Hablando de... Vida, Esperanza y Verdad

Hoy se vive mejor

Nos ha tocado vivir en un tiempo en el que contamos con muchas herramientas que nos ayudan a ordenar nuestras ideas, pensamientos, tareas y también nuestro tiempo. En teoría, todas estas herramientas nos deberían ayudar a tener una vida más ordenada, productiva y próspera. En teoría, nuestra vida debería ser más sencilla.

Hipotéticamente la tecnología nos ayuda a resolver las cosas básicas de la vida y esto nos debería dar el tiempo necesario para resolver los grandes problemas que la humanidad históricamente ha enfrentado: como la desigualdad, el hambre, la falta de oportunidades, etcétera. En teoría, nuestra sociedad debería ser más justa, más libre y más sana.

Pero, ¿es esta hipótesis real en lo moral, espiritual y mental?, ¿vivimos mejor hoy que nuestros padres en el pasado? Lamentablemente no es así. Las grandes y congestionadas ciudades, la sobrevalorada tecnología, el exceso de información y la abundancia de opiniones e ideas nos han llevado a vivir en un mundo saturado de todo. Por otro lado, la globalización nos expone a problemas que están a miles de kilómetros de nuestro hogar: como los desastres naturales, las guerras, la corrupción, las enfermedades mortales, los asesinatos, etcétera. Todas son noticias que a diario vemos y tenemos al alcance de la mano en nuestro propio hogar. Todo esto, sin lugar a dudas nos abruma, nos sobrepasa, nos expone a situaciones en las que difícilmente podremos ayudar y todo esto va generando en nosotros un sentimiento de frustración y dolor que se acrecienta en la medida que avanza el tiempo. ¿Cuál es el resultado de todo esto? El resultado es que hemos perdido la paz… si es que en algún momento la tuvimos. Como dice Isaías 59:8, “No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz”.

Suponiendo que hoy contamos con más tiempo que antes, suponiendo que hemos creado las herramientas para vivir mejor, suponiendo que hoy ya no nos preocupamos de necesidades básicas, ¿dónde está entonces el buen vivir? ¿Dónde está la sociedad que se preocupa del débil o del desprotegido? ¿Dónde está la sociedad más justa? Déjenme decirles que, por años, por miles de años hemos perseguido una utopía.

Existe solo una forma de vivir en completa paz, existe solo una manera de resolver todos los problemas de la humanidad, y existe solo una solución a todas nuestras dificultades: el establecimiento de un nuevo y justo gobierno mundial, no de partidos políticos, no producto de unión de países poderosos, uno que no será humano. Estoy hablando del establecimiento del reino de dios en la tierra. Así como lo profetizo Isaías en el capítulo 65 No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.

Si, ese día, recién en ese tiempo, toda la humanidad gozará de verdadera paz, porque Dios gobernará sobre toda la humanidad.

Les hablo Daniel Sepúlveda para Vida Esperanza y Verdad.