El libro de 1 Reyes es la continuación de la historia de la nación de Israel. Las historias de los reyes malos y buenos, tienen lecciones espirituales importantes para nosotros hoy en día.
En la Biblia hebrea, Josué y Jueces eran considerados como un solo pergamino y formaron el primer libro de la sección de los profetas anteriores. Los profetas anteriores también incluye 1 y 2 Samuel y 1 y 2 Reyes.
Introducción a Jueces
El libro de Jueces abarca el periodo de la historia de Israel desde la muerte de Josué hasta el tiempo del profeta Samuel. Desafortunadamente, después de que los israelitas ocuparon la Tierra Prometida, en repetidas ocasiones mostraron infidelidad hacia Dios y cayeron en el pecado y la idolatría. Al no tener un gobierno central fuerte, eran acosados por enemigos que querían exterminarlos.
En algunos momentos las tribus eran debilitadas por guerras civiles entre ellas mismas. Fue gracias a la misericordia de Dios y su constante intervención que el pueblo sobrevivió. A esta era a menudo se le conoce como el periodo de los jueces.
El manual bíblico de León resume la historia de las tribus cuando se asentaron en Canaán:
“El escenario humano en Jueces es deprimente. La suerte de la nación seguía un ciclo monótono y repetitivo. Israel abandonó a Dios por los dioses paganos. Como consecuencia de esto Dios permite que los israelitas sufran a manos de los canaanitas. Israel clama a Dios por ayuda. Dios les manda un mensajero. Todo está bien hasta que muere: entonces el viejo patrón de infidelidad se reafirma. En ninguna parte de las Escrituras se representa la inclinación natural del hombre para pecar de una manera tan grafica —una inclinación que se manifiesta incluso en aquellos que conocen a Dios. La sorpresa es el amor y la preocupación de Dios de cara a estas situaciones” (p. 219).
Si tan solo el pueblo hubiera manifestado fervor para servir y obedecer a Dios, hubieran sido bendecidos de una manera abundante: “¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!” (Deuteronomio 5:29). Lamentablemente, esta declaración cayó en oídos sordos.
¿Qué sucedió después de la muerte de Josué, su líder? “Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Eterno, y sirvieron a los baales. Dejaron al Eterno el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira al Eterno. Y dejaron al Eterno, y adoraron a Baal y a Astarot” (Jueces 2:11-13).
Esta rebelión tuvo como consecuencia la ocupación y el saqueo por parte de sus enemigos. Sólo cuando clamaron a Dios para que los ayudara, Él envió jueces para que los liberaran. Pero el cambio de actitud fue poco entusiasta y efímero, ya que pronto se volvieron a la idolatría y maldad (2:18-19).
Resumen de Jueces
Los comentarios de la Biblia no son unánimes cuando resumen el libro, pero a continuación les mostraremos una posibilidad:
Capítulo 1: las batallas inmediatamente después de la muerte de Josué.
Capítulo 2: resumen y perspectiva general del libro de Jueces.
Capítulo 3-8:32: sucesión cronológica de los jueces hasta la muerte de Gedeón.
Capítulo 10:6-12:15: los amonitas y el juicio de Jefté.
Capítulo 13:1-16:31: opresión filistea y el papel de Sansón en el juzgamiento de Israel.
Capítulo 17-21: anarquía general y guerra civil.
El manual bíblico de León da la lista de los nombres de los 12 jueces y algunas de sus victorias (p. 220):
- Otoniel de Judá (3:9); victoria sobre Cusan-risataim.
- Aod de Benjamín (3:15); victoria sobre Eglón de Moab.
- Samgar (3:35); victoria sobre los filisteos.
- Débora de Efraín y Barac de Neftalí (4:4-6); victoria sobre Jabín y Sisara.
- Gedeón de Manases (6:11); victoria sobre los madianitas y amalecitas.
- Tola de Isacar (10:1).
