La sociedad occidental está experimentando un renacer espiritual de varias clases. Desafortunadamente, sin embargo, no es un giro hacia el verdadero Dios de la Biblia, sino un movimiento hacia la espiritualidad de la Nueva Era, con elementos de las religiones orientales.
Podemos ver los signos del movimiento de la Nueva Era a nuestro alrededor:
- Prácticamente cada librería tiene un sección de libros de la Nueva Era, con un bestseller tras otro acerca de convertirnos en iluminados espirituales y descubriendo la fuerza oculta que hay dentro de cada uno, además de las guías acerca de cómo dominar las experiencias extra corporales, desafíos espirituales, interpretación de sueños y sanación por cristales.
- Cerca de 36 millones de norteamericanos practican yoga regularmente, una técnica que en su forma original estaba diseñada para ayudar a la persona a entrar en armonía con su energía universal.
- Los retiros de meditación y las boutiques de astrólogos están inundando toda Norteamérica.
- Complot para películas de ciencia ficción y series de televisión que giran alrededor de fantasmas, vidas pasadas, fuerzas sobrenaturales, fenómenos extraterrestres y otros fenómenos paranormales.
- Programas de televisión promueven ideas tales como: “conectarse con su yo más elevado, le permite acceder a los milagros y a lo mágico” y “lo que puede ser visto con los sentidos físicos es una ilusión”.
¿Qué es el movimiento de la Nueva Era?
Probablemente la mayoría de las personas ha escuchado acerca del movimiento de la Nueva Era. El término ha sido esgrimido por décadas —aun desde los años de 1980, cuando las ideas y prácticas señaladas arriba se empezaron a volver realmente populares.
Sin embargo, todavía nadie sabe realmente de qué se trata el movimiento, ni siquiera aquellos que dicen identificarse con él. Puede significar diferentes cosas para diferentes personas.
Con esto en mente, veamos algunas definiciones generalmente aceptadas.
En el libro The Second Coming of the New Age [La segunda venida de la Nueva Era], escrito por Steven Bancarz y Josh Peck, definen el movimiento de la Nueva Era como “una recolección de creencias y prácticas diseñadas para traer iluminación. La meta, a nivel individual, es “elevar la consciencia a una densidad más alta o a una mayor vibración”; que significa que el conocimiento del “yo”, combinado con las prácticas de adivinación y ocultismo, pueden elevar nuestra condición espiritual a un nivel de autodeidad. Este movimiento enseña que no nos volvemos divinos, sino que ya somos divinos por nosotros mismos” (p. 2).
La filosofía de la Nueva Era se deriva en gran parte de:
- El misticismo oriental (especialmente budismo, hinduismo y taoismo).
- El gnosticismo (que enseña que la materia física es mala).
- El neopaganismo (particularmente la brujería, la adoración de la naturaleza y el animismo, que es la creencia de que la energía espiritual es un objeto inanimado).
- La metafísica (la rama de la filosofía que trata el tema de la naturaleza de la existencia).
Una de las razones por las cuales hay ideas que difieren acerca de lo que el movimiento de la Nueva Era encierra es que esta no es una religión formal. No hay declaración de creencias, un cuerpo que gobierne o una lista de miembros.
En vez de esto, el movimiento de la Nueva Era está compuesto por personas que comparten algunas ideas básicas pero sólo están conectadas superficialmente por medio de seminarios y convenciones a las que asisten. No se espera que sus seguidores se adhieran a doctrinas específicas o prácticas y con frecuencia tienen creencias que se oponen.
Los de la Nueva Era frecuentemente se describen a sí mismos como “espirituales, pero no religiosos”, lo que implica que ellos creen en alguna forma de un poder superior, pero no son miembros de una organización religiosa. Ellos ven la espiritualidad como un tema de lo que alguien siente y experimenta, no lo que se crea.
El continuo crecimiento del movimiento de la Nueva Era
Sin ninguna lista de miembros, es imposible determinar exactamente cuántos son los adherentes de la Nueva Era. Sin embargo, no hay ninguna duda de que en la actualidad, la aceptación y práctica de la espiritualidad de la Nueva Era es la máxima de todos los tiempos. Numerosos estudios en años recientes confirman esto.
Uno de ellos es la encuesta del Centro de Investigaciones Pew del 2018, que encontró que el 62 % de los norteamericanos tienen por lo menos una creencia de la Nueva Era (ya sea la reencarnación, astrología, animismo y/o el uso de drogas).
