El significado de 2 Timoteo 3:16: “Toda la escritura es inspirada por Dios”
¿Tiene relevancia la Biblia para usted? ¿Por qué debería usted estudiarla? Pablo plantea cuatro razones en 2 Timoteo 3:16-17. ¿Qué significa 2 Timoteo 3:16 para los cristianos?

¿Qué dice 2 Timoteo 3:16?
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.
¿Por qué deberíamos tomarnos el trabajo de leer —y estudiar— la Biblia?
Después de todo, es un libro antiguo —y, por cierto, muy antiguo.
Aparte de esto, La Biblia fue escrita a lo largo de unos 1.500 años por diferentes autores —algunos con nombres extraños y difíciles de pronunciar como Habacuc— en frases que con frecuencia suenan más a acertijos.
No es una sorpresa que la Biblia pueda parecer un libro abrumador.
Y aún más, ¿tiene alguna relevancia la Biblia en nuestra era actual?
A decir verdad, creo que la Biblia es más relevante de lo que uno se podría imaginar.
¿Por qué debemos estudiar la Biblia?
Uno de los argumentos más convincentes para estudiar la Biblia lo encontramos en una sola frase en la Biblia misma.
Pablo escribió: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).
La primera afirmación de ese versículo debería llevarnos a hacer una pausa: “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (énfasis añadido).
Sin lugar a dudas, este versículo revela la razón principal por la que la Biblia es diferente a cualquier otro libro del mundo. Fue inspirada por Dios mismo, el Creador del universo —nuestro Creador.
Él es el verdadero autor.
Y Él quiere que escuchemos lo que tiene para decir. De hecho, le gustaría que todo el mundo escuchara lo que tiene para decir. Lo que Pablo escribió en 2 Timoteo 3:16-17 es uno de los argumentos más sólidos de Dios para estudiar la Biblia —dicho en sólo 35 palabras.
Profundicemos en este versículo y analicemos las cuatro razones que plantea para estudiar la Biblia.
Razón 1: “La Biblia es útil para enseñar”
La Biblia es útil para enseñar y para obtener respuestas.
¿Qué enseña?
Realmente, en las Escrituras se tratan cualquier cantidad de temas. La Biblia ofrece información acerca de una gran variedad de temas, como la salud, las finanzas, las relaciones interpersonales, la comunicación, cómo ser un hombre, cómo ser una mujer, lo que es moralmente correcto e incorrecto, cómo vivir la vida, etcétera.
El estudio de la Biblia debe ser una parte regular de la vida de un cristiano.
El estudio de la Biblia debería ser una parte habitual en la vida de un cristiano.
No obstante, aún más importante que sus contenidos más prácticos e inmediatamente útiles, son las enseñanzas de la Biblia acerca del propósito del hombre.
La Biblia es el único libro que responde a la pregunta acerca del verdadero propósito de la existencia humana. Filósofos, líderes religiosos, políticos, pensadores y algunas de las mentes más brillantes del mundo han intentado responder a esa pregunta y han fracasado.
¿Por qué? Francamente, porque intentaron resolver la pregunta utilizando sus propias ideas, en lugar de buscar las respuestas en la Palabra de Dios.
La Biblia revela la verdad acerca de preguntas como: ¿cuál es el propósito de la vida? ¿Por qué está usted aquí? ¿Por qué lo creó Dios? ¿Cómo le gustaría a Él que usted viviera su vida? La Biblia es muy útil para esos interrogantes. La Biblia debería ser el primer lugar al que acudimos en busca de estas respuestas.
Si usted desea aprender lo que dice la Biblia acerca de estos temas, lo invitamos a consultar nuestros numerosos recursos que le ayudarán en ese proceso. Si usted desea aprender más acerca el propósito de la vida humana, lo invitamos a leer nuestro artículo ¿Por qué nació usted?
Razón 2: “para redargüir”
La palabra redargüir se traduce del griego elegcho, que significa condenar, refutar, rebatir, generalmente con una sugerencia de vergüenza para la persona condenada (Léxico griego de Thayer).
Estudiar la Biblia significa, en ocasiones, ser reprendido —condenado y expuesto.
Eso es, por supuesto, asumiendo que abordemos la Biblia con la actitud correcta. El que “tiembla a mi palabra”, como se describe en Isaías 66:2, es la persona que se toma la Biblia en serio, con reverencia y sobrecogimiento.
Cuando leemos la Biblia con esta mentalidad, sin duda nos sentiremos mal —como si nos pisaran los dedos de los pies. Pero Dios lo diseñó así, y en parte es por eso que la Biblia es una lectura absolutamente imprescindible.
Si la leemos con honestidad y atención, la Biblia se convierte en la vara con la que medimos nuestros pensamientos, nuestra conducta y nuestro comportamiento. Dios quiso que nos viéramos a nosotros mismos a la luz de sus normas y expectativas.
Pensemos en un cuchillo.
Los cuchillos cortan cosas.
Imagínese que toma un cuchillo y corta una manzana por la mitad. Con las dos mitades de la fruta en sus manos, ¿qué ve?
Quizás vea la pulpa, el corazón y las semillas de la fruta.
En pocas palabras, el cuchillo reveló información acerca de la manzana que de otra manera no habría descubierto —le mostró el contenido, el interior.
La Biblia utiliza una metáfora similar para describirse a sí misma, en Hebreos 4:12: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.
Imagínese un libro tan poderoso que puede atravesar tantas capas como sea necesario para llegar a la parte más profunda y secreta de su ser —el corazón y la mente— y mostrarle lo que hay allí. Y, lo que es más importante, lo que necesita cambiar.