- Jair galaadita (10:3)
- Jefté de Galaad (11:11); victoria sobre los amonitas
- Ibzán de Belén (12:8).
- Elón zabulonita (12:11).
- Abdón de Efraín (12:13).
- Sansón de Dan (15:20); victoria sobre los filisteos.
Referencias a Jueces en el Nuevo Testamento
Hechos 13:20 se refiere a Jueces 2:16
Hebreos 11:32 se refiere a Barac, a Gedeón, a Jefté y a Sansón como hombres de fe. Puede haber aspectos en la vida de ellos que cuestionemos, pero ellos demostraron fe en el poder y autoridad de Dios.
Profundización
El siguiente comentario útil aparece en El manual bíblico de Joseph Angus: “todo el periodo [de los jueces] no debe considerarse como una línea ininterrumpida de apostasía. Algunos de los problemas mencionados anteriormente afectaron sólo algunas partes del país, mientras que el resto estaba en un mejor estado. Los pecados que provocaban castigo y las salvaciones que precedían al arrepentimiento están relacionados detenidamente; mientras que los periodos largos, durante los cuales los jueces gobernaron y el pueblo obedeció a Dios, están descritos en un solo versículo” (p. 444).
Intervenciones milagrosas
Las intervenciones milagrosas de Dios son evidentes a través del libro de Jueces. Desde temprana edad la mayoría de la gente en el mundo cristiano se familiariza con los personajes de Gedeón y Sansón.
Gedeón fue uno de los instrumentos humanos que Dios escogió para liberar a los israelitas. Él se consideraba a sí mismo como “el menor en la casa de mi padre” (6:15), pero Dios a menudo trabaja a través de personas que pueden ser consideradas insignificantes. ¡Este mismo principio aplica también para los cristianos del Nuevo Testamento! (1 Corintios 1:26).
Al principio Gedeón parecía que tuviera falta de fe, pero Dios llevó a cabo unos milagros para animarlo y fortalecer su fe:
- Los alimentos que Gedeón puso sobre la peña, fueron consumidos por el fuego que salió de la misma peña (6:20-21).
- Dios llevó a cabo su bien conocida señal del vellón (6:36-40).
- De un ejército inicial de 32.000 hombres, Dios escogió 300 para derrotar a los madianitas.
Probablemente, entre los personajes más conocidos del Antiguo Testamento se encuentran Sansón y su amante filistea Dalila. Canciones populares y películas de Hollywood se han basado en sus hazañas, incluyendo la manera engañosa con la que Dalila timó a Sansón para que le revelara el secreto de su fuerza.
El dramático episodio final es bien conocido. Sansón derribó y destruyó el templo de Dagón, haciendo que colapsaran los dos cimientos que lo sostenían, muriendo en la acción y llevándose consigo a todos los principales de los filisteos. Él era un hombre con una fuerza increíble —cargó las enormes puertas de Gaza muchas millas cuesta arriba (16:3), y empujó y apartó las dos columnas que sostenían el templo pagano.
Pero desafortunadamente tenía serias debilidades personales, incluyendo una falta de autocontrol y la inhabilidad de controlar sus pasiones. Sansón no tomó en serio las habilidades que Dios le había dado; y como resultado pagó un precio muy alto.
A pesar de sus debilidades humanas, Dios pudo usar a estos individuos para salvar a su pueblo. Si tenemos la percepción y la humildad para reconocer y esforzarnos para superar nuestra debilidad, Dios es capaz y está dispuesto a trabajar a través de nosotros también. El apóstol Pablo reconoció sus propias debilidades, expresándolas al exclamar “miserable de mí”, pero sabiendo también que a través del arrepentimiento Dios lo iba a perdonar y a utilizarlo para su servicio (Romanos 7:24-25; 8:1-4).
Lecciones para nosotros
Al estudiar los ejemplos del antiguo Testamento, podemos aprender a no cometer los mismos errores. Si somos cristianos, no podemos permitirnos fallar y caer en los mismos errores (1 Corintios 10:1-11).
