Marcos escribió el Evangelio más corto, y con la narración más dinámica de todos los cuatro Evangelios. El hizo énfasis en el poder divino, pero al mismo tiempo mostró el lado humano del sufrimiento del Siervo de Dios.
Aunque Marcos es el Evangelio más corto, es un libro lleno de acción de principio a fin. Él no registra ninguna información acerca del nacimiento o infancia de Jesús, a diferencia de Mateo y Lucas que si lo hacen, pero nos introduce al ministerio de Juan el Bautista.
Inmediatamente después de los primeros nueve versículos, Jesús aparece y es bautizado: “Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia” (Marcos 1:10-11).
La expresión “y luego” aparece de nuevo en el siguiente versículo, introduciendo así dos versículos acerca de Satanás tentando a Jesús en el desierto. Marcos usa la expresión “y luego” 39 veces más, recalcando así la urgencia de la historia de Jesús y el mensaje.
El evangelio
El mensaje de Jesús es de suma importancia en el libro de Marcos. La primera cita de Jesús que él registra nos muestra el enfoque de su Evangelio: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15).
La palabra evangelio simplemente significa “buenas noticias”. Las buenas noticias de Jesús fueron acerca del Reino de Dios —El gobierno de Dios que Él va a establecer en la Tierra en su segunda venida para ofrecer soluciones a todos los males de este mundo. En su primera venida Jesús puso en marcha este plan cuando Él dio su vida y murió, pagando así la pena por nuestros pecados. Esto hizo posible que tuviéramos acceso al arrepentimiento para poder recibir el perdón de nuestros pecados. Sin esta reconciliación y conversión, no podríamos ser parte de su maravilloso Reino.
Más información acerca de este tema se encuentra en nuestra revista Discernir, en la serie de cinco partes acerca de “El mensaje del Mesías”.
Los temas principales en Marcos
El Evangelio de Marcos muestra a Jesús como el Mesías, lo cual demuestra a través de su poder divino. El libro se concentra en los milagros de Jesús más que cualquier otro Evangelio (esto se basa en el porcentaje del libro). Este breve Evangelio registra 18 de los 35 milagros de Jesús que encontramos en la Biblia.
El Evangelio de Marcos es un libro lleno de acción. Él se concentra más en los eventos que en las enseñanzas y sermones que encontramos en Mateo, Lucas y Juan.
Pero Marcos también nos muestra la parte humana, resaltando los sentimientos de aquellas personas involucradas. Él usa adjetivos que describen como se sentían las multitudes (Marcos 1:27; 4:41; 7:37), y nos muestra también los sentimientos de Jesús (3:5; 14:34).
Al aumentar la tensión con los líderes judíos, Jesús dijo claramente que debía sufrir y morir, pero que Él se levantaría de entre los muertos (Mark 8:31). Jesús enseñó que los que le siguieran también tendrían que estar dispuestos a sufrir (v. 34), pero que su Reino vendría con poder (9:1).
Jesús nos dejó su ejemplo de cómo servir (Marcos 10:45), y comparó a sus seguidores con siervos que esperaban el regreso de su Señor, diciéndoles que estuvieran en guardia y que oraran “para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo” (Marcos13:36).
Jesús nos dejó su ejemplo de cómo servir (Marcos 10:45), y comparó a sus seguidores con siervos que esperaban el regreso de su Señor, diciéndoles que estuvieran en guardia y que oraran “para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo” (Marcos13:36).
Él les dio una misión que cumplir: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). Esa misión de predicar las buenas noticias del Reino de Dios continúa hasta el día de hoy. (Vea nuestro artículo “¿Cuál es la misión de la Iglesia?”).
Bosquejo de Marcos
El siguiente es un breve bosquejo del contenido de Marcos:
- Prólogo (1:1-13): Juan el Bautista; El bautismo de Jesús y la tentación.
- Ministerio en Galilea (1:14 a 9:50), incluyendo la preparación de los discípulos, conflictos, y las predicciones de la muerte de Jesús.
- En el camino a Jerusalén (10:1-52).
- Ministerio en Jerusalén (11:1 a 13:37), incluyendo la profecía del Monte de los Olivos.
- Los días finales de Jesús (14:1 a 16:20), incluyendo la Pascua, el arresto, crucifixión y resurrección de Jesús.
