En multitud de consejeros hay sabiduría
¿Qué dice la Biblia acerca de escuchar consejos? ¿Hay un momento en el cual debemos evitar los consejos? ¿Por qué es importante tener una multitud de consejeros?
“Sigue tu corazón”. “Deja que el corazón sea tu guía”. “Escucha lo que el corazón tiene para decirte”.
Frases como éstas deberían hacer que los estudiantes de la Biblia se lamenten. Tal vez parezcan buenos en la superficie y con frecuencia se muestran como si fueran una sabiduría útil, pero en realidad estas frases contradicen la enseñanza de la Biblia acerca de la naturaleza del corazón y el peligro de usarlo como una guía.
Dios nos revela una verdad crucial por medio del profeta Jeremías: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).
Al ver que el corazón nos engaña, ¿deberíamos legitimar lo que nos dice al tomar decisiones? Nuestras decisiones pueden tener consecuencias grandísimas. Dejar nuestras decisiones a merced de un corazón perverso es precisamente lo que la Biblia nos advierte que no debemos hacer.
Afortunadamente existe una base para nuestro proceso de tomar decisiones que evita el peligro de confiar en nuestro instinto.
El antiguo libro de Proverbios nos da esta perspectiva: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; más en la multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:14).
Entonces, ¿cuán importante piensa usted que es el consejo? ¿Cómo puede usted practicar este versículo en su propia vida?
¿Qué significa “en multitud de consejeros hay sabiduría”?
Por qué es importante recurrir a los consejos
Ningún ser humano ha llegado a una edad o un nivel educativo en el cual pueda sólo tomar decisiones correctas en la vida. Si hay una cosa que podemos decir con absoluta certeza acerca de los últimos 6.000 años de historia humana es que es terriblemente mala cuando se trata de tomar buenas decisiones.
Dios nos ofrece los medios para evitar tomar malas decisiones. Pero esto no quiere decir que no seamos capaces de tomar buenas decisiones.
Él da su Espíritu Santo como guía para aquellos que Él llama. Él da la Biblia como un manual de instrucciones para la vida. Y él nos ofrece también consejeros.
Es cierto que muchos reconocen el valor de los consejeros en teoría, pero, ¿cuántas personas los buscan activamente y se involucran con ellos, cuando ellos nos tienen que decir cosas que son difíciles de aceptar? La Biblia no ahorra comentarios acerca de la importancia de la consejería.
¿Cómo podemos obtener consejo de parte de Dios?
Veamos lo que dice el Salmo 1:1-2 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley del Eterno está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”.
O sea, una persona bienaventurada es aquella que aprende activamente de la ley de Dios —su instrucción y consejo, y lo aplica en la vida diaria.
Dios dice que la promesa por hacer esto es que: “todo lo que hace prosperará” (v. 3).
Si queremos prosperar —si realmente queremos tener éxito en la vida— tenemos que prestar atención y buscar de verdad el consejo de Dios. La buena noticia es que su consejo está disponible tan pronto lo necesite, en las páginas de la Biblia.
Muchos son negligentes en cuanto al consejo y actúan como les parece, pero todavía es algo accesible para todo aquel que decida utilizarlo.
Si desea profundizar más acerca de la Biblia como consejero, puede leer el artículo: “¿Por qué estudiar la Biblia?”
¿Cómo podemos obtener buen consejo de otras personas?
El libro de Proverbios lo dice: “Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo” (Proverbios 1:5).
En lugar de ser enseñados constantemente por el maestro cruel de la experiencia, podemos escoger la sabiduría. Podemos buscar consejería sabia.
Notemos cuidadosamente que el proverbio no nos anima a buscar cualquier clase de consejo. Nos instruye es a que busquemos una consejería sabia.
Lo opuesto también debe ser verdad, un insensato no va a aceptar buscar un consejo sabio.
Se nos anima a que busquemos consejeros, pero deben tener la característica de ser sabios.
Y nuevamente Dios dice: “El camino del necio es derecho en su opinión; más el que obedece al consejo es sabio” (Proverbios 12:15).
A lo largo de las Escrituras vemos cómo una persona que ve más allá de sí misma y consulta a otras, es vista repetidamente como alguien que hace lo correcto, alguien que es sabio.
En lugar de ser enseñados constantemente por el maestro cruel de la experiencia, podemos escoger la sabiduría. Podemos buscar consejería sabia como una clave para evitar el dolor y la pena innecesarios en la vida.
