Guerras y rumores de guerras

Kim Jong-un. KCNA (REUTERS) / EFE
En un informe presentado hace unas semanas por una agencia nuclear, se estimó que Corea del Norte está intensificando sus intentos por mostrar al mundo su armamento nuclear y sus misiles balísticos de largo alcance. Con esto quiere reducir el intento de varias naciones de derrocar el régimen de Kim Jong-un. En este sentido, Corea del Norte ya ha anunciado su sexta prueba nuclear. Además, con esto quiere “darle la bienvenida” al presidente Trump en lo que se interpretaría como un franco y rotundo desafío.

Recordemos que Corea del Norte ha efectuado ya dos pruebas nucleares en los últimos doce meses, provocando temor en el mundo occidental ante estos avances nucleares. Sin embargo, hasta el momento no se ha podido concretar con éxito el lanzamiento de un misil de largo alcance con la capacidad de cargar una ojiva nuclear.

No obstante, los expertos estiman que a Corea del Norte le podría tomar menos de cinco años el poder lanzar un misil nuclear de largo alcance que amenace literalmente con la destrucción de ciudades en Estados Unidos. La realidad es que Corea del Norte está siendo una amenaza para el mundo occidental y para la estabilidad de Estados Unidos, por lo que Donald Trump tendrá que encontrar las vías para eliminar las pruebas nucleares y de misiles de Norcorea.

El temor de que Pyongyang pueda realizar una prueba nuclear el próximo mes se debe a que en Corea del Norte se celebran dos aniversarios destacados: el cumpleaños del líder norcoreano, Kim Jong-un; y el cumpleaños de su difunto padre, Kim Jong-Il.

De llevarse a cabo la prueba nuclear con un misil de largo alcance, se desatarían mayores confrontaciones entre países y se afectarían las relaciones entre Corea del Sur, China, Rusia, Estados Unidos y Corea del Norte. La estabilidad política en la Península Coreana estaría en riesgo y nos acercaríamos más a un escenario profético del que Jesucristo habló a sus discípulos. Jesucristo dijo: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin” (Mateo 24:6).

Por lo pronto, Pyongyang asegura haber desarrollado materiales resistentes al calor que le permitirían a sus misiles de largo alcance salir y reingresar en la atmósfera y así atacar ciudades americanas con más precisión. Mientras expertos occidentales tienen sus dudas de estos avances, Corea del Norte está decidida a desafiar a Trump y al mundo. Todo esto está intensificando la pugna por la supremacía mundial.

Debemos estar orando y obedeciendo a Dios, pidiéndole protección, porque ya los acontecimientos mundiales muestran que estamos entrando en los “tiempos del fin” de que habla la Biblia.

“Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21: 35-36).

Jesucristo quiere que velemos. Pero, ¿qué es lo que supuestamente debemos vigilar? Nuestro artículo “Cinco tendencias proféticas que debemos observar” le ayudará a comprender el contexto de esta profecía.

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Ivan Vera

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