Fuertes terremotos sacuden a Turquía y Siria: cómo entender esta tragedia
Miles de personas han muerto en los recientes terremotos en Turquía y Siria. La vida normal en esta región se verá afectada durante años. ¿Por qué ocurren estas tragedias?
Miles de personas desaparecieron repentinamente cuando un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter y luego un terremoto de magnitud 7,5 sacudieron el sur de Turquía y el norte de Siria el 6 de febrero de 2023. Al momento de escribir este artículo, el número de muertos supera los 6.000. (Al momento de la traducción del artículo la pérdida de vidas humanas ya va en más de 19.000).
Con las más de 300 réplicas y las gélidas temperaturas, este número sin duda aumentará a medida que se recuperen más cuerpos de entre los escombros. En un instante, un movimiento de tierra destruyó edificios y carreteras y enterró a miles de personas desprevenidas. Más de 13.000 (al momento de escribir el artículo) personas resultaron heridas y decenas de miles quedaron sin comida, sin refugio y sin esperanza.
Tanto Turquía como Siria no estaban preparadas para esta tragedia. Sus edificios no fueron diseñados para resistir un terremoto de esta magnitud. Además de eso, no cuentan con los recursos para manejar las consecuencias de estos terremotos mortales.
Siria todavía está envuelta en una guerra civil que parece no tener fin. La ciudad de Alepo es el hogar de muchos desplazados de la guerra. Primero fue devastada por misiles y ahora está aún más diezmada por este desastre natural.
Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias afectadas por esta tragedia. Tragedias como ésta deberían recordarnos lo preciosa que es la vida y lo rápido que puede dar un vuelco. Es en momentos como estos que debemos recurrir a la Biblia, que nos brinda una perspectiva única sobre las tragedias, incluidas lecciones difíciles que debemos aprender.
Para obtener más información sobre la perspectiva bíblica de las tragedias, lea: “¿Por qué permite Dios el mal y el sufrimiento?”.
Lecciones de la tragedia en Turquía y Siria
Considere estas tres lecciones:
1. Éste no es el mundo de Dios.
Muchos ven a estas tragedias como prueba de que Dios no existe. Ellos razonan que un Dios todopoderoso y amoroso no permitiría tragedias como ésta. Pero la Biblia muestra una forma diferente de cómo ver estas situaciones. Las tragedias no ocurren porque a Dios no le importa el ser humano. En última instancia, éstas son el resultado del rechazo a Dios por parte de la humanidad. Esencialmente, ¡este no es el mundo de Dios!
El sufrimiento y la angustia en Turquía y Siria —y en todas partes— son el resultado de vivir en un mundo separado de Él.
Cuando Dios creó a Adán y Eva, los colocó en un hermoso jardín maravilloso e interactuó directamente con ellos (Génesis 2:8; Génesis 3:8). No hubo terremotos ni otros desastres naturales en ese lugar. Dios estaba allí y proveyó una perfecta protección y orden . Todo lo que Dios requirió de nuestros primeros padres fue que vivieran de acuerdo con sus mandamientos. Si lo lo hubieran hecho, hubieran vivido en completa seguridad y felicidad. No tendrían que preocuparse por los desastres naturales.
Pero cuando Satanás apareció en forma de serpiente, convenció a Adán y a Eva de rechazar las instrucciones y la autoridad de Dios sobre sus vidas (Génesis 3:1-5). A causa de este rechazo, ellos sufrirían las consecuencias y sus descendientes también. Dios los sacó del Jardín del Edén y los dejó vivir en un mundo sin su protección y ni guía (Génesis 3:23).
A todos los seres humanos se les ha dado el mismo libre albedrío para elegir su propia forma de vida. Pero Dios advirtió que rechazar su ley traería sufrimiento y muerte (Génesis 2:17; Deuteronomio 30:15-20). La influencia de Satanás actualmente prevalece sobre este mundo porque el hombre sigue su propio camino por sobre el camino de Dios (2 Corintios 4:4). El sufrimiento y la angustia en Turquía y Siria —y en todas partes— son el resultado de vivir en un mundo separado de Él.