¿Qué significa que nos digan que todo lo que necesitamos es encontrar un consejero sabio?
¿Por qué necesitamos una multitud de consejeros?
El riesgo de ignorar este principio es una de las muchas advertencias que podemos encontrar en la Biblia.
El rey Roboam, el hijo y sucesor de Salomón fue alguien que aprendió la necesidad de tener una multitud de consejeros por la vía dura.
Roboam ascendió al trono en una época en que la gente de Israel estaba desunida. Aparentemente el reinado autoindulgente de Salomón había llevado a que varios proyectos de servicio fueran retenidos y se impusiera una gran carga de impuestos.
Así Roboam viajó al territorio norte de los israelitas para tratar de hacer la paz con el pueblo.
El representante del grupo, Jeroboam, le dijo a él directamente: “Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos” (1Reyes 12:4).
Puesto de otra manera: “Su papá fue demasiado duro con nosotros. Si usted nos da un respiro, entonces nosotros le seremos leales”.
Roboam comenzó este proceso de tomar decisiones con el pie derecho. Él no respondió impulsivamente con un sí o no a su requerimiento. Él simplemente dijo que le dieran tres días para pensar que debía hacer en esta situación.
En el entretanto, Roboam dio otro paso en la dirección correcta y: “Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?” (v. 6). Él buscó la guía de personas que tenían experiencia y sabiduría.
Los ancianos le dieron al nuevo rey un consejo sabio: “Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.” (v. 7).
Aceptar consejo estrictamente de personas que tienen y comparten el mismo punto de vista que nosotros es con frecuencia otra forma de ponerle un sello a lo que nuestra imaginación ya nos ha dicho.
Hasta el momento, Roboam, estaba en el sendero correcto para tomar unas buenas decisiones: él se tomó el tiempo para pensar, buscó consejo y les preguntó a consejeros experimentados.
Pero lo que hizo después fue desastroso: “Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él” (v. 8).
Su error fue despreciar el consejo de consejeros experimentados —hombres que habían visto al rey Salomón tomar malas decisiones— y decidió seguir el consejo de sus compañeros.
Proverbios 11:14 dice: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad”.
Hubiera sido algo totalmente diferente si Roboam hubiera considerado el consejo de los ancianos en tanto que buscaba otras opiniones para sopesarlo, pero la escritura indica que él ya había rechazado su consejo antes de ir a sus amigos.
Roboam evidentemente no estaba dispuesto a escuchar a una multitud de consejeros, que implica diversidad y puntos de vista variados.
Para hacer una larga historia corta, sus amigos lo animaron a agravar el yugo de los israelitas y ser aún más duro que Salomón, algo que finalmente hizo que el reino se dividiera y le dio un breve reinado entre otras muchas malas cosas que pasaron.
La experiencia de Roboam nos enseña a nosotros que no todos los consejos son buenos consejos y que deberíamos considerar cuidadosamente la sabiduría y la experiencia de nuestros consejeros antes de adoptar o rechazar su consejo.
Aceptar consejo estrictamente de personas que tienen y comparten el mismo punto de vista que nosotros es con frecuencia otra forma de ponerle un sello a lo que nuestra imaginación ya nos ha dicho.
¿Por qué nos da seguridad la multitud de consejeros?
Volviendo al comentario de Jeremías acerca del engaño del corazón deberíamos recordar que él hizo esa declaración en una época en que él podía observar personalmente lo que le sucedía a una nación cuando sus habitantes rechazaban de una manera rebelde el consejo sabio.
Ante la devastación y la destrucción que avanzaba, Jeremías clamó: “Conozco, oh Eterno, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (Jeremías 10:23).
Proverbios reitera: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).
Muchos del pueblo perecieron como una consecuencia directa de este sencillo hecho.
Entonces, es claro por estas escrituras y ejemplos que Dios espera que nosotros entendamos que hay algo más allá de nosotros mismos cuando nos vemos confrontados a tomar decisiones.
En lugar de escuchar el corazón engañoso cuanto tenga que tomar una decisión sabia, aprenda a depender de la oración y el estudio de la Biblia —el consejo de Dios— y la retroalimentación de una multitud de consejeros sabios que conozcan del tema.
Ésta es la ruta que nos da seguridad.
Si desea profundizar más en el tema de tomar buenas decisiones puede leer: “Siete pasos para tomar decisiones exitosas”.
Fecha de publicación: Enero 19, 2023