Específicamente, el 42 % de los norteamericanos creen en el animismo, 41 % en mediums, 33 % en la reencarnación, y 29 % en astrología. Estos porcentajes han aumentado dramáticamente con respecto a una encuesta similar que se realizó en el 2009).
Otra encuesta de Pew, hecha en el 2017, informó que el 27 % de los Norteamericanos adultos dijeron que pertenecían al grupo “espiritual pero no religioso”, que ha aumentado del 19 % en el 2012. No todos estos son de la Nueva Era, pero sí hay muchos.
Los que adoptan las ideas de la Nueva Era tienden a hacerlo porque ellos ven la religión organizada como algo restrictivo, inflexible o anticuado. Son atraídos a esta nueva espiritualidad donde pueden tener la libertad de pensar y hacer como ellos quieran.
Otros se vuelven al movimiento de la Nueva Era (o humanismo cósmico, como también es conocido), después de desilusionarse del humanismo secular.
Los secularistas interpretan el mundo en términos de materialismo (que significa que todo lo que existe es estrictamente físico). Esta visión del mundo ha creado un vacío espiritual para muchos que buscan llenar su vida con propósito y algo “más grande” que ellos mismos.
Sin embargo, ellos continúan aceptando este enfoque del humanismo centrado en el ser humano —que es el motivo por el cual escogen el humanismo cósmico por encima de las religiones tradicionales.
¿Cuáles son las creencias y prácticas de la Nueva Era?
Si bien las personas en el movimiento de la Nueva Era tienen una gran variedad de creencias y practicas, ellas en general tienen ciertas ideas centrales:
- Los de la Nueva Era creen que Dios está en todo lo que existe y todo es Dios. El término para esta idea es panteismo. Asegura que el universo y todo lo que hay en él —las estrellas, planetas, montañas, océanos, plantas y vida animal, etcétera— componen colectivamente lo que es Dios. Por lo tanto, los seres humanos, como parte del universo, son parte de Dios. La naturaleza también y se considera sagrada.
- Los de la Nueva Era ven a Dios como una fuerza y una esencia que permea todas las cosas. Usualmente esta esencia divina se menciona como el yo más alto, pero también es conocido como la energía universal, el “yo divino”, la conciencia superior, y la realidad definitiva. La humanidad como un todo se cree que ha suprimido “el yo más alto” que tiene adentro.
- Los de la Nueva Era creen que su propósito en la vida es descubrir la esencia divina en nosotros y alcanzar la auto realización o iluminación. La actividad paranormal, tal como las experiencias extracorpóreas, la psicoquinesis (mover los objetos con la mente) y la sanidad física, son vistas como una evidencia de la esencia supernatural en los seres humanos.
- Los de la Nueva Era creen que la iluminación se alcanza por medio de la reencarnación. Se cree que después de que las personas mueren vuelven a nacer en otro cuerpo y viven otra vida. Este ciclo se repite hasta que se alcance el estado espiritual deseado.
- Los de la Nueva Era creen que el mundo físico no es real en el sentido más verdadero. Sólo el espíritu es real, que existe por encima y más allá del mundo físico.
- Los de la Nueva Era ven a Jesucristo como “si fuera tan sólo un maestro humano, sabio o algo casi divino, tal como el Maestro Ascendido, el espíritu que guía, o aun un ser extraterrestre que vino a enseñarnos cómo podíamos ascender y alcanzar el mismo nivel de consciencia de él”, explican Bancarz and Peck (The Second Coming of the New Age [La segunda venida de la Nueva Era], pp. 5-6). Los de la Nueva Era además ven a otros, tales como Buda y Mahoma, como “Maestros Ascendidos”.
- Los de la Nueva Era creen que los espíritus guías están disponibles para ayudar a las personas con su crecimiento espiritual. Ellos pueden leer nuestros pensamientos y nos envían un guía por medio de nuestros sueños, o tal vez se puedan comunicar con nosotros a través de médiums espirituales, canalizadores o cartas del tarot o lectores de la palma de la mano, astrólogos o psíquicos. Los extraterrestes y los fantasmas pueden también comunicar información a los seres humanos.
