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Hablando de... Vida, Esperanza y Verdad

Meditad en vuestros caminos

¿Ha sentido usted que algunos de sus proyectos han quedado inconclusos?

¿Ha sentido usted alguna vez que el dinero que gana no le alcanza y que pareciera ser recibido en una bolsa rota?

Todos nosotros hemos pasado tiempos difíciles, sean estos de salud, laborales, económicos, familiares o en diferentes ámbitos.

Pero seamos honestos. Muchos de los problemas que hemos vivido o estamos viviendo tienen como origen nuestras propias decisiones.

Hay un libro en la Biblia, escrito hace más de 2.500 años por un profeta de nombre Hageo. Dios utilizó a ese hombre para dar un mensaje al pueblo judío que había regresado a Jerusalén después del cautiverio con el propósito de recomenzar la construcción del templo. Dios por medio del profeta, hizo reflexionar a los destinatarios de su mensaje con las siguientes palabras: “Meditad en vuestros corazones, desde este día en adelante”. El mensaje de Dios surtió efecto y el pueblo reconstruyó el templo. Este mensaje es aplicable también a nosotros hoy día.

El primer paso para comenzar a hacer cambios concretos es descubrir dónde está la raíz del problema. La meditación nos ayuda a ese propósito y permite hacer una evaluación de los resultados de nuestras decisiones y de nuestras conductas.

¿Qué es la meditación? El diccionario de la real academia española define de la siguiente manera: es el acto de “pensar atenta y detenidamente sobre algo”.  Si nuestro problema actual es la falta de salud, problemas laborales, económicos, familiares o cualquier otra dificultad; debemos detenernos y “meditar en nuestros corazones” atenta y detenidamente acerca del porqué de esta situación.

El pueblo judío que había salido de la cautividad y regresó a Jerusalén, tomó el consejo de Dios por medio de Hageo, hicieron el ejercicio de “pensar atenta y detenidamente” sobre su condición de entonces. Con ese simple ejercicio, lograron descubrir que la raíz de sus problemas era el distanciamiento con el Creador del Universo, establecieron sus prioridades en orden, se fijaron como objetivo reconstruir el templo, se organizaron y pusieron manos a la obra.

De la misma manera, cuando nos vemos enfrentados a dificultades en nuestra vida, sigamos el consejo de Dios por medio de Hageo: “Meditad en vuestros corazones, desde este día en adelante”, pongamos nuestras prioridades en orden, elaboremos un plan de trabajo, organicémonos y pongamos manos a la obra.

Si se le hace difícil poder descubrir el origen de sus problemas, en nuestro sitio en internet podrá encontrar muchos artículos basados en los consejos de Dios, que le serán de utilidad para comenzar a hacer los cambios necesarios en su vida personal.

Para Vida, Esperanza y Verdad, les habló Jaime Guíñez