2. A menos que cambiemos, todos pereceremos.
Jesucristo comentó sobre dos tragedias que ocurrieron durante su tiempo en la Tierra. Una fue la ejecución de varias personas por Poncio Pilato (Lucas 13:1) y otra fue la muerte accidental de 18 personas aplastadas por la caída de una torre (versículo 4).
Cristo usó estas tragedias para enfatizar un punto importante: los que murieron estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado. Dios no los había escogido para castigarlos. El punto a recalcar de estos incidentes fue el siguiente: “Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (versículos 3 y 5).
Los que murieron en este reciente desastre, no necesariamente tuvieron que ver con la causa de estos terremotos. Las personas que vivían en esta región no eran necesariamente más culpables de pecado que cualquier otro pueblo. Simplemente estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado.
El punto que debemos tomar en serio es que moriremos eternamente si no nos arrepentimos de nuestros pecados. ¡Esa es la muerte por la que más deberíamos estar preocupados! Aquellos que mueren en tragedias pueden haber perdido sus vidas físicas temporales (que Dios dice que restaurará en una resurrección), pero si no nos arrepentimos y cambiamos, pereceremos para siempre (Romanos 6:23).
3. Los terremotos aumentarán y se intensificarán durante los últimos días.
¿Por qué los terremotos (y otros desastres naturales) están aumentando continuamente en todo el mundo?
En la profecía del Monte de los Olivos, Jesucristo profetizó que en los últimos días habría “terremotos en diferentes lugares” (Mateo 24:7). A medida que se acerca ese momento final, los terremotos aumentarán tanto en intensidad como en frecuencia.
Desde el comienzo del siglo XXI, sin incluir este desastre reciente, ha habido 22 grandes terremotos (mayores a una magnitud de 6) que causaron unas 834.000 muertes. Algunos de los terremotos más mortíferos desde 1900 han ocurrido en los últimos años. Éstos incluyen:
El creciente número de terremotos es una señal de que el regreso de Jesucristo se está acercando.
- Haití (12 de enero de 2010). Magnitud 7; 316.000 personas muertas. Este fue el terremoto más mortífero de este siglo.
- Indonesia (26 de diciembre de 2004). Magnitud 9,1; 228.000 personas muertas en el terremoto y posterior tsunami. Este fue el tercer terremoto más grande desde 1900.
- China (12 de mayo de 2008). Magnitud 7,9; 90.000 personas muertas o desaparecidas y presuntamente muertas.
- Pakistán (8 de octubre de 2005). Magnitud 7,6; más de 86.000 personas muertas.
- Irán (26 de diciembre de 2003). Magnitud 6,6; 41.000 personas muertas.
(Dado que los informes de víctimas en estos desastres a menudo varían, los números de víctimas anteriores deben considerarse de manera aproximada).
A medida que las semanas se conviertan en meses, el número de muertos por los recientes terremotos en Turquía y Siria sin duda aumentará, y posiblemente hará que se clasifiquen entre los peores terremotos de los últimos tiempos.
El creciente número de terremotos es una señal de que el regreso de Jesucristo se está acercando. Esto debería motivarnos, más que nunca, a prestar atención a la advertencia de Cristo: ¡arrepentíos!
¿Qué hará usted ahora?
La Biblia y la historia demuestran esta simple declaración: un mundo sin Dios conduce al sufrimiento, la tragedia y la muerte.
Al ver el sufrimiento resultante de esta tragedia, hágase usted esta pregunta: ¿Quiero seguir siendo parte del sufrimiento que proviene de una vida separada de Dios? O ¿quiero tener una relación con Él y vivir una vida bendecida y feliz (Salmo 1) y prepararme para el mundo de paz que Jesucristo traerá a su regreso?
Para obtener más información sobre el tiempo futuro en el que ya no habrá más desastres naturales, descargue nuestro folleto gratuito El mundo que vendrá: cómo será.
Fecha de publicación: Febrero 9, 2023