Gálatas es una carta dirigida a “falsos hermanos” (Gálatas 2:4) que decían que la circuncisión era obligatoria para los gentiles. ¿Qué leyes desafió Pablo en este libro?
El libro de Gálatas es una de las epístolas (cartas) que el apóstol Pablo escribió a las congregaciones de la Iglesia de Dios. Los cristianos que recibieron esta carta vivían en la región de Galacia, actualmente parte de Turquía, con el Mar Negro al norte y el Mar Mediterráneo al sur.
Nelson’s New Illustrated Bible Dictionary [Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia de Nelson] describe la historia de esta región de la siguiente manera: “En el tercer siglo a.C., tribus celtas que habían sido expulsadas de Galia (Francia) se establecieron en la parte norte de la región. Así esta región recibió su nombre de las tribus de Galia, Galacia… El término Galacia… puede que también se refiera a la antigua región étnica en la parte norte-central de Asia Menor, o a la provincia que los romanos fundarían posteriormente (incluyendo el sur de Galacia)”.
La zona sur de Galacia albergaba muchas sinagogas, debido a que tenía una mayor cantidad de habitantes que la parte norte de Galacia. Pablo pasó la mayoría de su primer viaje en la parte sur de Galacia (alrededor de 46-48 d.C.). Algunas de estas ciudades y provincias de Galacia se mencionan en Hechos 13:13-14:
“Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia;… Ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron”.
¿Los que temen a Dios?
Pablo fue el apóstol de los gentiles, como él mismo lo afirma en Gálatas 2:7-9: “me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión”.
Al parecer un grupo de personas en las sinagogas de Galacia tuvieron una parte importante en su ministerio con los gentiles. Note como Pablo se dirigió a sus oyentes en la sinagoga en Hechos 13: “Varones israelitas, y los que teméis a Dios, oíd” (v. 16, énfasis añadido). A simple vista esto pareciera ser una referencia a los israelitas temerosos de Dios. Sin embargo, la frase “los que teméis a Dios” también puede referirse a los creyentes gentiles de la sinagoga, conocidos como “los temerosos de Dios”.
Hay varias fuentes bibliográficas que nos ayudan a entender más este grupo:
- “Pero ¿dónde encontraron ellos gentiles que escucharon su predicación? En el primer ejemplo, entre esos gentiles quienes, sábado a sábado, iban a la sinagoga judía… Ellos no aceptaban la circuncisión ni la obligación de guardar toda la ley judía… Algunos de ellos guardaban el sábado como día de descanso y observaban las leyes judías de la alimentación. Se les conocía como los que temían a Dios” (F.F. Bruce, The Spreading Flame [La llama que se extiende], pp. 93-94).
- “Había otro grupo que a menudo se menciona en Hechos como ‘los que temían a Dios’ (Hechos 10:2, 22; 13:16, 26)… Pablo se dirigió especialmente a ellos en sus viajes misioneros, y con ellos “comenzó muchas de sus iglesias” (Catholic Encyclopedia, “Proselyte” [Enciclopedia católica, “Prosélita”]).
- Este grupo que temía a Dios abrió el camino para que otros gentiles, quizás con menos conocimiento acerca de los caminos de Dios, quisieran escuchar el evangelio. Esto se menciona en Hechos 13:42-44: “los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas… El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios”.
Los principales temas en Gálatas
- La apostasía. Esto significaba el abandonar las enseñanzas y el camino de Dios. En Galacia la amenaza más grande de esta apostasía fue encabezada por “falsos hermanos” (Gálatas 2:4) quienes enseñaban que la circuncisión era un requisito para los cristianos gentiles. En los capítulos 1 y 4 Pablo les advierte que no vuelvan a estos rudimentos del pasado.
