¿Recuerda la primera vez que sostuvo a su hijo o hija en sus brazos? Deténgase por un momento y trate de volver a esa escena. Ese pequeño recién nacido recostado en sus brazos, y usted lo observa de pies a cabeza. ¿Recuerda lo que pasaba por su mente? Tal vez todos los sueños que tenía para su bebé y todas las oportunidades que habían por delante. ¿Cómo será cuando crezca? ¿Con quién se casará? ¿Dónde vivirá? ¿A dónde lo llevará la vida?