El nombre sagrado de Dios: ¿existe solamente uno?

Algunas personas piensan que Dios tiene un nombre sagrado específico, pero ¿es esto cierto? Muchos de quienes lo creen parecen haber sido influenciados por lo que se conoce como el “Movimiento del nombre sagrado”.

Durante su famoso encuentro con Dios en el episodio de la zarza ardiente, Moisés hizo una pregunta muy interesante: “He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?” (Éxodo 3:13).

En el versículo 14, Dios le dijo su nombre era “YO SOY”, lo cual Moisés probablemente no comprendió en un principio. Este nombre nos habla de la naturaleza eterna de Dios, quien no fue creado por nada ni nadie —quien existe por sí mismo, como bien se ha entendido a partir de este nombre.

Más adelante, Dios revela otro de sus nombres: YHWH (v. 15). Ésta es la transliteración más aceptada de las cuatro consonantes hebreas originales, el cual sería utilizado por los israelitas desde entonces. En la actualidad, este nombre comúnmente se pronuncia como “Yahvéh”, pero dado que no hay registro de las vocales hebreas originales, su verdadera pronunciación se desconoce. En este mismo versículo, Dios enfatiza la importancia de este nombre diciendo: “Éste es mi nombre para siempre”.

En el mundo académico, estas cuatro letras hebreas YHWH son conocidas como el “tetragramatón”, palabra proveniente del griego tetra (“cuatro”) y grammaton (“letras”).

Movimiento del nombre sagrado

El Movimiento del nombre sagrado se originó a partir de la organización religiosa “Asamblea de Yahvéh” en los años 30. Sus adherentes sostienen que el único nombre sagrado de Jesús es “Yeshua”, otra de las transliteraciones aceptadas para el nombre hebreo en el Antiguo Testamento.

Poco después del inicio del movimiento, el uso de este nombre se popularizó gracias a Clarence Orvil Dodd, quien antes había pertenecido a la Iglesia de Dios del Séptimo Día.

Claramente, el deseo de ser fiel al honrar el nombre de Dios es algo bueno y admirable. Pero las Escrituras nos dicen que la manera de honrar —o deshonrar— el nombre de Dios es con nuestras actitudes y conductas, no simplemente llamando a Dios por su nombre hebreo (o alguno de ellos en especial, pues el Antiguo Testamento menciona varios nombres diferentes de Dios). Es por esto que Levítico 20:1-3, por ejemplo, describe a los israelitas —que sacrificaban sus hijos al dios pagano Moloc— como profanadores del nombre de Dios debido a su pecado.

¿Qué nos dice la Biblia?

En la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial —que auspicia este sitio web— creemos que un estudio minucioso de las Escrituras comprueba que no existe un único nombre “correcto” para Dios el Padre y Jesucristo. Éstas son ocho de las razones que respaldan nuestra postura:

  • “Padre nuestro que estás en los cielos”. Cristo inicia la oración modelo (comúnmente conocida como “el Padre nuestro”) con una manera perfectamente aceptable de dirigirse a Dios (Mateo 6:9). La palabra griega que utiliza y se traduce como “Padre” es Pater, no YHWH. Además, cabe mencionar que, si bien Cristo dijo “santificado sea tu nombre”, nunca utilizó el nombre YHWH explícitamente en esta oración. Por lo tanto, no es un requisito dirigirnos a Dios como YHWH en nuestras oraciones.
  • “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Éstos son los únicos nombres que Cristo les ordenó utilizar a sus discípulos cuando bautizaran a alguien (Mateo 28:19). Y, una vez más, no menciona el nombre YHWH para referirse a Dios, ni vemos que las Escrituras nos exijan utilizarlo luego de nuestra conversión.
  • Ausencia en el Nuevo Testamento. Eventualmente, el evangelio se extendió por todo el Imperio Romano, llegando a ciudades cuya lengua oficial era griego. Debido a esto, el Nuevo Testamento fue escrito en ese idioma y la palabra ahí traducida como “Señor” es el griego Kurios, no el hebreo YHWH. Mateo 22:44, por ejemplo, dice: “Dijo el Señor [Kurios] a mi Señor: siéntate a mi derecha”. Aquí Cristo cita el Salmos 110:1, donde la palabra traducida como “Señor” sí es YHWH. Pero como vemos, Dios no ordenó que se utilizara el nombre hebreo en el texto del Nuevo Testamento.
  • Confusión sobre el nombre de Dios. Si no conocemos las vocales originales, ¿se pronunciará Yahvéh, o Jehová, o Yehovah? Distintos movimientos del nombre sagrado opinan diferente. Si esto fuera tan importante para Dios, ¿no lo habría aclarado Él mismo? Sí, lo habría hecho; “Dios no es Dios de confusión” (1 Corintios 14:33).
  • Cristo es la Roca. En 1 Corintios 10:3, el apóstol Pablo nos habla de “la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo”. Por otro lado, en Juan 8:58, Cristo se refiere a sí mismo como “YO SOY”, lo cual comprueba su preexistencia —como YO SOY y como la Roca— y además lo relaciona al nombre especial de Dios en el Antiguo Testamento, YHWH.

Juan 1:18 nos da más detalles de esto cuando dice que “A Dios [el Padre] nadie le vio jamás” (consulte también 1 Juan 4:12), lo cual puede parecer extraño si recordamos que Moisés vio a Dios varias veces, como sucedió en Éxodo 33:18-32. Pero, en realidad, Moisés nunca vio a Dios el Padre, sino al preexistente Jesucristo, la Roca. Por lo tanto, Cristo y Dios el Padre comparten el nombre YHWH (Salmos 110:1), y no es un nombre reservado exclusivamente para el Padre.

