Cómo usar bien la palabra de verdad
En 2 Timoteo 2:15 Pablo le dijo al joven ministro que usara bien la palabra de verdad. ¿A qué se refería el apóstol? ¿Cómo podemos usar bien la palabra de verdad en nuestro estudio?

Timoteo tuvo el honor de recibir correspondencia personal de parte del apóstol Pablo.
Pablo le escribió a Timoteo, un ministro más joven, con al menos dos cosas en su mente: darle ánimo y consejo a largo plazo.
Las epístolas pastorales de 1 y 2 Timoteo parecen instrucciones finales y de despedida —algo muy útil no sólo para Timoteo y los ministros de la época, sino a todos los ministros en la Iglesia a lo largo del tiempo.
Pero realmente, el contenido de estas dos epístolas se puede y debe aplicar no sólo a aquellos en el ministerio, sino a todos los hijos de Dios.
Un ejemplo lo podemos encontrar en 2 Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”.
¿Qué significa “usar bien la palabra de verdad”? ¿Por qué Pablo le dio esa responsabilidad a Timoteo? ¿Cuáles son las consecuencias de no seguir esa clara instrucción?
¿Cómo respondería usted si se le designara esta responsabilidad?
En esta publicación, vamos a responder esas preguntas y analizar más de cerca lo que significa “usar bien la palabra de verdad”.
“Usar bien”
La sociedad post moderna de hoy, prácticamente ha eliminado palabras como “bien”, “correcto”, “absoluto” y “adecuado” de los diccionarios mentales de las personas.
Debido al impacto cultural de esta corriente, muchas personas dicen ahora que no existe tal cosa como un camino de vida o una interpretación definitiva o absoluta. En lugar de esto, la idea que prevalece es que el punto de vista, la opinión o decisión personal es tan válida y correcta como la de cualquier otra persona. (Si usted desea aprender más acerca de esta corriente de pensamiento, lo invitamos a leer “Cómo sobrevivir en un mundo de postverdad”.)
La visión errada del mundo puede hacer que fácilmente se crea que la Biblia es un libro genérico, con una sabiduría general abierta a la interpretación de cada individuo. “Para mí este versículo significa esto, pero puede ser distinto para otra persona”, casi todos argumentan.
Pablo nos dice que debemos abordar la Biblia con la misma destreza, precisión y atención a los detalles, que los ingenieros romanos usaban al llevar a cabo su trabajo. Pero, ¿qué había en la mente del Dios Todopoderoso cuando nos dio su Palabra inspirada?
La advertencia de Pablo es que debemos aferrarnos a la versión literal estándar, para usar correctamente la palabra de verdad.
¿Acaso quería Él que las personas escogieran qué escrituras consideraban relevantes, descartaran otras y justificaran la malinterpretación de algunos pasajes, con la excusa de qué “esto es lo que la escritura significa para mi”?
Lo que Pablo escribió en 2 Timoteo 2:15 indica que no se trata de lo que las personas piensan que dice la Biblia, más bien se trata de lo que realmente dice la Biblia y cómo debe encajar correctamente y entenderse.
Pablo exhorta a Timoteo —y, de hecho, a todos los estudiantes y maestros de la Biblia— a no leer en ella lo que uno quiere ver, sino a tratar de comprender lo que dice el Autor, el Dios Todopoderoso (2 Timoteo 3:16).
Muchas personas, incluso pastores, permiten tergiversaciones personales para influenciar sus interpretaciones de la Biblia, lo que lleva a falsas conclusiones, por sacar de contexto las escrituras o establecer doctrinas, sólo con pequeños extractos de la Biblia, en lugar de analizar el panorama completo.
Éste es un ejemplo de lo mal que se usa la palabra de Dios —una de las causas de que surjan numerosas herejías.
La advertencia de Pablo es que debemos aferrarnos a la versión literal estándar, para usar correctamente la palabra de verdad.
Los romanos de la época de Pablo eran conocidos por su destreza en la ingeniería, y era muy evidente la precisión y habilidad con la que construían extensos caminos —en ocasiones, incluso, a través de las montañas.
"Manejar con destreza", "enseñar correctamente" o "explicar adecuadamente", son aspectos que forman parte de usar bien la Palabra de Dios.
