2 Pedro

El apóstol Pedro escribió su segunda epístola para combatir las enseñanzas falsas y contrarias a la Biblia. ¿Por qué es tan importante para todos los cristianos rechazar las doctrinas heréticas?

Mientras que 1 Pedro se concentra principalmente en persecuciones, y cómo los cristianos deben vivir bajo tales circunstancias, el propósito de 2 Pedro es confrontar y oponer creencias engañosas que fueron introducidas por “falsos profetas” que intentaban desalentar, y atacar la fe de los miembros de la Iglesia.

William Barclay afirma: “La segunda epístola de Pedro fue escrita para combatir las creencias y actividades de ciertos individuos que eran una amenaza para la Iglesia… Es claro que Pedro está describiendo antinomianos [aquellos que se oponían a la ley], hombres que usaban la gracia de Dios como una justificación para pecar” (The Daily Study Bible Series: The Letters of James and Peter, [Serie de estudio bíblico diario: las cartas de Santiago y Pedro] edición revisada, pp. 283-284).

Dr. Barclay explica: “Es un libro de suma importancia porque fue escrito para refutar a hombres que estaban debilitando la ética y doctrina cristianas, y que tenían que ser detenidos antes de que la fe cristiana se derrumbara por la perversión de la verdad” (p. 289).

Pedro exhorta al pueblo de Dios a aceptar firmemente la sana doctrina bíblica. Ya que hombres corruptos y malos —individuos que se habían “olvidado del camino correcto”— estaban introduciendo “herejías destructivas” (2 Pedro 2:1, 15). En el capítulo 2, Pedro lanza un ataque poderoso a estos maestros heréticos, a quienes Pedro describe como “atrevidos y contumaces”, “animales irracionales” (criaturas irracionales, que actuaban como animales), “hijos de maldición”, “para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre (vv. 10, 12, 14, 17).

Esta extensa descripción de Pedro, es un recordatorio muy serio para aquellos que se ven tentados a introducir enseñanzas falsas dentro de la Iglesia. Aquellos que enseñan la Palabra de Dios deben mantenerse fieles a las doctrinas fundamentales de la Biblia. Santiago 3:1 afirma: “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación”.

Acerca del autor

Segunda de Pedro es probablemente el libro más disputado entre todos los libros del Nuevo Testamento. Algunos eruditos a través de los siglos han dudado de la autenticidad de su autor, alegando que el estilo literario y el vocabulario griego que se usa en 2 Pedro son menos refinados que en 1 Pedro. Otros han propuesto que ya que 2 Pedro se parece mucho a la carta de Judas, esto podría indicar que es una copia más tardía del libro, y que el nombre de Pedro simplemente habría sido añadido posteriormente.

Otras fuentes externas, sin embargo, confirman su validez. Davis Dictionary of the Bible [Diccionario de la Biblia de Davis] afirma: “No hay muchos los rastros del uso de esta epístola en los primeros años de la Iglesia, pero al principio del tercer siglo, Origen se refiere a ella de una manera concluyente, demostrando así que fue usada en la iglesia de su tiempo; y aunque había algunas dudas acerca del autor, estas desaparecieron ante el peso de la evidencia histórica” (John D. Davis, cuarta edición revisada, p. 627).

La evidencia interna es definitiva:

  • El autor se refiere a sí mismo como “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo” (2 Pedro 1:1).
  • Él estuvo presente durante la transfiguración de Jesús (Mateo17:1-9; 2 Pedro 1:16-18).
  • Cristo predijo la forma en que iba a ser martirizado (Juan 21:18-19; 2 Pedro 1:14).
  • Él se refiere a sí mismo como uno de “vuestros apóstoles” del “Señor y Salvador” (3:2).
  • El autor afirma que él escribió una primera epístola a los mismos destinatarios (3:1).

Se repite el uso de ciertas palabras y frases en ambas epístolas

Es interesante notar cómo se repiten ciertas palabras y frases en ambas, primera y segunda epístolas —lo que arroja aún más pruebas acerca de la autenticidad de su autor.

A continuación damos un ejemplo:

  • En ambas epístolas la palabra conducta (o manera de vivir) es usada: 1 Pedro 1:15, 18; 2:12; 3:1, 2, 16 y 2 Pedro 2:7; 3:11.
  • Las referencias proféticas son similares en ambas epístolas: 1 Pedro 1:10-12 y 2 Pedro 1:19-21; 3:2.
  • La palabra santo es usada ocho veces en 1 Pedro y seis veces en 2 Pedro.