Eso es la Biblia.
Si usted desea aprender más acerca de la actitud humilde que debemos tener para estudiar la Palabra de Dios, lo invitamos a leer ¿Qué pide Dios de nosotros? Humillarnos.
Razón 3: “para corregir”
La corrección es el siguiente paso lógico después de la reprensión.
Dios no se dedica a hacer que las personas se sientan mal sin motivo. Él tiene un objetivo final en mente.
Según 2 Timoteo 3:16-17, la Biblia fue diseñada de tal manera que puede arrojar luz sobre nuestras faltas y deficiencias, es decir, reprendernos, y luego corregirnos.
La palabra griega para “corrección” es epanorthosis, que significa: restauración a un estado recto o correcto; corrección, mejora.
Quizás se pregunte qué importancia tiene realmente la corrección; después de todo, ¿a quién perjudica que usted decida no recibirla?
La Biblia sirve para corregir porque Dios nos ama. Él quiere que usemos su Palabra para mantenernos en su camino recto y angosto. Analicemos el siguiente ejemplo:
La Biblia es para corregirnos porque Dios nos ama. Él quiere que usemos su Palabra para mantenernos en su camino recto y angosto.
En el campo de la aviación existe una regla general conocida como la regla del 1 en 96. Básicamente, la regla establece que por cada grado que un avión se desvía de su rumbo previsto, se desviará de su destino final 1,6 kilómetros por cada 96 kilómetros volados.
Si su objetivo está a 30 centímetros de distancia y su trayectoria se desvía un grado, la distancia entre usted y su destino será insignificante, de solamente 0,5 centímetros, muy pequeña, ¿verdad? Pero cuanto más camina, mayor será la desviación. Si usted volara 4.830 kilómetros con un error de cálculo de tan sólo un grado, terminaría en un lugar muy diferente del que pretendía llegar.
Lo mismo puede decirse de nuestras vidas. Si Dios pasara por alto la corrección y no dijera nada acerca de nuestros errores, la distancia entre nosotros y el camino recto y angosto, donde se encuentra la paz y la protección, aumentaría con el tiempo.
El pecado, o desviarnos del camino, aunque sea un sólo grado, nos llevará a lugares en los que nunca esperábamos encontrarnos.
La Biblia es para corregirnos porque Dios nos ama. Él quiere que usemos su Palabra para mantenernos en su camino recto y angosto (Mateo 7:13-14).
Si usted desea aprender más acerca del camino angosto de Dios, lo invitamos a leer Angosta es la puerta: ¿qué quiso decir Jesús con esto?
Razón 4: “para instruir en justicia”
Justo es una de esas palabras que suena casi medieval, y tal vez le haga a usted pensar en un caballero digno que mantenía los hombros hacia atrás y la espalda recta.
El término simplemente significa “correcto”, y se puede usar para describir a alguien que hace lo correcto. Una persona justa es alguien que se distingue por su comportamiento o conducta correctos. Sin embargo, esta palabra puede ser tanto un sustantivo como un adjetivo. Justicia es un sustantivo, y eso se puede definir como la condición de estar en buena posición ante Dios, o ser aceptable para Dios.
Esto implica que, para estar en un estado de justicia ante Dios, hay que encontrarse con Él en sus términos, no en los nuestros.
Para estar en un estado de justicia ante Dios, hay que encontrarse con Él en sus términos, no en los nuestros.
Para estar en un estado de rectitud ante Dios, hay que cumplir con sus condiciones, no con las de otra persona. Hay dos tipos de rectitud: la rectitud verdadera y la rectitud falsa.
El lugar en el que nos encontramos depende de las condiciones que hayamos aceptado. ¿Juzgamos nuestra rectitud según los estándares del mundo? ¿O nos basamos en los estándares de Dios? ¿Qué estándares son realmente importantes?
Esta misma pregunta fue un tema muy controvertido entre los judíos y los cristianos en el siglo I.
Pablo, inspirado por Dios, escribió: Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios (Romanos 10:3).
Hay una manera de evitar ignorar la justicia de Dios y establecer su propia justicia, y esa manera se encuentra en la Palabra de Dios.
La definición que Dios da de la justicia se encuentra en el Salmo 119:172: “Todos tus mandamientos son justicia”.
La Biblia es el único lugar donde podemos encontrar todos los mandamientos de Dios. ¿Le gustaría estar en buena posición ante Él? ¿Le gustaría saber cómo recibir sus bendiciones, gracia y favor?
Para recibir instrucción en justicia, no busque más allá de la Biblia.
Para profundizar en los mandamientos de Dios y cómo puede aplicarlos a su vida, lo invitamos a leer nuestro artículo Los Diez Mandamientos y el camino de vida de Dios.
¿Cómo puedo aplicar 2 Timoteo 3:16-17?
En el versículo 17, Pablo concluye su pensamiento con la afirmación: a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
La Biblia es el manual de instrucciones de Dios para la humanidad y, como Creador y Diseñador, Él incluyó todos los principios que necesitamos para las cosas a las que nos enfrentamos en la vida. Y, dado que la sabiduría de la Biblia proviene de un Dios eterno, su aplicación a los seres humanos es, de hecho, eterna. Es para todos, en todas partes, en todas las generaciones.
Pero incluso si usted está convencido de las cuatro razones por las que debe estudiar la Biblia, es posible que aún no le resulte fácil leerla.
La Biblia puede ser realmente un desafío, especialmente cuando no sabe por dónde empezar.
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Fecha de publicación: Agosto 5, 2025