Cristianos, judíos y días santos
Tanto los cristianos como los judíos, por razones completamente diferentes, perdieron algo tan significativo que alteró totalmente su comprensión de una verdad bíblica fundamental!
Quedé sorprendido hoy cuando vi en mi diccionario de sinónimos que sólo había un antónimo de “evolución” —regresión. Por otra parte, los sinónimos incluyen palabras positivas como crecimiento, progreso, avance, desarrollo.
Entendí el mensaje: ¡si usted no está evolucionando, usted está yendo para atrás, degenerándose!
La curiosidad hizo que fuera a revisar mi diccionario. ¿Hay mejores palabras que “evolución”, me preguntaba, para describir los monumentales cambios que han alterado las prácticas cristianas a lo largo de los siglos?
Bueno, si la evolución significa progresar y avanzar, encontraré otra palabra. No puedo decir que estos cambios han sido para bien.
Lo que el cristianismo y el judaísmo perdieron
Es comúnmente reconocido que muchas de las prácticas y doctrinas de la Iglesia del Nuevo Testamento en los dos primeros siglos después de Cristo eran increíblemente diferentes de lo que vemos hoy. Un ejemplo claro de esto se encuentra en el artículo central que examina cómo la Pascua florida se abrió paso en la Iglesia. Las personas escriben de esto cada año, así que usted probablemente ha visto que está ligado con el paganismo.
Lo que usted ha oído poco, sin embargo, es que todos se perdieron en la confusión religiosa que surgió después de la muerte de Cristo.
Tanto los cristianos como los judíos, por razones totalmente diferentes, perdieron lo mismo —algo tan significativo que alteró su entendimiento de una verdad bíblica crucial.
Después de la muerte de Jesús, el simbolismo y significado de los días de fiesta y los festivales que Dios le dio a Israel en el Antiguo Testamento se mantienen vigentes para tener más claridad y profundidad de las revelaciones que Dios le daría a la Iglesia en el Nuevo Testamento. Un par de siglos después de Cristo, surgieron fieros líderes antisemitas que tomaron el poder en la iglesia cristiana. Ellos rechazaron sistemáticamente cualquier cosa que se percibiera como “judía”, en particular, el séptimo día, el sábado, y los días santos y los festivales ordenados por Dios. Estos son los días que Jesús guardó —los días que los apóstoles y la Iglesia primitiva guardaron.
Desde el tiempo de Cristo, los líderes judíos lo habían rechazado vehementemente como un radical, disidente, una amenaza a su base de poder. Sus seguidores, que se habían convertido del judaísmo al cristianismo, fueron también considerados herejes y enemigos.
Así, en tanto que la humanidad mantuvo un conocimiento de Cristo, al rechazar los días santos de Dios y los festivales, perdieron entendimiento del plan de Dios. Y, si bien el judaísmo guardó el conocimiento de estos días santos y festivales, al rechazar a Cristo, perdió también la oportunidad de entender el plan de Dios.
El adoptar estas posiciones afectó profundamente la forma en que tanto el cristianismo como el judaísmo se desarrollaron —¡y no fue una evolución progresiva! Actualmente, ambos están estancados sin comprender cabalmente el plan de salvación de Dios.
Los judíos mantienen los días santos bíblicos, pero al dejar a Cristo por fuera del cuadro, ellos fracasaron en desarrollar un entendimiento más profundo de cómo Él reveló el plan de salvación a través de estos festivales. Los cristianos se aferraron a Cristo, pero al reemplazar los días santos de Dios con los festivales religiosos paganos, carentes de significado, confundieron completamente lo que Dios está haciendo paso a paso en su plan de salvación.
¿Qué puede decir usted? Si no está familiarizado con los días santos bíblicos y festivales, lo invito a explorar en el sitio de Vida, Esperanza y Verdad (sólo escriba “plan de salvación” en el cajón de búsqueda o descargue del Centro de Aprendizaje, de nuestro sitio en la red, nuestro folleto: Las fiestas santas de Dios: Él tiene un plan para usted.
Clyde Kilough
Editor