a la promesa que Dios ha hecho de la vida eterna, escribió: “En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos” (Tito 1:2).

Este corto artículo ha rozado únicamente la superficie de este tema tan extenso. Hay abundante evidencia física de que la creación del universo fue un evento supernatural. Los descubrimientos de los científicos y las teorías apuntan a un mecanismo de creación que no puede ser explicado por leyes físicas.

Solamente un Todopoderoso Dios podría crear algo de la nada, constreñir la energía del universo en la palma de la mano, liberar esta energía e inflarla en un instante hasta casi el tamaño de lo que hoy llamamos el universo.

La creación de este milagroso universo es solo la primera de muchas pruebas de la existencia de Dios. La próxima vez exploraremos la segunda prueba: el diseño que se encuentra en el universo. ¿Podría haber ocurrido sin un diseñador?

Si desea saber más acerca de la creación como prueba de Dios, puede leer nuestros artículos en VidaEsperanzayVerdad: “La creación exige un Creador”, “¿Requiere de un milagro la Teoría del Big Bang?”, y “¿Es Dios realmente el Creador?

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