¿Qué lecciones podemos aprender del libro de Jueces?
La historia del pueblo de Israel en Jueces es una cronología triste y lamentable de la incapacidad de aprender de los errores del pasado. El libro de Jueces muestra un ciclo continuo del pueblo de Dios pecando y siendo infiel a Dios, siendo castigados y clamando por salvación. Misericordiosamente Dios cada vez enviaba un salvador y los opresores eran derrotados, dándole un descanso a su pueblo. Pero a lo largo de los años el mismo viejo patrón se repitió, hasta que inevitablemente el pueblo fue invadido y duramente gobernado por sus enemigos.
Las naciones de hoy en día deberían tener en cuenta y analizar lo que pasa cuando la gente rechaza las enseñanzas de la Palabra de Dios, la Biblia, y desobedece los Diez Mandamientos de Dios, los cuales describen cómo amar a Dios y a nuestro prójimo.
Dios promete bendecir a un pueblo que actúe de esta forma. “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz del Eterno tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también el Eterno tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra” (Deuteronomio 28:1).
Todos aquellos que estén dispuestos a aceptar las enseñanzas de la Biblia y a ponerlas en práctica serán bendecidos. Así lo demuestra el apóstol Santiago cuando fue inspirado a escribir: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22).
La importancia de un liderazgo justo
Cuando Israel estuvo sometido a la dominación y servidumbre extranjera, y clamó a Dios para que los liberara, Él escogió individuos que, por medio de su ayuda, desarrollaron grandes habilidades de liderazgo. Estos individuos los guiaron en las batallas y los liberaron de sus opresores. Mientras que estos líderes estuvieron con vida, el pueblo prosperó, pero cuando murieron el pueblo regresó a sus caminos de maldad y apostasía.
La importancia de un liderazgo justo en una nación no puede ser ignorada, especialmente cuando el líder está comprometido a dar el ejemplo de alguien temeroso de Dios. En Proverbios 29:2 dice: “Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime”.
¿Con cuánta frecuencia hemos presenciado en los últimos años este principio: “En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta” (Proverbios 11:10)?
Siguiendo el camino que parece ser el correcto
El ultimo versículo en el libro de Jueces enuncia: “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25). Referencias similares se encuentran en Jueces 17:6; 18:1; y 19:1.
El inevitable resultado de los seres humanos “haciendo lo que bien les parecía” aparte de las instrucciones y enseñanzas de Dios es desorden, confusión —y muerte. La Biblia nos ha sido dada como una guía de la conducta humana, y debería ser la base al fundar una sociedad.
Proverbios 14:12 y 16:25 hacen un gran énfasis en este mismo punto: “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte”. Que estos versículos se repitan no es por casualidad. Se repiten para asegurarse que estas verdades no sean ignoradas ni tomadas a la ligera.
Escoja sabiamente
Desde Génesis hasta Apocalipsis aquellas naciones e individuos que estuvieron dispuestos a someterse a Dios y a sus mandamientos, eventualmente fueron bendecidos, y aquellos que rechazaron el conocimiento revelado por parte de Dios sufrieron penurias a nivel nacional y personal. Es un asunto de causa y efecto.
- “Bienaventurado el hombre que teme al Eterno, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera” (Salmos 112:1).
- “Bienaventurado todo aquel que teme al Eterno, Que anda en sus caminos” (Salmos 128:1).
Dios nos creó como agentes morales libres —Él nos ha dado la capacidad de escoger— y Él no nos va a obligar a obedecerlo. Depende de cada individuo rechazar el camino que es contrario a la verdad revelada en la Biblia y decidir con determinación seguir su Palabra, la Santa Biblia.
Un buen punto de partida es aprender más acerca de las leyes buenas y benéficas de Dios, explorando nucstra sección de los “Diez Mandamientos”. También puede ir a nuestra sección “Conversión cristiana” para aprender más acerca del cambio que le agrada a Dios.