Vida, Esperanza y Verdad

Estados Unidos, las drogas y la decadencia moral

Recientemente el presidente Donald Trump recordó a su hermano alcohólico fallecido y aseguró que el futuro muro fronterizo con México frenará la entrada de drogas.

Este jueves 26 de octubre, el presidente Donald Trump declaró al uso de las drogas como una emergencia sanitaria pública para Estados Unidos. Entre otras medidas, ahora se facilita el acceso a medicamentos contra la adicción. Al anunciar la medida, el presidente Trump fue fiel a su discurso y señaló a México como importante fuente del problema debido a la entrada de drogas por la frontera terrestre. Aprovechó el discurso para recordar a su hermano Fred, quien murió alcohólico.

Lo que en Estados Unidos llaman ya epidemia, es una crisis de consumo de drogas, sobre todo la heroína, que fue agravándose más fuertemente a partir del año 2012 y tiene a toda la plana política desconcertada. Según los datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, el abuso de estupefacientes mató a 64.000 estadounidenses tan solo el año pasado. El fenómeno afecta a zonas rurales y urbanas sin excepción, como así también a diferentes clases sociales.

"Esta epidemia es ya una emergencia de salud pública", dijo el señor Trump en la Casa Blanca, al formalizar la declaración. El presidente calificó de "crucial" este paso y reclamó a todos los gobiernos y a las agencias públicas involucradas que pongan en marcha cuanto antes todos los recursos a su alcance para acabar con esta lacra.

Donald Trump, quien no bebe, habló de su hermano Fred: "Tenía una personalidad mejor que la mía, pero tenía un problema con el alcohol, tuvo una vida muy, muy dura". Añadió que él trató de persuadirle a no beber, sin éxito. También sacó a colación un tema tan espinoso como su proyecto de construir un muro de separación con México y aseguró que esto ayudará a combatir la entrada de drogas a Estados Unidos. Dijo que los cárteles mexicanos son los principales proveedores de todo tipo de drogas.

También, muchas muertes están relacionadas con la prescripción indebida de medicamentos tipo drogas. Tan sólo en el año 2016 hubo 216 millones de recetas con uso de derivados sintéticos de drogas. Más de un millón de ciudadanos tomó heroína el año pasado y 11 millones abusaron de drogas prescritas por los médicos. Ahora el Departamento de Salud tendrá que trabajar fuertemente en cómo direccionar esta emergencia sanitaria. Esta declaración oficial permite suavizar algunas regulaciones, flexibiliza el uso que los Estados pueden hacer de los fondos federales y permite priorizar recursos.

El gobierno del presidente Trump trabajará con el Congreso para financiar al fondo de Emergencia de Salud Pública y para aumentar los recursos en los presupuestos de fin de año que se negocian actualmente en el Capitolio.

La situación de emergencia oficial está prevista inicialmente para un periodo de 90 días, pero se puede ampliar. Tendrá efectos inmediatos en lugares como los montes Apalaches, donde, a su paso por Virginia, se han disparado las muertes por sobredosis.

En su informe anual, presentado esta semana, la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) dijo: entre 2010 y 2015 las muertes relacionadas con sobredosis por heroína se cuadruplicaron. Esa cifra, dice la entidad pública, puede ser en realidad un 30 por ciento superior, ya que la heroína se metaboliza en morfina en los cuerpos con mucha rapidez y eso dificulta determinar la sustancia en los análisis forenses.

¿Serán estas medidas del presidente Trump suficientes para comenzar a resolver el problema de las drogas?

Como dijimos, a partir del 2010 el número de muertes por sobredosis que involucran opioides (drogas) se ha cuadriplicado. Entre 2000 y 2015, más de 500.000 personas murieron por sobredosis. Las cifras publicadas recientemente por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos revelaron que sólo en 2016 alrededor de 64.000 personas murieron por una sobredosis. Tristemente podemos ver que los fallecimientos por sobredosis están aumentando de manera progresiva.

Rafael Lemaitre, exdirector de comunicaciones de la Oficina de Política de Drogas de la Casa Blanca bajo la presidencia de Barack Obama, indicó que si bien este paso decretado por el presidente Trump es importante "no es una solución milagrosa para la crisis de los opiáceos". 

El hecho de que Estados Unidos haya declarado una crisis de estas características al poco andar de un nuevo gobierno —el del presidente Trump—, es una muestra grave de la profunda decadencia moral que existe hoy en el país, y que le está creando graves crisis de salud, enfermedades asociadas y altísimos costos para poder controlar esta fuerte situación con las drogas.

Estos altos costos en que Estados Unidos tiene que incurrir, se suman a los ya desembolsados, producto de los efectos del paso de los recientes huracanes y la grave crisis nuclear que está enfrentando contra Corea del Norte.

Deuteronomio 28:43-44 nos recuerda parte de las graves consecuencias por desobedecer al Dios de Abraham, Isaac y Jacob: “El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tu serás por cola”.

De esta manera Estados Unidos se sigue debilitando económicamente y va en sentido contrario a las promesas de campaña del actual presidente Trump: el hacer de Estados Unidos una gran potencia mundial otra vez.

El resultado de estas crisis de drogadicción y de otros tipos, llevará a este país a perder cada vez más su liderazgo económico y político sobre el mundo, de tal manera que en breve serán otros países los nuevos líderes mundiales quienes estarán en la escena del desarrollo de las últimas profecías antes del retorno de Jesucristo a esta Tierra.

Si desea conocer más acerca del futuro que le espera a esta gran nación de Estados Unidos, no deje de leer los artículos de www.vidaesperanzayverdad.org titulados: “Estados Unidos en profecía” y “Qué le va a suceder a Estados Unidos”.

Acerca del autor

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal nació y vive en la ciudad de Santiago en Chile. Es casado con Vanesa Navarrete desde el año 2004. Tienen dos hijos varones, Sebastián y Tomás.

Sus padres llegaron a la Iglesia de Dios en el año 1975 cuando él tenía 3 años. La guía y ejemplo de ellos le sirvieron de fundamento para vivir esta vida con sentido y preparación para la nueva vida en el Reino de Dios.

Aprender a confiar y sostenerse en Dios cada día, como viendo al invisible, se ha convertido en su convicción más profunda. Mirando hacia atrás, y ver todas las experiencias que ha tenido en la vida, difíciles o no, han sido muy necesarias en la vida de Sergio y forman parte del propósito que Dios ha trazado para su vida.

Ha participado de los Clubes de Oratoria y Graduados desde el año 1986 hasta el presente. En el año 2019 fue ordenado diácono.

Sus hobbies son estar con la familia, escuchar buena música y cantar en el coro de su congregación.

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