La pregunta es: ¿cómo podemos estar seguros de hacerlo? ¿Existen reglas o pautas generales que debamos seguir al estudiar o enseñar la Palabra de Dios?
A continuación, hay tres principios que debemos tener en cuenta para poder usar bien las Escrituras:
1. Comience primero con las escrituras fáciles.
Cuando esté tratando de entender o establecer alguna doctrina, vaya directamente a los versículos de la Biblia que lo expresen con mayor claridad. Esto debe formar nuestra premisa. Entonces podemos usar estas escrituras como base para nuestro entendimiento para aquellas que sean menos claras.
2. Lea cada versículo acerca del tema.
Evite formarse creencias a partir de escrituras aisladas. Siempre tenga en cuenta todos los versículos de la Biblia que hablen acerca de ese tema. Las verdades de Dios se encuentran reuniendo todas las escrituras relacionadas a un tema y luego interpretando lo que enseñan como un todo.
3. Permita que la Biblia se interprete a sí misma.
No permita que los sesgos personales o ideas preconcebidas influyan en su entendimiento. Recuerde, Dios dice lo que piensa y piensa lo que dice.
Si seguimos estas tres reglas y oramos sinceramente para adquirir entendimiento, entonces estaremos bien encaminados para poder usar bien la palabra de verdad. Si usted desea más información acerca de cómo estudiar la Biblia, lo invitamos a leer nuestros artículos de la sección “Estudio de la Biblia”.
“La palabra de verdad”
Los que estudian la Biblia deben tratar la Biblia con respeto, reconociéndola como la “palabra de verdad” de Dios.
Los estudiantes y maestros de la Biblia deben tratar a este libro con respeto, reconociéndola como la “palabra de verdad” de Dios.
La Biblia no es una colección arbitraria de mitos y fabulas creadas por el hombre. El mismo Dios, quien no puede mentir, es el autor de ella (Tito 1:2; 2 Timoteo 3:16).
Si la Biblia fuera producto del hombre, entonces sería razonable esperar errores, inconsistencias y contradicciones. Pero teniendo en cuenta que es producto de la mente y voluntad de Dios, podemos estar totalmente confiados que lo que leemos es la única fuente de verdad.
Veamos cómo el apóstol Pedro aclara el verdadero origen de la Biblia en 2 Pedro 1:20-21: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
¿Y qué dijo Jesús, el hijo de Dios, acerca de la Biblia? Justo antes de su muerte, le oró al Padre diciendo: “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
Debemos reverenciar la Biblia por lo que afirma ser —“la palabra de verdad”. Si usted desea obtener más información acerca de este tema, lo invitamos a leer nuestro artículo "¿Qué es la verdad?”.
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado”
Básicamente, lo que Pablo le está diciendo a Timoteo es: “mira, si quieres ser aceptado por Dios, trata su palabra con sumo cuidado”.
¿Era el trato negligente de la Biblia un problema en el siglo I?
¡Si!
De la misma manera en que hay una forma correcta de seguir una receta o conducir un automóvil, también hay una forma correcta de manejar la Palabra de Dios.
El apóstol Pedro nos da una idea de algo que la Iglesia del siglo I enfrentó cuando describió las epístolas de Pablo: “entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras escrituras, para su propia perdición” (2 Pedro 3:16).
Evidentemente, incluso en la presencia de los apóstoles originales, las personas llegaban a falsas conclusiones porque no estaban manejando correctamente la Palabra de Dios.
Entonces, para evitar caer en esa categoría que Pedro describe, debemos usar bien la palabra de verdad.
De la misma manera en que hay una forma correcta de seguir una receta o conducir un automóvil, también hay una forma correcta de manejar la Palabra de Dios. Cuando estos tres principios se ponen en práctica, la persona va a estar bien encaminada a ser un “obrero que no tiene de qué avergonzarse”.
Existe paz y seguridad en eso.
Si usted desea aprender más acerca de la Palabra de Dios y necesita un punto de partida para comenzar a usar bien la Biblia, lo invitamos a inscribirse en nuestro Curso bíblico gratuito.
Fecha de publicación: Agosto 12, 2025