Hace algún tiempo atrás, leí un pensamiento que tiene mucho de verdad. La primera parte de esta reflexión decía: “una persona sabia es aquella que tiene claro dónde quiere llegar”. En ese sentido, cada día nos enfrentamos a decidir hasta dónde queremos ir, esto es, hacia dónde conducir nuestras vidas. Algunas veces erramos y otras veces acertamos. Al decidir correctamente, poniendo primero la voluntad de Dios, y dejando nuestro egocentrismo a un lado, todo parece indicar que se comienza a hacer un hábito positivo, lo que nos trae paz mental y tranquilidad.

La segunda parte de esta reflexión es la que más me gustó, y decía: “pero más sabia es aquella persona que sabe dónde no debe volver.” En la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, podemos encontrar muchos consejos para la vida diaria: la crianza de los hijos, las relaciones personales, laborales, familiares. Todos estos consejos inspirados por Dios nos incentivan a incorporar este concepto de sabiduría en nuestras vidas personales. A través de cada una de las palabras que emanan de la Biblia podemos encontrar muchos consejos que nos muestran un camino por el que debemos transitar, y poder definir hacia dónde queremos llegar. De la misma manera, las Sagradas Escrituras nos exhortan a esforzarnos a no repetir los mismos errores del pasado, y estos consejos bíblicos nos animan a ya no volver al mismo lugar por el que anduvimos.

Es muy interesante que esta frase reflexiva que estamos mencionando tiene su sustancia en la palabra de Dios. Recuerde, entonces, que una persona sabia es aquella que tiene claro dónde quiere llegar, pero más sabia es aquella persona que sabe dónde no debe volver.

Lo invitamos a descubrir éste y otros principios que emanan de la palabra de Dios, la Biblia. Le aseguro que se sorprenderá.

Para Vida, Esperanza & Verdad, les habló Jaime Guiñez.