De la edición Noviembre/Diciembre 2017 de la revista Discernir

Las raíces y los frutos del Año Nuevo

Algunas tradiciones de esta celebración pueden parecer pintorescas o interesantes, pero ¿cuáles son los verdaderos orígenes del Año Nuevo?

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Lo admito. Ha habido años en que me he quedado despierto hasta media noche en Año Nuevo; aunque no celebrándolo exactamente. De hecho, la mayoría de las veces fue sirviendo como voluntario en un cuerpo de seguridad de la universidad donde estudié —el cual casualmente se encontraba junto a la ruta del Desfile de las Rosas, una famosa celebración de Año Nuevo en Pasadena, California.

Nuestro trabajo era estar al tanto de criminales, vándalos e incluso la gente que acampaba a un lado del camino y buscaba lo que fuera para quemarlo y calentarse. Tal vez le sorprenda, pero el sur de California es bastante frío durante el mes de enero, aunque no tan frío como el Times Square de Nueva York (con un promedio de 1°C a media noche) y otros lugares del norte, donde la gente se reúne para hacer la cuenta regresiva del nuevo año romano.

Esto hace que uno se pregunte: ¿por qué el Año Nuevo se celebra en invierno (en el hemisferio norte) a la media noche? La culpa es de los antiguos romanos.

Julio César, el creador del calendario

Muchas civilizaciones antiguas comenzaban su año durante la primavera. Pero para la época de Julio César, el calendario romano estaba desfasado —muy desfasado. Tanto así que César tuvo que agregarle 90 días para que encajara con las estaciones del año.

History.com explica: “Con el paso de los siglos, el calendario perdió su sincronía con el sol, y en el año 46 a.C. el emperador Julio César decidió resolver el problema con la ayuda de los astrónomos y matemáticos más prominentes de su época. Así introdujo el calendario juliano, que se parece mucho al calendario gregoriano moderno que la mayoría de los países usa.

“Como parte de la reforma, César instituyó el 1 de enero [January en inglés] como primer día del año, en parte para honrar al dios homónimo del mes: Jano, la deidad romana de los comienzos que tiene dos rostros y por lo tanto puede ver hacia atrás (el pasado) y hacia adelante (el futuro) al mismo tiempo. Los romanos celebraban este día ofreciendo sacrificios a Jano, intercambiando regalos, decorando sus casas con ramas de laurel y realizando fiestas escandalosas”.

Beliefnet.com además aclara que el Año Nuevo está relacionado con el solsticio de invierno (en el hemisferio norte) y es “una antigua fiesta con profundas raíces espirituales… Los antiguos romanos lo celebraban con seis días de fiestas que probablemente nos serían familiares a nosotros hoy”.

Costumbres y supersticiones

A partir de estos orígenes se han desarrollado numerosas tradiciones y supersticiones en torno al Año Nuevo a lo largo del mundo. Veamos algunos ejemplos:

“En Ecuador, la gente hace muñecos de paja para representar eventos [o personas, como políticos e íconos de la cultura pop] del año anterior. Luego, a la media noche, queman estas efigies del ‘año viejo’ para simbólicamente dejar el pasado atrás”. ¡Y algunos incluso intentan saltar a través de las llamas doce veces!

MarthaStewart.com describe otra tradición relacionada con saltos: “Muchos daneses celebran el Año Nuevo saltando desde sillas a la media noche. Se dice que saltar aleja la mala suerte y trae buena fortuna para el año próximo. También tienen la tradición de tirar platos a las puertas de sus vecinos como símbolo de su amistad. Quien tiene la mayor cantidad de platos rotos frente a su puerta, es quien tiene más amigos”.

En NPR.org, María Fe Martínez describe otra tradición latinoamericana: “Si quieres tener un año de mucha suerte, debes usar ropa interior amarilla. Y si quieres tener un año apasionado, ropa interior roja…

“Y puedes conseguirla en todas partes. De hecho, si vas manejando en tu auto podrás ver a los vendedores ambulantes ofreciendo calzoncillos amarillos en la calle, lo que es muy cómico. Aparecen justo después de Navidad”.

Según el periódico International Business Times, 44 por ciento de los estadounidenses dice que besará a alguien a la media noche de Año Nuevo. ¿Por qué? Livescience.com explica: “Besarse a la media noche es una tradición venerable con raíces antiguas. Muchas culturas creían que la transición de la estación cálida a la fría era un tiempo muy vulnerable, cuando los espíritus malos andan libres, dice Aveni [autor de The Book of the Year: A Brief History of Our Seasonal Holidays [El libro del año: una breve historia de nuestras fiestas estacionales]].

“Muchas de nuestras tradiciones, incluido besarse, provienen de la tradición inglesa del ‘saining’ u ofrecer bendiciones o protección, durante el período de Yuletide, continúa Aveni. (Yuletide era un festival germánico precristiano que en Europa se convirtió en sinónimo de vísperas de Navidad.)”

Crímenes durante Año Nuevo

Además de sus raíces paganas, los frutos de esta celebración no son para nada buenos. Según Allprobailbond.com, por ejemplo: “las fiestas son la época más ocupada del año para la industria de las fianzas”. ¿Por qué?

•“Aumento en el consumo de alcohol… Conducir bajo los efectos del alcohol es la primera causa de arrestos durante el Año Nuevo”.

•“Emociones a flor de piel. Algunas personas se sienten muy infelices durante las fiestas. La violencia doméstica y las heridas autoinfligidas a menudo aumentan durante este tiempo. Además, el consumo de alcohol incrementa los actos violentos”.

¿Qué dice la Biblia?

La Biblia nos da su propia lista de celebraciones anuales importantes, entre las cuales no está el 1ro de enero. Y ese definitivamente tampoco es el año nuevo para Dios. Él estableció el primer mes del año en lo que nosotros conocemos como marzo o abril (Éxodo 12:2; Deuteronomio 16:1). Además, la Biblia nos advierte que no debemos dejarnos llevar por costumbres basadas en religiones paganas —no debemos decir: “De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré” (Deuteronomio 12:30).

Las supersticiones y costumbres que para la mayor parte de la humanidad parecen interesantes o inofensivas pueden ser repulsivas para Dios, quien conoce sus raíces y frutos.

Jugar con el paganismo no es algo tierno. Es destructivo para nuestra relación con el verdadero Dios. Cuando Dios se describe a sí mismo como un “Dios celoso”, en realidad nos está demostrando su amor y su deseo de nuestro bienestar (Deuteronomio 6:14-15).

Consideremos también el llamado del apóstol Pedro a evitar las celebraciones pecaminosas donde hay “lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías” (1 Pedro 4:3). Pedro era consciente de que a nuestros amigos probablemente les parecerá extraño que ya no celebremos con ellos, pero al fin de cuentas, es a Dios a quien debemos responder.

Por todas estas razones, a Dios le desagrada que celebremos la fiesta pagana del Año Nuevo.

Descubra más acerca de lo que Dios dice acerca de este tema en nuestro folleto gratuito Las fiestas santas de Dios: Él tiene un plan para usted.

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