Vida, Esperanza y Verdad

Venezuela, ¿cuál será su futuro?

Foto: RTVE
Ayer, 19 de abril, se llevó a cabo la “madre de todas las marchas” en Caracas, en donde el gobierno del país midió fuerzas con la oposición para saber quién de los dos bandos podrían llevar a más personas a las calles de esta convulsionada ciudad.

Por un lado, los partidarios del gobierno afirman que con la “abrumadora” respuesta de la ciudadanía, han derrotado al “golpe de estado” que se ha estado supuestamente gestando desde la oposición con el apoyo de Estados Unidos y de la mayoría de los países de la OEA (Organización de los Estados Americanos).

Como resultado de las manifestaciones de ayer en Caracas, lamentablemente murieron tres personas víctimas de las balas de “algún lado”. Todo parece indicar que los partidarios del gobierno usaron bombas lacrimógenas que exacerbaron los ánimos de muchos que prometieron no detenerse y seguir con las manifestaciones callejeras hasta lograr los objetivos propuestos que son: Llamar a elecciones democráticas, abrir canales de comunicación para la entrada de alimentos y medicinas al país y la liberación de todos los presos políticos.

El presidente del país, a cambio, ha dicho que dará un fusil a cada partidario del gobierno para así defender a la patria. Sin embargo, debido a la presión que la oposición y muchos países del mundo está ejerciendo sobre el régimen, el presidente ha dicho que está dispuesto a dialogar con la oposición. La oposición, por su lado, dice que ya no hay lugar para el diálogo debido a que lo intentaron ya con la mediación de un expresidente de España y aun con la mediación del Vaticano. El resultado de ese diálogo anterior fue que el gobierno incumplió los acuerdos. Por lo tanto, ¿cuál es la garantía de que un nuevo diálogo pueda tener resultados positivos?

Las partes están más polarizadas que nunca. Mientras tanto la población inocente está sufriendo de una inflación del 750 por ciento anual, de la falta de alimentos y medicamentos, de la falta de empleo, de la migración de muchos de sus habitantes a otros países en donde puedan encontrar trabajo, etcétera.

¿Hay alguna solución al conflicto de Venezuela? Nosotros en Vida Esperanza y Verdad no somos políticos. Tampoco queremos inmiscuirnos en ideologías políticas. Nuestra función es analizar las noticias mundiales para darles a las personas una esperanza que trasciende a este tiempo y a esta sociedad corrompida desde sus raíces.

Cuando en Venezuela gobernaba la derecha, los resultados de dichos gobiernos fueron de corrupción, de alta inflación, de abuso de autoridad, etcétera. Cuando empezó a gobernar Hugo Chávez, todo parecía indicar que el gobierno de izquierda era la solución a los problemas de este otrora rico país. Todo parecía indicar que las grandes riquezas del país serían distribuidas de manera más equitativa entre todos los venezolanos.

Los años han pasado en Venezuela con un gobierno de izquierda y la decepción en la población de a pie, también ha llegado. La mayoría de la gente en el país ahora se dan cuenta que están quizás peor que en aquellos años cuando gobernaba “la derecha”.

¿Qué es entonces mejor, que gobierne la derecha o la izquierda? Los gobernados se decepcionan mucho cuando están siendo gobernados por la derecha y también cuando son gobernados por la izquierda. En Chile hace algunos años gobernaba la derecha, después cambiaron hacia la izquierda y ahora otra vez quieren que los gobierne la derecha. ¿Por cuánto tiempo durará este experimento?

Afortunadamente existe una respuesta en la Palabra de Dios. No importa quien gobierne en las naciones de este mundo, dichos gobiernos no satisfarán las necesidades de los gobernados. Bien lo dice la Biblia: “Ahora, pues, oye su voz; más protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. Y refirió Samuel todas las palabras del Eterno al pueblo que le había pedido rey. Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Asimismo, tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas el Eterno no os responderá en aquel día. Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros” (1 Samuel 8:9-19).

Los experimentos de cambiar de un sistema de gobierno a otro se mantendrán todavía por algún tiempo más. Probablemente Venezuela logre un cambio de gobierno hacia la derecha debido a la presión de la oposición y al apoyo de otras naciones. Probablemente también el gobierno de Venezuela endurezca sus métodos para consolidar sus programas de gobierno aun en contra de la mayoría de la población y en contra de lo que digan otras naciones. Lo cierto es que a todos estos gobiernos ya no les queda mucho tiempo.

“…hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas” (Lucas 21:24-25).

Dios ha puesto un tiempo límite a los gobiernos humanos. En el entretanto las naciones seguirán experimentando con sistemas de gobierno que al final de cuentas no satisfacen a los gobernados, ni suplen sus necesidades, ni terminan con los conflictos, ni terminan con la corrupción.

Sin embargo, dentro de poco tiempo, quieran las naciones o no quieran, Dios enviará a la tierra un reino que no será jamás destruido, porque el mismo Jesucristo resucitado será el gobernante supremo y Él si gobernará con justicia, con paz, con equidad y con todos los atributos que tanto necesitamos.

“Respondió Jesús: Mi reino no es de este tiempo; si mi reino fuera de este tiempo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad…” (Juan 18:36-37). 

Acerca del autor

Ivan Vera

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