- Obras de la ley. Pablo usó esta frase para mostrar algo más profundo que solamente el guardar la ley, sino el tratar de guardar la ley sin la fe, o independientemente de la fe en la sangre de Jesucristo. Expresiones similares a obras de la ley son “la maldición de la ley” (Gálatas 3:13) y “bajo la ley” (4:4-5). Porque todos hemos pecado (Romanos 3:23), aquellos que tratan de vivir separados de la fe en Cristo están bajo la pena de muerte de la ley, sin importar si guardan la ley o si hacen buenas obras de caridad.
- La circuncisión. La circuncisión llegó a ser un símbolo para aquellos que buscaban justificación sin tener fe en la expiación de la muerte de Jesucristo (aunque nadie puede ser justificado de otra manera). Pablo no puso la circuncisión y todos los mandamientos de Dios bajo un mismo grupo. Esto lo aclaró en 1 Corintios 7:19: “La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios”.
- Justificación por fe. “Justificar” significa “declarar, pronunciar a una persona justa, recta, o de la manera como él debería ser” (Thayer’s Greek Lexicon [Léxico griego de Thayer]). Esta declaración de Dios se basa en la fe en el sacrificio de Cristo. Nadie tiene derecho a ser justificado por su propio esfuerzo. Sin embargo, Pablo también enseñó que, “los hacedores de la ley serán justificados” (Romanos 2:13). Dios no bendice actitudes que van en contra de su ley. La definición de fe que Pablo nos da es similar a la definición de Santiago: “la fe sin obras es muerta” (Santiago 2:20). Por lo tanto, los hacedores de la ley, de acuerdo a la fe en Cristo, serán llamados justos por Dios (Él sabe si nuestro corazón es recto). Simplemente, esto significa que no podemos ser justificados por la ley —ninguna ley. Sin embargo, sólo los hacedores de la ley serán justificados por la misericordia de Dios.
La calidad de nuestro carácter, conducta y conversaciones reflejan el Espíritu en nosotros que no se ve, (Gálatas 5:22). ¿Cómo está nuestro sistema de irrigación espiritual? ¿Está produciendo madurez y buen fruto en nuestra vida?
- Frutos del Espíritu Santo. Generalmente, el “fruto” es la parte del producto que se ve y que está encima de la tierra. Sin embargo, la calidad del fruto se origina en las raíces que no se ven. De la misma manera, la calidad de nuestro carácter, conducta y conversaciones reflejan el Espíritu en nosotros que no se ve, (Gálatas 5:22). ¿Cómo está nuestro sistema de irrigación espiritual? ¿Está produciendo madurez y buen fruto en nuestra vida? Pablo nos da una importante advertencia al respecto en otra de sus cartas: “No apaguéis el Espíritu” (1 Tesalonicenses 5:19).
Resumen de Gálatas
- Gálatas 1:1-5: Saludos. Pablo usa un saludo similar en 13 epístolas. Él menciona su cargo de “apóstol”, y dice, “Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo”.
- Gálatas 1:6-10: Rápida apostasía. Pablo estaba maravillado que ellos se alejaran “tan pronto” del evangelio. El único y verdadero evangelio estaba siendo distorsionado por aquellos que enseñaban que la circuncisión era un requisito para los gentiles.
- Gálatas 1:11-17: El llamado de Pablo. Él rechazó de forma categórica su “conducta en otro tiempo en el Judaísmo”.
- Gálatas 1:18-24: La visita a Jerusalén. Hechos 9 registra la primera visita de Pablo con Pedro, y la aprensión que muchos cristianos tenían acerca de su venida. Ellos vinieron a ver a “aquél que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba” (Gálatas 1:23).
- Gálatas 2:1-10: Otra visita a Jerusalén. En esta ocasión, Santiago, Pedro y Juan reconocieron el trabajo que Dios estaba haciendo a través de Pablo y Bernabé con los gentiles (Gálatas 2:9).