¿Quién escribió el libro de Marcos?
El Evangelio de Marcos no menciona su autor. “Sin embargo, muchos documentos de la Iglesia primitiva señalan unánimemente a Marcos como su autor. Papías, obispo de Hierápolis (140 d.C.), asegura que Marcos, al ser el intérprete de Pedro, escribió un Evangelio con mucha exactitud. El prólogo romano de Marcos, del año 160-180 d.C., también mencionó a Marcos como el autor, e Ireneo, alrededor del año 180 d.C., aseguró que Marcos fue el que registró las enseñanzas de Pedro. Esto también lo confirman Tertuliano y Clemente de Alejandría, ambos en África del Norte alrededor del año 200 d.C.” (Nelson’s NKJV Study Bible, Introduction to Mark [Biblia de estudio de NVKJ de Nelson, Introducción a Marcos]).
¿Quién era Marcos? También se le conocía como Juan Marcos (Hechos 12:12, 25; 15:37), y aparentemente él se crió en la fe. Al parecer muchas actividades de la Iglesia se realizaban en la casa de su madre (Hechos 12:12-17).
Es posible que Marcos haya incluido en su libro un relato acerca de sí mismo, ya que los otros Evangelios no mencionan esta parte. Esto lo vemos en Marcos 14:51-52 donde Marcos se identifica a sí mismo cuando dice “cierto joven” que seguía a Jesús y que al final huyó desnudo.
Marcos era pariente de Bernabé (Colosenses 4:10). Quizás el padre de Marcos había muerto, y esta sería la razón por la cual él tenía una relación muy cercana con su primo Bernabé. Él siguió a Bernabé y a Pablo en lo que a menudo se conoce como el primer viaje misionero; pero cuando Marcos los dejó repentinamente, Pablo perdió la confianza en él (Hechos 15:37-39). Sin embargo Bernabé estuvo dispuesto a darle una segunda oportunidad. Años después, Pablo señala que él también había vuelto a tener confianza en Marcos (Colosenses 4:10-11; Filemón 1:24).
Marcos también fue colaborador de Pedro (1 Peter 5:13), y muchas de las tradiciones dicen que el Evangelio de Marcos incluye las memorias de Pedro.
La última vez que se menciona a Marcos se encuentra en 2 Timoteo 4:11, donde Pablo dice: “Me es útil para el ministerio”.
El idioma y el estilo de Marcos
Juan Marcos, así como todos los primeros seguidores de Cristo, debieron haber crecido hablando arameo en su vida diaria, y también habrían aprendido hebreo por razones religiosas. El griego y el latín eran los idiomas del Imperio Romano, y seguramente hubieran sido el tercer o cuarto idioma de los discípulos.
Los especialistas han notado la influencia de otros idiomas cuando Marcos escribía en griego. “A Marcos le gustaba transcribir palabras a ambos idiomas; palabras del latín al griego (al menos diez de ellas), y ocasionalmente su griego muestra una leve influencia cuando usa expresiones y construcciones gramaticales del latín.
“De hecho el arameo es el idioma con más influencia en el lenguaje que usa Marcos… Cuando uno lee su Evangelio pareciera que viniera de una persona que hablaba arameo como lengua materna.
“Aunque Marcos se desenvuelve fácilmente en griego, su manejo del idioma es claramente inferior al de Lucas y otros escritores [Nuevo Testamento], él logra demostrar un estilo muy fuerte, nuevo y dinámico. Usa el presente histórico más de 150 veces, y la expresión ‘y luego’ ocurre 41 veces. Esto da a los lectores de Marcos la impresión que estuvieran escuchando un reportaje en el momento de la escena...
“Marcos quiere que sus lectores sean partícipes, y no solamente observadores. Él quiere que sus lectores respondan a lo que él les está contando acerca de Jesús cuando dice: ‘Él es el Cristo, el Hijo de Dios’” (Zondervan NIV Bible Commentary, Vol. 2: New Testament [Comentario bíblico de Zondervan NIV, Vol. 2: Nuevo Testamento], p. 139).
Lea más acerca del Evangelio de Marcos y su relación con los otros Evangelios en nuestros artículos “Los Evangelios” y “Los Evangelios Sinópticos”.