Vida, Esperanza y Verdad

La lucha contra las obras de la carne: sexo fuera del matrimonio

En la segunda de esta serie que trata las obras de la carne mencionadas en Gálatas 5:19-21, veremos varias estrategias para combatir la fornicación.

La idea de la restricción y el autocontrol sobre nuestros deseos sexuales naturales es llamada “anticuada” e “irrealista” en el mundo de hoy. Esta tendencia social ha dejado una línea devastadora de escombros detrás: corazones y confianza rotos, una visión distorsionada y lujuriosa del sexo opuesto, enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, abortos, condenas en prisión, y la lista sigue y sigue.

La segunda obra de la carne de la lista de Gálatas 5:19 trata directamente con el tema del sexo fuera del matrimonio. La fornicación incluye pensamientos y acciones sexuales persistentes fuera de la relación de matrimonio entre un esposo y su esposa. Esta obra de la carne ha distorsionado la visión que tiene la humanidad acerca del propósito del sexo y la belleza de la intimidad sexual como Dios quiso que se expresara. Nuestro Creador creó el sexo con un gran propósito, y Vida, Esperanza y Verdad ofrece bastante material que explica ese propósito.

Empecemos por desvirtuar las mentiras que la sociedad ha aceptado acerca de la fornicación.

Satanás influye en la sociedad para que mienta acerca de la fornicación

La intimidad sexual dentro de una relación matrimonial es hermosa cuando involucra a dos personas que tratan de complacerse mutuamente más que a sí mismas.Mentira No. 1: “Es irracional y casi imposible para las personas controlar sus impulsos sexuales. No hay necesidad de restringir algo tan natural como lo es la sexualidad humana”.

Este razonamiento se basa en dos premisas erróneas que existen en la sociedad actual.

  • Las implicaciones de la evolución darwiniana. Este pensamiento cree que los seres humanos son mamíferos altamente evolucionados. Cuando usted cree que los seres humanos evolucionaron de formas de vida inferiores, entonces la restricción sexual se vuelve menos importante. El sexo es visto simplemente como un medio natural para preservar una especie, así que ¿por qué restringir lo que es sólo una función de la selección natural? Esta idea, que equipara a los seres humanos con los animales, debería ser ofensiva para los seres humanos, pero de alguna manera millones de personas han aceptado esta lógica. La Biblia enseña que el hombre no es simplemente un mamífero altamente evolucionado, sino que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios con un “espíritu en el hombre” único que nos separa del reino animal.
  • La idea de que los seres humanos deben tener la libertad de “hacer el amor” con quienquiera y cuando sea, es una de las causas, en gran parte, de la actividad sexual desenfrenada en el mundo de hoy. La Biblia presenta otro escenario: que para Dios la actividad sexual está permitida únicamente en el lecho matrimonial (Hebreos 13:4).

Mentira No. 2: “No hay nada malo en tener muchas experiencias sexuales con varias parejas diferentes. Las fantasías sexuales y la exploración son saludables y te ayudan a descubrir quién eres”.

Muchas vidas han sido seriamente dañadas por esta mentira. La intención de Dios cuando creó al hombre y a la mujer era que el marido y la mujer se unieran como “una sola carne” (Génesis 2:23-24). Él no quería que se fomentara destructivamente la intimidad sexual (Cantar de los Cantares 8:4) con muchas personas diferentes, separando el amor y el compromiso del acto físico del sexo.

Pregúntele a cualquiera que admita haber sido adicto a la pornografía si sus fantasías sexuales eran “saludables” y mejoraron su vida. Desafortunadamente, a pesar de las consecuencias negativas, la sociedad sigue glorificando el sexo casual en la cultura y los medios de comunicación.

Estrategias para combatir la fornicación

He aquí algunos consejos para eliminar la fornicación (en todas sus formas) de tu vida:

1. Valorar al sexo opuesto como seres humanos, no como objetos sexuales. El primer paso para sobreponerse a la fornicación es enseñarse a ver a las personas del sexo opuesto como seres humanos con distintos rasgos y personalidades. Valorar la sonrisa, las opiniones y los rasgos positivos del carácter de una persona en lugar de fijarse en su apariencia física. El deseo sexual no controlado, especialmente en los hombres (que están naturalmente más externa y visualmente conectados a la sexualidad que las mujeres), puede devaluar a un ser humano y convertirlo en un objeto. Los matrimonios felices están determinados por el creciente amor y respeto por otro ser humano.

2. Muestre amor (no lujuria) hacia los miembros del sexo opuesto. La lujuria es lo opuesto al amor. La lujuria dice: “Yo quiero”, mientras que el amor pregunta: “¿Qué puedo hacer por ti?” La intimidad sexual dentro de una relación matrimonial es hermosa cuando involucra a dos personas que tratan de complacerse mutuamente más que a sí mismas. Esto es amor en acción y debe ser expresado con frecuencia, por el resto de sus vidas.

Pero el amor cristiano también puede ser mostrado por hombres y mujeres a personas que no son sus esposos. Esto se puede hacer si no los visualizamos en ningún contexto sexual ni de lujuria en nuestra mente, sino tratándolos con dignidad como seres humanos.

3. Aprende a despreciar y aborrecer la fornicación. Cuando usamos a un miembro del sexo opuesto como fuente de gratificación sexual fuera del matrimonio, básicamente estamos diciendo que pensamos que sólo son buenos para la satisfacción sexual y que no valen la pena para una relación completa y amorosa. Ésta es una manera de pensar que Dios aborrece, y que nosotros debemos llegar a aborrecer. Los medios de entretenimiento nos venden en la idea de que este pensamiento es normal y natural. Tenemos que verlo por lo que es: inmoral y degradante. Para superar esto, debemos aborrecerlo.

Debemos desear que todos los seres humanos se traten unos a otros con amor, respeto y decencia. La fornicación desprecia eso, tomando la joya de la intimidad sexual en el matrimonio y tirándola a la basura. Tenemos que luchar contra eso.

Para más material acerca de los temas tratados en este blog, lea:

Éste es la segunda de una serie de diecisiete partes acerca de la lucha contra las obras de la carne. Para leer la primera parte, vea “Adulterio”. Para continuar con la serie, vea la parte 3 “Inmundicia”.

Acerca del autor

Eddie Foster

Eddie Foster

Eddie Foster nació en Ohio, y después de vivir en varias partes del noreste de los Estados Unidos, una vez más vive en Ohio, probablemente de manera definitiva esta vez. Vive en el área de Dayton con su esposa, Shannon, y su hija, Isabella. Ellos asisten a la congregación de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial de Cincinnati/Dayton.

Eddie es graduado en ciencias de la educación infantil de la primera y segunda infancia del Bluefield State College (West Virginia) y una maestría en patología del habla y el lenguaje de la Universidad de Cincinnati. Trabaja en escuelas públicas, atendiendo a estudiantes de primaria y secundaria con impedimentos de habla y lenguaje y tambien a niños con otras discapacidades.

También le gusta escribir, especialmente sobre temas que ayudan a la gente a luchar y ganar la batalla contra los pecados, que él cree son la causa principal de la miseria. Es un apasionado en compartir los métodos de “cómo hacerlo” y los conocimientos que ha aprendido mientras pelea sus propias batallas para vencer el pecado y aprender del Dios de amor y sabiduría.

En su tiempo libre, disfruta viendo películas épicas de ciencia ficción. También le gusta el debate respetuoso de diferentes ideas, el jazz y el ritmo y los blues de los 70´s, escribir poesía y tratar de llevar alegría a la gente a través de la risa.

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