Pedro, el pescador

Pedro usa ciertas expresiones que un pescador usaría:

  • “Seducen” en 2 Pedro 2:14. La palabra originalmente significaba: “atrapar con cebo” (Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo de Vine, “seducir”).
  •  “[Ellos] seducen” in 2 Pedro 2:18. Ésta tiene un significado similar a la palabra “seducen” in 2:14. Estos hombres malvados “atraen” o “tientan” a personas inocentes, poniendo carnadas con sus enseñanzas engañosas para finalmente desviarlos.

Resumen de 2 Pedro

  1. Saludos, y las grandiosas promesas de Dios (1:1-4).
  2. Pasos que promueven el crecimiento cristiano (1:5-11).
  3. Profecía acerca de la muerte de Pedro (1:12-15).
  4. La palabra profética es segura y confiable (1:16-21).
  5. Descripción de la apostasía (2:1-22).
  6. Esperanza en la segunda venida de Cristo (3:1-13).
  7. Permanecer firmes, y continuar creciendo en el conocimiento verdadero y en el favor de Dios (3:14-18).

 “Conocimiento”, uno de los temas más importantes

Pedro le da mucha importancia al conocimiento bíblico verdadero y auténtico: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (1:3, énfasis añadido). Este conocimiento verdadero es totalmente opuesto al conocimiento engañoso que enseñan estos falsos maestros, y que finalmente destruye vidas (capítulo 2).

Estas maravillosas promesas que hablan del regreso de Cristo, llenan a los cristianos de esperanza y seguridad.Cuando los cristianos aplican este conocimiento pleno y perfecto en la forma que viven su vida, el resultado es que la “gracia y paz” son “multiplicadas” (1:2), y aún más, esto conduce al crecimiento espiritual y desarrollo que Dios espera de nosotros (1:3, 5-8; 3:18).

Cuando respondemos al llamamiento de Dios, nuestras mentes son abiertas a un entendimiento más profundo acerca de su “gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas” (1:3-4). Estas maravillosas promesas que hablan del regreso de Cristo, llenan a los cristianos de esperanza y seguridad.

Sed diligentes: la recompensa que nos espera vale el esfuerzo

Pedro amonestó a los hermanos: “tanto más procurad [esta palabra nos incita a tener un sentido de urgencia para esforzarnos y dar lo mejor de nosotros] hacer firme vuestra vocación y elección” (1:10). El resultado final va a ser una recompensa maravillosa: “Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.

La palabra entrada significa un camino que lleva a un lugar, y en este versículo, se refiere al Reino de Dios, al cual carne y sangre no pueden entrar (1 Corintios 15:50). Note que el Reino de Dios no es la Iglesia, porque ellos ya eran parte de la Iglesia. Para ellos la entrada al Reino de Dios era un evento que iba a suceder en el futuro, cuando ellos serían resucitados al regreso de Jesucristo y cambiados a espíritu (1 Corintios 15:49-55). Solamente en ese momento ellos podrán entrar al “reino eterno” (2 Pedro 1:11).

2 Pedro y la epístola de Judas

Hay un cierto parecido entre algunos versículos en 2 Pedro y Judas: 2 Pedro 2:4 y Judas 6; 2 Pedro 2:6 and Judas 7; 2 Pedro 2:11 y Judas 9; 2 Pedro 2:17 y Judas 12. Un autor puede haber estado familiarizado con la carta del otro, pero por supuesto, Dios a través de su Espíritu tenía la habilidad de inspirar y guiar a ambos autores a registrar verdades similares con el objeto de subrayar estas enseñanzas.

Cómo combatir la incredulidad acerca del regreso de Jesucristo a la Tierra

Una de las técnicas empleadas por los falsos maestros fue el ridiculizar la creencia de los verdaderos cristianos acerca de la segunda venida de Cristo. Ellos ponían en duda los indicadores proféticos de su regreso, y decían que eran meramente cíclicos: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pedro 3:4).

Dr. Barclay comentó acerca del versículo 4: “Esta pregunta implica que la cosa o la persona que se pone en duda no existe” (p. 338). La pregunta también sugiere que no se puede confiar en Dios ya que Él no ha cumplido su promesa. ¡Ésta es una acusación muy seria en contra de nuestro Creador!

