En momentos de desaliento y tristeza, busque en la Biblia para animarse y consolarse en el Dios de todo consuelo. Tenga en cuenta estos versículos de consuelo.
Salmo 23:4, 6
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento… Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Eterno moraré por largos días”.
El rey David se basó en su experiencia como pastor para elaborar este famoso salmo. Siglo XI o X a.C.
Salmo 30:5
“Porque un momento durará su furor; mas en su voluntad está la vida: Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría”.
El rey David escribió este salmo conmemorando el momento en el que Dios lo sanó de una enfermedad mortal. Siglo XI o X a.C.
Salmo 147:3
“Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”.
El salmista no está identificado, pero pudo haber sido escrito después del regreso de los judíos cautivos en Babilonia en el siglo VI a.C.
Isaías 40:1
“Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios”.
El profeta Isaías registró esta maravillosa profecía acerca del Reino de Dios, en el siglo VIII a.C.
Mateo 5:4
“Bienaventurados los que lloran; porque ellos serán consolados”.
Jesucristo dijo esto en su famoso Sermón del Monte, probablemente entre los años 28 y 30 d.C.
Mateo 11:28
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
Jesucristo dijo esto en su ministerio en Galilea, probablemente entre los años 28 y 30 d.C.
Romanos 15:4
“Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia y consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”.
El apóstol Pablo escribió esto a la Iglesia de Dios en Roma, alrededor del año 57 d.C.
2 Corintios 1:3
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación”.
El apóstol Pablo escribió esto a la Iglesia de Dios en Corinto, alrededor del año 56 d.C.