El papa Francisco otorga el perdón de los pecados
Los participantes que asistan a Dublín al Encuentro Mundial de las Familias que se desarrollará en agosto de este año, podrán acceder al perdón de sus pecados o ayudar a sus parientes muertos a avanzar en su paso por el purgatorio hacia el cielo.
La semana pasada el papa Francisco otorgó, con anticipación, una "indulgencia plenaria" a los participantes en este evento y también ha establecido un calendario de indulgencias a través de diferentes eventos que se desarrollarán durante el año en curso.
Según informan los periódicos del Vaticano, el papa Francisco concederá el don de las indulgencias a los fieles, en ocasión del IX Encuentro Mundial de las Familias, a celebrarse en Dublín, Irlanda, entre el 21 y el 26 de agosto de este 2018.
De acuerdo con el catecismo de la Iglesia Católica, una indulgencia es “la remisión ante Dios de la pena correspondiente a pecados que han sido perdonados por el pontífice o por otros medios por él establecidos”.
Hay que mencionar que las indulgencias sólo pueden ser concedidas por el papa, los obispos y los cardenales. También las indulgencias se pueden entregar a quienes recen determinada oración, visiten determinado santuario, utilicen ciertos objetos de culto, realicen ciertos peregrinajes, o cumplan con ciertos rituales específicos.
En el caso de la actividad católica que se llevará a cabo en Dublín, incluso para aquellos que no estén presentes y lo puedan ver por la televisión y la radio, podrán lograr una indulgencia parcial siempre que reciten el Padre Nuestro, el Credo y otras oraciones devotas.
De acuerdo a la Iglesia Católica, existen otras formas de obtener indulgencias para perdonar los pecados y evitar el castigo. Algunas de ellas son:
- Escalar la montaña sagrada de Croagh Patrick en Irlanda: esto sólo es válido una vez en junio, julio y agosto, si subes la montaña y rezas en la capilla en la parte superior.
- Escuchando el discurso del papa, Urbi et Orbi, en Semana Santa o en Navidad.
- Para el día de los muertos en noviembre: varias indulgencias están disponibles para aquellos que rezan por los muertos en fechas determinadas, como en el día de los muertos.
- Eventos papales especiales: en los últimos años esto ha incluido la Jornada Mundial de la Juventud, el Año de la Fe 2012-13, el Jubileo y otros.
- Primera comunión: tanto los que la reciben como los que asisten a la ceremonia pueden coleccionar indulgencias.
También en el evento que se llevará a cabo en Dublín se concederán indulgencias parciales a los fieles que, con el corazón contrito y en el tiempo indicado, recen por el bien de las familias”, según el decreto papal.
El uso de las indulgencias en el catolicismo es una tradición que se remonta al tiempo de las cruzadas en el siglo XI y que fue evolucionando hasta transformarse en una forma de abuso económico, que fue motivo de oposición por parte de Martín Lutero, quien las denunció. Ésta fue una de las anti-doctrinas que sentó las bases del protestantismo. A propósito, en este tema Lutero tenía toda la razón. La Palabra de Dios de ninguna manera apoya que un hombre asuma la autoridad de perdonar pecados.
Requisitos verdaderos para el perdón de los pecados
Según la Palabra de Dios, el pecado es el tema más importante que debe enfrentar un cristiano, ya que la vida misma está en juego cuando pecamos. En 1 de Juan 3:4 se menciona: “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley”. También se menciona en Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte”.
El pecado es el enemigo número uno que destruye la vida de las personas, socaba las vidas de aquellos que lo cometen y los condena a sufrir las consecuencias que éste genera. Pero por sobre todo, el pecado nos aleja de Dios.
La actitud correcta
Uno de los requisitos principales para obtener el perdón de los pecados es tener en la mente la actitud correcta.
En el capítulo dos del libro de los Hechos se muestra, al poco tiempo después de la muerte de Cristo, al apóstol Pedro dando un mensaje muy elocuente y directo en el que llamó la atención de un grupo de creyentes en Jerusalén, diciéndoles que ellos habían crucificado al Hijo de Dios personalmente. Al oír esta acusación y al reconocer la gravedad de sus pecados, quienes escuchaban a Pedro “se compungieron de corazón”, y en seguida le preguntaron al apóstol qué podían hacer al respecto. La respuesta de Pedro fue contundente: “arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
La confesión del pecado a Dios y el arrepentimiento, son mucho más importantes que simplemente sentirnos mal por haber pecado. Implica un cambio grande desde nuestro corazón, mente y cuerpo. Implica poner nuestra fuerza de carácter para cambiar genuinamente nuestra manera de pensar y de vivir. Arrepentirse implica dejar de pecar.
Vivir una vida sin pecado implica tener una relación diaria con Dios, reconocer a Jesucristo como nuestro ejemplo y reflexionar a diario acerca de la sangre de Jesús, que nos limpia de todo pecado.
Dios nunca duda en perdonarnos cuando le confesamos nuestros pecados, cuando nos arrepentimos genuinamente y le pedimos perdón con humildad y contrición.
Dios está vivo y Jesucristo es el Salvador de aquellas personas que quieran ser transformadas, renovadas y libres del pecado.
¿Se motiva usted a cambiar su conducta y a tener el sacrificio de Jesucristo accesible para ser perdonado de todos sus pecados pasados?
En VidaEsperanzayVerdad.org estamos a diario entregando material para que usted y su familia compartan el verdadero conocimiento, lo mediten, se esfuercen a arrepentirse de sus vidas anteriores y vivan una vida diferente, con la esperanza cierta de que el Dios verdadero dará la bendición y la recompensa.
Fecha de publicación: Julio 6, 2018