Vida, Esperanza y Verdad

La promesa de un lenguaje puro

por Adam Sanders

La cantidad de idiomas que existen hoy en día frenan el progreso y contribuyen a la confusión. ¿Por qué hay tantos idiomas? ¿Qué dice Dios acerca de la comunicación en su Reino?

La señal de advertencia en muchos idiomas demuestra la necesidad del Reino de Dios y la promesa de un lenguaje puro.

Hoy en día se hablan más de 6.800 idiomas en el mundo. La mayoría de la gente habla un solo idioma, ya sea español o inglés o chino o coreano. Algunas personas son bilingües. Otras pueden hablar más de dos idiomas.

¿Se imagina un mundo que sólo hable un idioma? De hecho, el mundo fue así en un momento dado. Después del Diluvio, la gente todavía hablaba un solo idioma (Génesis 11:1).

Piense en eso por un momento. En toda la faz de la Tierra se hablaba un solo idioma. Los problemas se podían arreglar con mayor facilidad. Había menos problemas de comunicación ya que no había necesidad de traducción. Incluso, tal vez se podrían haber evitado algunas guerras, porque los intentos de reconciliación podrían haberse entendido mejor.

¿Qué pasó?

¿Qué pasó? ¿Cómo pasamos de un solo idioma a 6.800?

Dios nos dice que confundió la lengua. ¿Por qué Dios querría confundir las cosas? La gente de la época quería construir una ciudad y una torre que llegara a los cielos y hacerse a un nombre (Génesis 11:4).

A simple vista, llevar a cabo alguna construcción no parece tan malo, pero parte de la clave es la afirmación: “y hagámonos un nombre”. Ese enfoque ha sido parte de la naturaleza humana a través de los tiempos, desde el payaso de la clase a las estrellas del deporte y al político.

Hacerse un nombre

¿Sabe quién es Gavrilo Princip? La mayoría de los historiadores lo sabrían, de resto es poco probable que lo sepan. Gavrilo Princip fue el asesino de 19 años que mató al Archiduque Fernando y a su esposa, una acción que desencadenó en la Primera Guerra Mundial.

¿Qué hay de John Wilkes Booth? Fue el hombre que mató al presidente Abraham Lincoln.

¿Qué hay de Mohamed Bouazizi? Se prendió fuego a sí mismo en Túnez y comenzó la Primavera Árabe que ahora está fuera de control.

A lo largo de los siglos, hombres como estos han salido a cambiar el mundo y a hacerse un nombre. Muchos pensaron que era por el bien de los demás, pero veamos las consecuencias de sus actos. ¿Realmente fue bueno el resultado para todos?

La Torre de Babel

La concepción artística de la Torre de Babel donde Dios confundió las lenguas.

El problema que ocurrió durante la construcción de la Torre de Babel en Génesis 11 es que el pueblo estaba adorando el éxito humano —enfocándose en el materialismo y el humanismo. Ellos querían que su torre alcanzara los cielos. Querían que otros vinieran y los miraran, los alabaran y quizás, incluso los adoraran.

Se trataba de que fueran idolatrados. No se trataba del bien y el bienestar de los demás —sino de hacerse un nombre.

En esta época de Internet, Facebook y Twitter, hay mucha gente dispuesta a hacer cualquier cosa para hacerse un nombre.

Pero esas cosas suelen ser la menor de las preocupaciones de todas las personas. Hacerse un nombre se vuelve un poco más aterrador cuando hay personas que son lobos solitarios, asesinos en serie o que se entrenan para ser terroristas suicidas.

El poder, la fama y la fortuna de hacerse un nombre a veces sobrepasa toda lógica. Cuando Dios vio que tener un solo idioma le facilitaba a la humanidad corromper a los demás, decidió que era hora de confundir su lengua, y así fue como terminamos con más de 6.800 idiomas en el mundo.

Dios no quería confundir la lengua, pero el hombre no le dejó opción debido al camino que decidió tomar. Génesis 11:6 afirma que el hombre sería capaz de lograr cualquier cosa —nada lo detendría. Pero estos logros humanos no se habían alcanzado por las razones correctas, y la humanidad iba en la dirección equivocada.

Un lenguaje puro

Sin embargo, en el futuro Dios va a restablecer un lenguaje puro en la Tierra (Sofonías 3:9-13). Este idioma será dado a todos, y el orgullo y la arrogancia serán abatidos.

Dios quiere que todos se comuniquen entre sí, pero nuestra mente y nuestro corazón deben tener la humildad suficiente para hacerlo. Las personas deben trabajar en equipo hacia un objetivo correcto.

Aún no hemos llegado a ese punto, y aunque tuviéramos un solo idioma en la actualidad, ¿qué estaríamos haciendo con él? Nuestro mundo es un mundo lleno de orgullo y no se le puede enseñar fácilmente.

El lenguaje universal actual

Sin embargo, hasta cierto punto, vivimos en un mundo donde tenemos un solo idioma. Se llama el lenguaje del dinero. “El dinero habla” —de hecho, habla mucho sin importar en qué parte del mundo viva usted. A todo el mundo le encanta escuchar el sonido del dinero o el tintineo de las monedas.

El dinero también puede ser una gran protagonista a la hora de hacerse un nombre. Las personas que tienen mucho dinero generalmente son muy populares. No hay nada malo en ser rico o en buscar riquezas; sin embargo, ¿cuál es la actitud, la motivación y el objetivo detrás de ello? Si sólo es por hacernos un nombre, entonces lo estamos haciendo por las razones equivocadas.

Pero no piense que sólo la gente rica puede ser orgullosa y arrogante. Cualquiera puede tener una mentalidad equivocada, ya sea rico o pobre.

Reemplace el egoísmo por el servicio

Dios va a erradicar el orgullo y la arrogancia y va a restablecer un lenguaje puro para todos. Todos van a entender lo que los demás dicen. El egoísmo no va a ser recompensado, y sólo nos vamos a hacer un nombre haciendo el bien a los demás.

No va a ser con la actitud de “mírame”, sino más bien, “¿cómo le puedo  ayudar?” Esto va a ocurrir después del regreso de Jesucristo. Cristo va a tener que regresar y marcar el comienzo de una nueva era y corregir los caminos errados de la humanidad porque somos demasiado orgullosos para corregirnos a nosotros mismos.

Ese día será glorioso, y pronto la gente en todas partes va a tener el deseo de decir gracias, thank you, danke, grazie —todo con una sola voz, con un lenguaje puro.

Acerca del autor

Ivan Vera

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