Versiculos Para Meditar

Hacedores de la palabra y el espejo espiritual

Santiago 1:22-25   

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Oír las Escrituras en la Iglesia es una gran bendición. Estudiar la Biblia es una parte esencial de la vida cristiana. Meditar en la Palabra de Dios es agradable a Dios. Pero estas cosas no son suficientes. Los cristianos deben no sólo oír, sino hacer.

Santiago describe una vívida imagen de un hombre que se mira en un espejo, pero no hace nada por arreglarse el pelo enmarañado o lavarse la cara sucia que aparece en el espejo. Olvidar lo que él vio es lo mismo que una persona que afirma ser cristiana y se olvida que Dios nos dice que cambiemos.

Santiago describe la ley de Dios como “la perfecta ley de libertad”. Esta libertad requiere arrepentimiento (un giro en “U”, de ir por el camino de Satanás a ir por el camino de Dios) y perdón de los pecados pasados. El sacrificio de Jesucristo pagó la pena por nuestros pecados y nos liberta de la esclavitud al pecado y a la culpabilidad. Entonces nosotros seremos verdaderamente libres para obedecer la perfecta ley de Dios, la de la libertad, a través de la ayuda del Espíritu Santo de Dios.

Para más información acerca de examinarnos a nosotros mismos en el espejo de la ley de Dios, vea nuestro artículo “¿Cómo debemos arrepentirnos?”.