  • YHWH no significa “YO SOY”. Muchos piensan que el nombre “YO SOY” de Éxodo 3:14 proviene del hebreo YHWH, pero ¿es realmente así? De hecho no. El “YO SOY” del versículo 14 proviene de EHYEH (la ortografía varía de una fuente hebrea a otra). Cuando Dios reveló su nombre, utilizó este término, que significa “YO SOY”. Cuando su pueblo lo llama Yahvéh, están diciendo “Él es”.
  • “En mi nombre JEHOVÁ [YHWH] no me di a conocer a ellos”. Como leemos en Éxodo 6:3, antes de revelar el nombre YHWH, Dios era conocido con otro de sus nombres, “Dios Omnipotente (El Shaddai).

Entonces, ¿por qué encontramos pasajes bíblicos anteriores donde también se utiliza YHWH? Moisés, por ejemplo, lo empleó en otros capítulos de Éxodo que narran eventos previos al momento en que Dios le revelara este nombre (Éxodo 3:4, 7). Esto se debe a una edición de nombres realizada por el autor mismo, en este caso Moisés, quien escribió los primeros cinco libros de la Biblia. Moisés en realidad escribió acerca de estos eventos mucho después de que estos ocurrieran, por lo que utilizó términos actualizados que no existían cuando los eventos pasaron.

Otro ejemplo de esto es Génesis 2:13, donde se habla de la tierra de Cus, nombrada así en honor al nieto de Noé, aunque Adán era el único hombre en la tierra en la época que este pasaje relata. Esto es lo mismo que sucede con el nombre YHWH, el cual Moisés usó en su recuento de eventos anteriores por inspiración de Dios. Pero Dios nunca ordenó que se usase este nombre antes de ser revelado.

  • Lenguaje original de los manuscritos del Nuevo Testamento. ¿Fueron los manuscritos del Nuevo Testamento escritos en arameo o hebreo antes de ser destruidos en una conspiración para validar los griegos? Al menos esto es lo que se preguntan quienes creen en un único nombre sagrado de Dios.

Sin embargo, aunque los autores del Nuevo Testamento eran de origen arameo/hebreo la evidencia indica que los manuscritos originales fueron escritos en griego. El Nuevo diccionario de la Biblia nos dice que “Marcos está escrito en el griego popular…Mateo y Lucas utilizan el texto de Marcos, pero cada uno…cambia su estilo…el griego de Juan…parece ser…escrito por alguien cuya lengua y manera de pensar nativas son aremeas.

“…Pablo escribe en un griego forzado… Santiago y 1 Pedro tienen un estilo más cercano al clásico… Judas y 2 Pedro exhiben un griego muy intrincado y complejo… Entonces, el griego del NT, a pesar de describir escenarios y personajes esencialmente semíticos en algunas partes, sigue siendo griego en cuanto a gramática, sintaxis e incluso estilo” (tercera edición, “Lenguaje del Nuevo Testamento”; énfasis añadido).

En resumen, el Nuevo Testamento fue escrito en griego y los nombres de Dios que se incluyen allí, son griegos también.

Los puntos anteriores explican algunas de las razones por las cuales evitamos restringir los nombres de Dios el Padre y Jesucristo a nombres hebreos como Yahvéh o Yeshua, respectivamente.

Otros nombres de Dios

En la Biblia también encontramos otros nombres de Dios el Padre y Jesucristo, tales como:

  • “Jehová, cuyo nombre es Celoso” (Éxodo 34:14; énfasis añadido).
  • “Jehová, cuyo nombre es Dios [Elohim] de los ejércitos” (Amós 5:27; énfasis añadido).
  • “El varón cuyo nombre es el Renuevo” (Zacarías 6:12; énfasis añadido).

Como vemos, estos son descritos como nombres, no tan solo títulos.

Además, Salmos 68:4 utiliza una variación de YHWH, que es YAH. Y esta palabra corresponde a la última parte de la palabra hebrea aleluya, empleada en el Nuevo Testamento (Apocalipsis 19:1-6).

Apocalipsis 19:13 también nos dice que “su nombre [onoma] es: EL VERBO DE DIOS”. Y en el versículo 16 vemos que “en su muslo tiene escrito este nombre [onoma]: REY DE REYES Y SEÑOR [Kurios] DE SEÑORES”. El nombre hebreo de Cristo, Yeshua, no se menciona en el último libro de la Biblia. Por lo tanto, es claro que, como leemos en 2 Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios” —incluyendo los nombres griegos para referirse a Él que encontramos en la Biblia.

Honrar el nombre de Dios

En Juan 17:6 leemos: “He manifestado tu nombre [onoma] a los hombres que del mundo me diste…y han guardado tu palabra” (énfasis añadido). Obviamente es bueno alabar el nombre de Dios explícitamente. Pero también podemos honrar su “nombre”, i.e. lo que Él representa, con nuestro comportamiento. Debemos enfocarnos en vivir según su voluntad, lo cual no requiere que nos dirijamos a Dios con algún nombre en particular.

Otro dato interesante es que el nombre YHWH también está ausente en tres libros enteros del Antiguo Testamento: Ester, Eclesiastés y Cantar de Cantares. Pero, aun así, estos libros claramente alaban el nombre de Dios, porque muestran un comportamiento que está de acuerdo con su voluntad.

Si desea más información acerca de la Iglesia de Dios, una asociación mundial, le invitamos a explorar la sección “Quiénes somos”.

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