Colosenses 2:16-17 ha sido traducido y explicado de diferentes maneras. ¿Qué nos dice el contexto y los antecedentes acerca de lo que Pablo quería dar a conocer?
Examinar la información en su contexto apropiado es una regla fundamental de la buena comunicación, sobre todo cuando se busca entender un pasaje difícil de la Biblia. Colosenses 2:16-17 es esta clase de pasaje , donde dice: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”.
La mayoría de los lectores en la actualidad nunca piensan acerca de los días de fiesta del Antiguo Testamento, lunas nuevas (en un contexto religioso) o los sábados, y mucho menos se preocupan por ser criticados (“juzgados”) por guardarlos. Y, ya que son “sombra de lo que ha de venir”, ¿tienen que ver con nosotros las cosas mencionadas en estos versículos?
Por otro lado, nuestro Salvador le recordó a Satanás: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4, citando Deuteronomio 8:3, énfasis agregado). A la luz de las contundentes palabras de Jesús, citadas del Antiguo Testamento, los cristianos deben investigar cuál es el entendimiento correcto de lo que Pablo escribió.
Hay personas que piensan que Colosenses 2:16-17 nos advierte en contra de pensar que algunas leyes del Antiguo Testamento se aplican a los cristianos. Veremos que esta conclusión saca de contexto lo que Pablo dice, y literalmente invierte su verdadero significado.
El contexto incluye los versículos antes y después, así como también lo que la Biblia dice acerca del mismo tema en otras partes. Nuestro artículo, “¿Qué fue clavado en la cruz en Colosenses 2:14?” explica los versículos anteriores. El artículo “La ley y la gracia: ¿Qué enseñó Pablo?” abarca el contexto más amplio de esta enseñanza. El tema de la gracia de Dios también es cubierto en nuestra sección sobre la “Gracia”.
Leyes del Antiguo Testamento
En primer lugar, no hay duda alguna de que Pablo recurre ahora al tema de las leyes y prácticas del Antiguo Testamento al referirse a “días de fiesta”, “lunas nuevas” y “sábados” (v. 16). ¿Pero significan estos versículos que toda ley del Antiguo Testamento es nula? Repasemos las palabras cuidadosamente para encontrar la respuesta.
El versículo 17 contiene un lenguaje difícil de seguir. Como usted sabe, los traductores determinaron el principio y final de los versículos, y estos principios y finales no siempre tienen sentido. El versículo 17: “todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”, es tan sólo parte de una oración.
El hecho de que los días de fiesta, lunas nuevas y sábados son sombra de lo que ha de venir es lenguaje claro, aunque a la mayoría nunca se le ha mostrado lo que la Biblia dice acerca de cómo estos días de fiesta representan los acontecimientos en el plan de Dios. Para mayor información sobre las fiestas de Dios y su plan, vean la sección “Vida” de este sitio en el Internet. La observancia de lunas nuevas es un tema separado que explicamos en “¿Deben los cristianos observar las lunas nuevas?” Pueden buscarlo en este sitio de Internet.
Las traducciones de la Biblia en lenguaje moderno tienen diferentes variaciones en sus traducciones y paráfrasis de la sección “pero el cuerpo es de Cristo”. Algunas versiones sustituyen palabras que esencialmente implican que las leyes del Antiguo Testamento no fueron reales (tan sólo fueron una sombra) y que la realidad genuina está en Cristo. Pero esta interpretación perjudica al lector.
Como lo muestra el Online Bible Greek Lexicon (“Diccionario griego de la Biblia en línea”) la palabra griega significa “cuerpo”. Y la palabra “es” fue insertada por los traductores porque ellos pensaron que ello ayudaba al flujo de la expresión. Sin la palabra “es”, el texto dice, “pero el cuerpo de Cristo”.
Pablo es famoso por escribir con oraciones largas. Él empieza el versículo 16 con, “Por tanto, nadie os juzgue”; y termina el versículo 17 con, “pero (sino) el cuerpo de Cristo”. En otras palabras, no permitan que ningún hombre o grupo de hombres los juzguen sobre la manera como ustedes practican las leyes y costumbres del Antiguo Testamento. Escuchen sólo al cuerpo de Cristo, la Iglesia (Colosenses 1:4; 1 Corintios 12:12-13, 27).
Entendiendo “comida” y “bebida” en Colosenses 2
Las palabras “comida” y “bebida” están en la forma de gerundio, así que una traducción más exacta sería “comer” y “beber”. Las fiestas de Dios incluían especialmente mucho de comer y beber (no de embriaguez)—literalmente festejando. Y el Nuevo Testamento nos habla de ancianos y creyentes comiendo juntos después de los servicios de adoración, lo cual enriquecía el gozo del compañerismo en el sábado.
Para entender completamente, necesitamos más antecedentes, pero al menos ahora sabemos que:
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Los cristianos, tanto judíos como gentiles (Colosenses 1:27), guardaban las leyes y costumbres del Antiguo Testamento.
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Otras personas estaban juzgando (criticando de una manera condenatoria) a estos miembros de la Iglesia por gozarse en comer y beber, lo cual es parte de la observancia de las asambleas ordenadas por Dios.
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Pablo no desalentó lo que ellos estaban haciendo, más bien les dijo que no permitiesen que otros condenasen sus prácticas. En lugar de eso, ellos debían permitir que sólo la Iglesia, el cuerpo de Cristo, los instruyera.
Ahora la última pieza del rompecabezas, es el conocimiento de algo que estaba sucediendo en las Iglesias de Asia en el momento en que Pablo les escribió. Esta información sale a la luz en los versículos que siguen después de Colosenses 2:16-17. He aquí lo que dicen: “Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
“Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne” (Colosenses 2:18-23).
Influencias gnósticas
Esta información de los antecedentes nos ayuda a entender porque Pablo escribió estas palabras. Muestra que la filosofía religiosa de lo que se convertiría en gnosticismo estaba empezando a aparecer en las congregaciones de la Iglesia de Dios. Varias epístolas del Nuevo Testamento corrigen dogmas pre-gnósticos que se estaban infiltrando dentro de la Iglesia. Los falsos dogmas incluían la adoración de ángeles, ideas diseñadas por el hombre (“rudimentos de este mundo”) y reglamentos en cuanto al duro trato del cuerpo (no toquen esto, no gusten eso, etc.). Pablo reconoció que estas cosas tenían cierto atractivo, porque las personas piensan que negarse un deseo significa que son justas.
El problema con esta forma de pensar es que nadie se justifica por seguir reglas inventadas por los hombres. El carácter justo se desarrolla por medio de vivir de acuerdo con las leyes que Dios dio. El Salmo 119:172 dice, “Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia”.
En resumen, Colosenses 2 muestra que había personas en la congregación que estaban promoviendo doctrinas impías, estaban criticando a los cristianos (tanto judíos como gentiles) por su observancia gozosa de los días de fiesta, nuevas lunas y sábados. Pablo confrontó estas herejías, y él les dijo a los miembros que estaban festejando de acuerdo a las fiestas de Dios y leyes de sábado que continuaran haciéndolo.
Usted puede leer información adicional acerca del sábado y fiestas de Dios en este sitio de Internet.