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La obra perfecta de la paciencia

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La paciencia es una parte fundamental de ser un cristiano, pero no es una parte fácil. Este iniciador del estudio bíblico está enfocado en mostrar que debemos ver la paciencia desde varias perspectivas y analizar cómo podemos desarrollar la paciencia en nuestra propia vida.

Santiago 1:2-4, 19-25

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna…

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.

Preguntas

  1. Pablo identifica a Dios como “el Dios de la paciencia y de la consolación” (Romanos 15:5) y enumera la paciencia como parte del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). ¿Por qué cree que la paciencia es importante para Dios?
  2. ¿Cuál es la evidencia de que la paciencia es una parte del carácter de Dios?
  3. ¿Cómo le ha mostrado Dios paciencia? (Analice la parábola de Cristo en Mateo 18:21-35 para obtener algunas ideas.)
  4. La paciencia no siempre significa elegir no actuar o no hacer nada al respecto. A menudo significa elegir cuándo actuar. ¿Cuáles son algunos de los límites de la paciencia que Dios tiene con nosotros? ¿Debemos tener límites en nuestra paciencia hacia los demás? ¿Cuáles serían esos límites y por qué?
  5. ¿Existen algunas circunstancias específicas (temas de conversación, clases de personalidades, interacciones comunes, determinadas personas, etcétera) que hacen que usted pierda la paciencia más fácilmente? ¿Qué tienen esas circunstancias que le dificultan tener paciencia a usted?
  6. Si no es factible evitar esas circunstancias de la pregunta anterior, ¿hay alguna forma en que pueda prepararse con anticipación para enfrentarlas de una mejor manera?
  7. ¿Qué aspectos de su propia personalidad ponen a prueba la paciencia de los demás? ¿Qué puede hacer usted para cambiar esto?
  8. La paciencia requiere perseverancia. Cuando usted se sienta tentado a ceder a la frustración y la ira, ¿qué podría hacer para ayudarse a seguir perseverando en la paciencia? ¿Podría definir tres estrategias que le sirvan? (Puede leer Santiago 5:7-11 para obtener algunas ideas.)
  9. ¿Cómo nos ayuda la paciencia a desarrollar el carácter de Dios?
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