Ésta es también una advertencia para la generación de nuestro tiempo, un período al que Pedro se refiere como “los postreros días” (3:3) —el tiempo en el cual estamos viviendo. Muchos hoy en día se burlan y se ríen de la idea del regreso de Jesucristo.

Recuerden el diluvio

Pedro incluso afirma que las actitudes y las acciones de estos falsos profetas se oponen claramente a lo que Dios reveló a “los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles” (3:2).

Pedro subraya que a pesar de las aparentes tardanzas, el plan de Dios no ha cambiado ni ha fallado, sino que se cumplirá de acuerdo al plan que Dios ha predeterminado (3:9). Él usa el ejemplo bíblico del diluvio como prueba de que Dios va a hacer lo que ha dicho. Noé recibió la advertencia de Dios muy seriamente, y construyó el arca (Hebreos 11:7), probablemente bajo constante desprecio y ridículo. Después de muchos años las aguas cubrieron la Tierra, exactamente como Dios lo había dicho.

Que su llamado sea una elección segura

En vista de las promesas fieles de Dios, Pedro urge a los cristianos a poner “toda diligencia”, y seguir esforzándonos, para hacer de nuestro llamado una elección firme y segura (2 Peter 1:5, 10). Él nos da una fórmula para alcanzar esta meta. Los versículos 2-3 muestran cómo nos ayuda Dios y lo que Él ofrece a los creyentes en nuestra búsqueda para vivir este camino de vida cristiano, mientras que los versículos 5-7 muestran nuestra responsabilidad.

Aquí presentamos una lista, y una breve descripción de las expresiones que se usan en la fórmula para que nuestro llamamiento y elección sean firmes y seguros:

  1. Fe es la fundación sobre la cual las otras virtudes pueden crecer. Fe es la confianza en que lo que Dios dice en su Palabra va a cumplirse con certeza (Hebreos 11:1).
  2. A la fe hay que añadir virtud. La palabra griega es arete, y significa bondad, excelencia moral, y valentía.
  3. A la virtud hay que añadir conocimiento. Dr. Barclay afirma: “Gnosis es conocimiento práctico; es la habilidad de aplicar el conocimiento de Dios a situaciones específicas, el cual sophia [sabiduría] provee” (p. 302). Su propósito es guiarnos a un entendimiento más profundo de cómo vivir la vida cristiana
  4. Al conocimiento hay que añadir dominio propio. Es la habilidad de controlar en forma consistente las pasiones personales y nuestra voluntad humana, de una manera que honre y complazca a Dios.
  5. Al dominio propio hay que añadir paciencia. También podemos llamarla constancia o perseverancia. Expositor’s Bible Commentary [Comentario bíblico del expositor] define la palabra como “la habilidad de resistir, literalmente ser paciente bajo el peso de las adversidades… denota el resistir valientemente” (p. 388).
  6. A la paciencia hay que añadir piedad. Esto implica el reconocer a Dios en todos los aspectos de nuestra vida diaria, el cual produce un profundo sentido del deber, primero hacia Dios, y después hacia nuestro prójimo.
  7. A la piedad hay que añadir afecto fraternal. La palabra griega es philadelphia, y significa amor hacia los hermanos. La unidad entre hermanos requiere de un amor genuino y afecto los unos por los otros.
  8. Al afecto fraternal hay que añadir amor. Dr. Barclay escribe, “El cristiano debe mostrar a todos los hombres el amor que Dios ha mostrado hacia él” (p. 305).

Pedro concluye esta sección diciendo: “porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”, y la recompensa final de una “amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro señor y Salvador Jesucristo” estará asegurada (vv. 10-11).

¿Para qué vive usted?

En Lucas 12:13-21, Cristo enseñó una invaluable lección spiritual: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (v. 15).

¿Qué es lo que más valoramos?

¿Cuántos de nosotros no estamos realmente dispuestos a sacrificar el presente para asegurar el futuro? Necesitamos preguntarnos: ¿estamos poniendo a Dios primero? ¿O estamos permitiendo que “los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas” ahoguen nuestra oportunidad de aceptar el llamamiento y las promesas de Dios? (Marcos 4:19). 

Nuestro más sincero deseo y esperanza para usted es que actúe basándose en el “el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3), y que usted empiece a caminar en el camino que guía a una vida feliz y abundante en el presente —y la vida eterna en el futuro.

Esto requiere responder a Dios, y cambiar para llegar a ser como Él.

Para un estudio más profundo, lea los artículos en la sección “Epístolas Generales”.

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