El endeudamiento estudiantil, una cruda realidad
El endeudamiento estudiantil es una realidad que varios países están enfrentando actualmente, producto del encarecimiento de la educación. En un futuro cercano, éstas deudas ¿desencadenaran una crisis financiera a sus países?
Los estudiantes y egresados de carreras universitarias en Estados Unidos nunca estuvieron tan endeudados como ahora. Los créditos que los estudiantes solicitan para poder recibir formación académica son la segunda causa de endeudamiento en ese país, después de los créditos hipotecarios. De ahí su alto riesgo para la economía del país y para las familias.
Se estima que alrededor de 44 millones de estadounidenses viven a diario con el flagelo de la presión de los créditos que solicitaron, en su momento, para poder estudiar, y muchos de ellos se ven muy asfixiados por estas deudas, hasta muchos años después de haber salido de la universidad.
El 7 por ciento de las deudas adquiridas por créditos del Estado fueron para efectos estudiantiles; y esto sin considerar todos aquellos créditos otorgados por los bancos directamente a las personas, los cuales están valorados en 64.200 millones de dólares. Según un estudio publicado por la Reserva Federal en junio de 2018, un 42 por ciento de los estudiantes en Estados Unidos se han visto obligados por las circunstancias a endeudarse para poder costear su formación universitaria.
Lamentablemente, esta no sólo es una realidad que se vive en Estados Unidos. En Chile se vive una situación similar de endeudamiento, lo que desencadenó hace un poco de tiempo un fuerte movimiento estudiantil exigiendo educación gratuita y de mejor calidad. Es terrible ver cómo estudiantes que aún no finalizan su último año de carrera, ya le adeudan al sistema financiero chileno más de US$ 23.000 en promedio.
Se estima que en Chile un estudiante universitario puede estar 25 años de su vida teniendo que pagar el crédito universitario. Así que, si usted egresó cuando tenía 25 años, ya puede estimar hasta qué edad de su vida tendrá que estarle pagando al sistema financiero su crédito.
Un sistema que lleva más y más al endeudamiento
Se estima que entre 20.000 y 25.000 dólares es la cifra promedio por cada deudor estudiantil que le debe al Estado en Chile. Y la cifra es aún mayor para los que empezaron a estudiar a partir del 2016 en adelante (aproximadamente 37.172 dólares por deudor).
En el otoño del 2018 había veinte millones de personas inscritas en las universidades estadounidenses; cinco millones más que en el otoño del 2000; y eso es muy fácil de entender, debido a que los diplomas se han vuelto imprescindibles para dar la dura pelea y poder acceder a oportunidades de un buen trabajo en el competitivo mercado laboral de hoy.
Un estudio de la Universidad de Georgetown reveló que de aquí al 2020, alrededor del 65 por ciento de los empleos exigirán como requisito mínimo, al menos una licenciatura.
El sostenido encarecimiento de la educación
En algunos casos, la deuda estudiantil se debe pagar durante décadas, y aun así hay muchos casos de estudiantes y egresados que se ven imposibilitados de seguir pagando sus compromisos.
Estudiar es una inversión a futuro que se ha hecho cada vez más grande y difícil de sobrellevar, y más aún cuando vemos que la formación académica en las universidades se sigue encareciendo sostenidamente.
Ya vimos cómo, en algunos casos, la deuda estudiantil se debe pagar durante décadas, y aun así hay muchos casos de estudiantes y egresados que se ven imposibilitados de seguir pagando sus compromisos.
Constantine Yannelis, profesora de Finanzas en la Universidad de Nueva York y especialista en el área de créditos estudiantiles, asegura que, de los 44 millones de endeudados estudiantiles en Estados Unidos, más del 10 por ciento no ha seguido pagando sus deudas con el Estado.
La deuda estudiantil podría llevar a una crisis financiera
Dado que en el 90 por ciento de los casos el acreedor es el Estado, significa que son los contribuyentes quienes pagan por las deudas de los estudiantes. Esta tendencia apunta hacia un escenario muy riesgoso, ya que se advierte que de aquí a sólo cuatro años más, es decir al 2023, la masa de morosos podría ascender del 10 por ciento al 40 por ciento; todo esto según los cálculos de la Brookings Institution, con sede en Washington. Este pronóstico hace que cada vez más analistas adviertan el grave riesgo de una crisis financiera como la de 2008, la cual esta vez no sería causada por lo bancos, sino por los estudiantes.
La montaña de deudas académicas puede tener tal efecto negativo y de larga duración sobre no tan solamente la economía, sino también sobre el comercio, ya que “quien mucho debe, poco compra”. Así lo hizo saber Jerome Powell, jefe del Sistema de la Reserva Federal, cuando se dirigió al congreso en marzo del 2018, quien dijo que el endeudamiento estudiantil podría incluso ralentizar el crecimiento de la economía.
Un mundo esclavo de las deudas
En proverbios 22:7 encontramos las siguientes palabras: “El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”. Tal parece que la esclavitud no ha cambiado, sólo ha cambiado el instrumento de deuda…
A Dios no le agrada que los ricos se enseñoreen de los pobres y que existan sistemas “legales” para endeudar a muchos. Por otro lado, la educación no puede ser totalmente gratuita pagada por parte del Estado. Cuando algo es totalmente gratuito, se tiende a desaprovechar. Encontrar el balance es algo en lo que todos los gobiernos deberían trabajar.
Los deudores deberían hacer un genuino esfuerzo por pagar sus deudas. Las universidades deberían esforzarse por ser justas y no hacer un negocio abusivo de la educación. El Estado debería cobrar intereses correctos por sus préstamos a los estudiantes. Y sí, para los estudiantes que no son responsables los prestamos deberían tener sus limitaciones.
Aún en los tiempos de David, vemos la opresión de las deudas y cómo Dios dispuso a David para ser jefe de muchos endeudados y así librarlos de sus aflicciones (1 Samuel 22:2).
Para Dios no es sano que vivamos en deudas que nos esclavizan, pero este mundo está gobernado por el príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2), Satanás, quien ha llevado al hombre a vivir bajo un sistema contrario a lo establecido por el Dios perfecto y santo. Satanás ha instigado a que los pobres no tengan otra alternativa que meterse en deudas para poder vivir y educarse, y a que los ricos se vuelvan más ricos a través de los préstamos y altos intereses que cobran.
Pero Cristo vendrá pronto a esta Tierra para establecer una nueva forma de administración.
¿Se imagina usted viviendo en paz, y sin la maldición de las deudas? Esto será una realidad dentro de poco tiempo, a través del establecimiento del Reino de Jesucristo sobre esta Tierra. Lo invitamos a leer nuestro articulo en Vida, Esperanza y Verdad titulado “Como enfrentar las deudas”, donde encontrará sabios consejos para tener una economía sana.
Fecha de publicación: Enero 15, 2019