- Gálatas 2:11-21: La hipocresía de Pedro. Pedro y Bernabé mostraban favoritismo con “aquellos que eran de la circuncisión”. Sorprendentemente, esto pasó después de la visión de Pedro cuando él reconoció que: “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10:34). Pero los hábitos son difíciles de sacar —y los apóstoles eran humanos. Pablo confrontó a Pedro, quien voluntariamente se arrepintió.
- Gálatas 3:1-9: Justificación por la fe. Ver el tema 4 arriba.
- Gálatas 3:10-14: La maldición de la ley. La maldición no era acerca de la ley misma —sino que se refiere a la pena de muerte al quebrantar la ley: “Maldito todo el que es colgado en un madero” (v. 13).
- Gálatas 3:15-18: La promesa. La justificación viene a través de la “Simiente” prometida, que es Cristo. Esta promesa hecha a Abraham precedió a la ley por 430 años.
- Gálatas 3:19-25: El propósito de “la ley”. “Fue añadida a causa de las transgresiones” (v. 19). ¿Qué ley fue después añadida debido a las transgresiones de otra ley? Los sacrificios, las leyes rituales y ceremoniales eran un “recordatorio de los pecados” (Hebreos 10:3), y fueron añadidos como símbolos de la justificación a través del sacrificio de Cristo.
- Gálatas 3:26-29: Hijos y herederos. Los cristianos son “herederos según la promesa”, la cual fue hecha a Abraham antes de que él fuera circuncidado y antes de que su hijo naciera. Esto confirma que la salvación es a través de la fe y no por linaje o ley.
- Gálatas 4:1-7: Hijos biológicos vs. esclavos. Bajo la ley romana, los hijos eran considerados “hijos adoptivos” hasta que se les daba una túnica de “adulto” cuando sus padres así lo decidieran (Life Application New Testament Commentary [Comentario de aplicación de vida del Nuevo Testamento]). Antes de esto, la herencia de ellos era la misma que la de un esclavo (quien también podía ser “adoptado” como un hijo). Así mismo, nosotros no somos herederos hasta que somos hechos hijos a través de Jesucristo, de acuerdo a la voluntad de nuestro Padre.
- Gálatas 4:8-20: “Rudimentos” (stoicheion). Esta palabra griega puede denotar algo “básico”, como algo que se necesita para un “niño” (v. 1) o “principios básicos” para adultos (Hebreos 6:1). También puede significar cuerpos celestiales (el sol, la luna, etcétera), a los cuales los gentiles servían “en otro tiempo, no conociendo a Dios”, esto es, antes de que guardaran el sábado. Consecuentemente, los “días y meses” que ellos antes observaban eran paganos. Estos “rudimentos” son “débiles y pobres” porque no hay ningún provecho en adorarlos. (Ver también otra mención acerca de estos cuerpos celestiales en 2 Pedro 3:10-12).
- Gálatas 4:21-31: Dos pactos: la promesa vs. la ley. El monte Sinaí “da hijos para esclavitud” porque no hay ninguna ley, ya sea moral o ritual, que pueda justificar los pecados. Esto se puede lograr solamente a través de la Simiente prometida.
- Gálatas 5:1-6: Deudores a toda la ley. Aquellos circuncidados, tenían que guardar toda la ley, incluyendo las ceremonias rituales que sólo eran un tipo de justificación.
- Gálatas 5:7-15: El amor cumple la ley. El amor no termina con la ley —la completa, por ejemplo el amor hacia Dios (Mandamientos 1-4) y el amor hacia el prójimo (Mandamientos 5-10).
- Gálatas 5:16-26: El fruto del Espíritu Santo. Ver tema 5 arriba.
- Gálatas 6:1-5: Sobrellevad las cargas de los otros. Así es como nosotros “cumplimos” la ley de Cristo. Por supuesto que “cumplir” no significa abolir la ley de Cristo. De la misma manera que el amor no elimina los Diez Mandamientos.
