Versiculos Para Meditar

Porque de tal manera amó Dios al mundo

Juan 3:16  

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:16 es sin duda alguna el versículo más famoso de la Biblia, y aparece citado en todas partes, desde la literatura religiosa hasta camisetas y eventos deportivos. Este versículo merece gran atención, especialmente en su contexto más profundo. Muchos que conocen Juan 3:16 se sorprenderían realmente al considerar el contexto de los versículos que lo rodean.

Jesucristo estaba explicando a un principal de los judíos acerca de cómo un ser humano puede entrar en el Reino de Dios (Juan 3:3). Aunque Nicodemo conocía las Sagradas Escrituras (lo que nosotros llamamos el Antiguo Testamento), él tuvo dificultad para entender las referencias de Cristo en cuanto a lo que nosotros conocemos como la primera venida del Mesías. Los judíos tenían en mente las profecías del Antiguo Testamento acerca de un Mesías conquistador, aunque nosotros ahora vemos que esas profecías no serán cumplidas hasta el regreso de Cristo —su segunda venida.

Cristo compara su crucifixión —ser “levantado” en un madero o cruz— con un evento que ocurrió en el tiempo de Moisés (Juan 3:14-15). Durante una terrible plaga de serpientes venenosas, Dios le dijo a Moisés que pusiera una serpiente de bronce en la parte de arriba de un poste y les dijera a quienes fueron mordidos que miraran la serpiente en este poste (Números 21:8-9). Esto tenía la intención de demostrar la creencia de la víctima en Dios para ser sanado. El propósito no fue que la serpiente fuera una ídolo (aunque parece ser que Israel más tarde la trató de esa manera —ver 2 Reyes 18:4 donde el rey Ezequías tuvo que destruirla).

Así como las víctimas de la mordedura de serpiente estaban condenadas a muerte, la humanidad pecaminosa está condenada a perecer. Pero al dar su vida en la cruz, Jesús pagó la pena del pecado e hizo posible que los que creen en Él, sean perdonados y puedan recibir la oportunidad de vida eterna.

Los siguientes versículos explican más profundamente lo que significa creer en Jesucristo. En lugar de amar las tinieblas para que sus obras no sean reprendidas, los creyentes vienen a la luz —esforzándose por reflejar la luz al vivir en la forma que Jesucristo lo hizo (Juan 3:20-21).

Para más información acerca del sacrificio de Jesucristo, vea nuestro artículo “El sacrificio de Jesús”.