- Los de la Nueva Era creen que el destino final de los seres humanos es devolver su energía vital a la conciencia colectiva cósmica. En otras palabras, como lo expresa Dean Halverson, autor de: Crystal Clear: Understanding and Reaching New Agers [Claro como el cristal: cómo entender y alcanzar a los de la Nueva Era]: “El fin definitivo de la persona es expandirse hasta la unidad universal, lo que realmente significa es que la persona desaparece como una entidad separada” (p. 77).
- Los de la Nueva Era creen en varias prácticas que pueden ayudar a los participantes a cultivar la autorrealización, experimentar la sanidad espiritual y despertar su divinidad. Esto incluye el yoga, hipnosis, meditación (transcendental y mindfulness), proyección astral (en donde “el espíritu” deja el cuerpo físico), canalizar los espíritus, cantar, las limpiezas del aura (para limpiar la energía negativa) y los cristales (para “purificar” los sistemas de energía del cuerpo).
Terrenos peligrosos: ¿es satánico el movimiento de la Nueva Era?
Hay un gran peligro que plantean las prácticas de la Nueva Era y es que nos pueden llevar al mundo de Satanás.
Hay un gran peligro que plantean las prácticas de la Nueva Era y es que nos pueden llevar al mundo de Satanás. Los autores de The Second Coming of the New Age [La segunda venida de la Nueva Era], nos advierten que las prácticas supranaturales utilizadas en la espiritualidad de la Nueva Era (canaleando, consultando médiums espirituales, proyección astral, etcétera) ponen a las personas en contacto directo con demonios y deberían ser evitadas.
Los autores explican que hay otras prácticas de la Nueva Era que son transpersonales en naturaleza, utilizando la definición de Roger Walsh y Frances Vaughan en: The Journal of Transpersonal Psychology [El periódico de la sicología transpersonal] —“el sentido de identidad del yo se extiende más allá (trans) del individuo o la persona, para abarcar aspectos más amplios de la humanidad, la psique o el cosmos” (On Transpersonal Definitions [Acerca de las definiciones de transpersonal], p. 203).
El yoga y la meditación caen en esta categoría. Estas prácticas pueden convertirse en peligrosos trampolines al mundo demoníaco, aunque no son sobrenaturales por sí mismos.
Prestarle atención a su llamado “yo más alto” podría fácilmente resultar en que uno termine influenciado y dañado por los malos espíritus. Los demonios siempre están más que dispuestos a convertirse en su guía espiritual si usted los invita por medio de las prácticas de la Nueva Era.
La Biblia nos advierte enfáticamente que no debemos tener nada que ver con el mundo demoníaco. Levítico 19:26, 31, nos advierte contra la práctica de la adivinación o el consultar con médiums. En Deuteronomio 18:9-14, estas prácticas son llamadas abominaciones. Levítico 20:6 equipara a consultar a los síquicos con adulterio espiritual.
La religión de la Nueva Era vs. cristianismo
Otro peligro serio con la espiritualidad de la Nueva Era es que esto aleja a las personas de las verdades de Dios. El movimiento menosprecia la Biblia hasta el punto en que la mayoría de los de la Nueva Era no la leen, y aquellos que lo hacen, la toman metafóricamente, no de una manera literal.
Tristemente, los libros escritos por los gurús de la Nueva Era son típicamente su fuerza principal de sabiduría espiritual. Aun entonces, los de la Nueva Era son usualmente animados a escuchar su voz interior y a hacer surgir sus propias realidades.
La más importante verdad del movimiento de la Nueva Era rechaza quién es Dios. Dios es visto no como nuestro Padre, sino solamente como una fuerza impersonal.
“Una relación personal con esta fuerza es imposible porque no es una persona, lo que significa que no tiene conciencia, libre albedrío, racionalidad, etcétera. No puede ser recíproco con usted ni interactuar con usted y sus intenciones. Es como prender un microondas y tratar de tener una relación con la frecuencia que emite” (The Second Coming of the New Age [La segunda venida de la Nueva Era], p. 130.
Irónicamente, muchos de la Nueva Era quieren significado y propósito para su vida, pero sin embargo, también parecieran proclamar que “Dios y la Biblia no son para nosotros”.
La verdad es que la única forma de tener una vida llena de propósito es por medio de una relación con el único Dios verdadero —no venir a descubrir nuestras propias “realidades” centradas en el ser humano, haciendo contacto con el mundo demoníaco o creando una versión de ciencia ficción de Dios.