- Gálatas 6:6-10: Hacer el bien a los demás. Debemos ayudar a todos los hombres, sin dejar de ayudar a la iglesia que es nuestra prioridad —“mayormente a los de la familia de la fe” (v. 10).
- Gálatas 6:11-18: Hay que gloriarse en Cristo, no en nosotros mismos. Había detractores que trataban de obligar a los Gálatas a circuncidarse y así jactarse en la carne (v. 12). Pablo se gloriaba en el sacrificio de Cristo. Él se despide con una bendición sincera: “Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amen”.
El rol importante de Galacia
Pablo dedicó mucho de su tiempo y esfuerzo en Galacia durante los comienzos de su ministerio. El visitó Galacia dos veces antes de la conferencia en Jerusalén en 49 d.C., y una vez más poco después. Esto demuestra lo importante que era esta parte del mundo para él.
- Como se explicó anteriormente, su primer viaje incluyó visitas a la parte sur de Galacia: Perga en Panfilia, Antioquía en Pisidia, Derbe, Listra, Iconio, etcétera (Hechos 13-14).
- Después de ser apedreado y dejado por muerto, es interesante notar las ciudades a las cuales Pablo regresó: “y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe… volvieron a Listra, a Iconio y Antioquía” (Hechos 14:20-21).
- El apedreamiento de Pablo tal vez tuvo como resultado la “enfermedad del cuerpo… la prueba que tenía en mi cuerpo”, así también como su herida o enfermedad de su ojo, la necesidad de escribir en “grandes letras”, y las “marcas” en su cuerpo (Gálatas 4:13-15; 6:11, 17). Pablo fue apedreado “una vez“ (2 Corintios 11:25), lo que ocurrió justo antes de su regreso a la parte sur de Galacia (antes de la conferencia de Jerusalén).
- Después de la histórica conferencia en Jerusalén, durante su segundo viaje, encontramos a Pablo de nuevo en “Derbe y Listra… e Iconio”, donde él les entregaba “las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén” (Hechos 16:1-5).
- Pablo también visitó Galacia durante su segundo y tercer viaje (Hechos 16:6; 18:23), aunque muchos eruditos creen que estos pasajes se refieren a la parte norte de Galacia.
Últimas palabras
¿Cuáles fueron las leyes que Pablo desafió en Gálatas? La circuncisión y sus derivados son mencionados 16 veces en Gálatas. Esto es el doble de veces, por capítulo, más que en cualquier otro libro en la Biblia. Pablo dijo claramente que la circuncisión no era un requisito para los gentiles. Por otro lado, el sábado fue la enseñanza clave que Pablo usó cuando predicaba a los Gálatas (Hechos 13:14, 26-27, 42-44).
Cuando Pablo escribió Gálatas, más de15 años después de la resurrección de Jesucristo, los judíos y los gentiles que guardaban el sábado, ya habían establecido la identidad de la Iglesia de Dios, como una Iglesia que guardaba los mandamientos. Por lo tanto, no fue necesario que Pablo enseñara, o repitiera el mandamiento del sábado. Si cualquiera de los Diez Mandamientos se hubiera abolido, la Iglesia hubiera reaccionado tan abiertamente como cuando recibió el cambio de la circuncisión. Lea más acerca de esto en el artículo “¿Cambió el apóstol Pablo el mandamiento del sábado?”
Examinemos nuevamente la milagrosa sanación de Pablo después de haber sido apedreado. Pablo pudo haberse arrepentido de predicar el evangelio por razones de seguridad personal, paz mental, salud y estrés. En lugar de eso, él continuó con su compromiso con el camino de vida de Dios, teniendo fe en que Dios lo sustentaría, mientras valientemente volvía a visitar y a predicar en el sur de Galacia: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hechos 14:22).
Pablo es un gran ejemplo para nosotros hoy.
Lea más de las enseñanzas de Pablo acerca de la ley la gracia en el artículo “¿Qué enseña Gálatas acerca de la ley y la gracia?”