Guerra mundial por el acero
Por décadas el acero ha sido considerado simbólicamente como precursor del crecimiento y el desarrollo. Este metal, ampliamente cotizado y requerido en todas partes del mundo, posee gran demanda para todos los proyectos constructivos que se realizan a nivel global. El acero posee una gran variedad de usos debido a su bajo precio y gran firmeza.
El hierro, principal materia prima con la cual se fabrica el acero, se encuentra distribuido por todo el mundo, siendo el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre. Los principales usos del hierro son para la obtención de aceros estructurales, hierro fundido y hierro forjado. El hierro es el metal más utilizado en el mundo, representando un 95 por ciento de la producción mundial metálica.
El mineral de hierro se extrae aproximadamente en 40 países, siendo Australia, Brasil, India, China y Rusia los principales cinco productores a nivel mundial, en los cuales en el año 2015 se originó aproximadamente el 80 por ciento de la producción mundial.
Fuerte competencia mundial
La menor demanda de este metal genera una fuerte competencia para los países con grandes plantas de producción de acero. Los grandes hornos de fundición consumen enormes cantidades de combustible, gas y/o electricidad para mantener las altas temperaturas a las que se funde el metal (normalmente sobre los 1000 ºC de calor), por lo cual requieren de una gran demanda o venta para poder sustentar su producción.
Estados Unidos posee enormes plantas de producción de acero, las cuales se están viendo amenazadas por la fuerte competencia de precios de este metal, principalmente desde China.
El viernes recién pasado, el presidente Trump tuiteó que: “Cuando un país está perdiendo miles de millones de dólares en comercio, virtualmente con cada país con el que tiene negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar". "Por ejemplo, cuando estamos perdiendo 100 mil millones de dólares con un país, simplemente dejamos de comercializar y ganamos a lo grande. ¡Es fácil!". El presidente Trump trata de alentar una guerra comercial, convencido de que Estados Unidos puede ganarla.
Esta semana el secretario del tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, trató de reducir la tensión generada por los anuncios del presidente Trump, en cuanto a subir los aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes principalmente de China.
El secretario Steven Mnuchin insistió que Canadá y México estarán exentas del nuevo arancel a estos metales dependiendo de los resultados de la renegociación del TLC (Tratado de Libre Comercio).
Cuidando los intereses de Estados Unidos
El déficit comercial de Estados Unidos, la nación más rica del mundo, fue uno de los elementos centrales de la agenda económica en la candidatura de actual presidente Trump, considerando a China y México como principales competidores.
La diferencia entre lo que Estados Unidos importa y lo que exporta tocó en noviembre pasado su nivel máximo en los últimos cinco años, con un déficit total de 50.500 millones de dólares en un mes, gatillado mayormente por las compras de metales hacia el gigante asiático, China.
“Lo que queremos es que las compañías de Estados Unidos tengan las mismas posibilidades de hacer negocio en China como las compañías chinas tiene para hacerlo aquí”, explicó el secretario del tesoro, tratando de justificar que los aranceles son una pieza más en el plan para reducir el fuerte déficit comercial actual.
El lema “América primero” que ha marcado el discurso del presidente Trump, se ha hecho muy patente en el área económica desde el inicio de su administración, al abandonar el Tratado Comercial Pacífico (TPP, también cuestionado por los demócratas), también por olvidarse del proyecto de nuevo acuerdo con Europa (el TTIP), por poner en jaque la continuidad del NAFTA y ahora incorporar nuevos aranceles a las importaciones del acero y de aluminio.
Acciones concretas
El presidente Trump anunció el pasado jueves que esta semana firmaría un decreto imponiendo un arancel del 25 % al acero y del 10 % al aluminio.
Por su parte, el secretario del tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, comentó: “Apoyo el mecanismo que plantea el presidente”, a lo cual añadió que el gobierno está abierto a la posibilidad de reincorporarse al acuerdo del Transpacífico (dependiendo de las negociaciones), que el presidente abandonó tan pronto llegó a la Casa Blanca.
El comercio mundial al final de los tiempos
Es increíble cómo en la Biblia podemos encontrar respuestas tan específicas a grandes problemáticas del comercio, economía y finanzas que afectan al mundo entero.
¿Qué sucederá con el comercio mundial cuando Jesucristo esté a punto de retornar a la Tierra? En Apocalipsis 18:11-17 podemos leer lo siguiente (énfasis nuestro): “Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella (Babilonia), porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás. Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando… y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos…”.
El nuevo gobierno de Jesucristo sobre esta Tierra no estará basado en la competitividad global y en generar extraordinarias ganancias sólo para unos pocos —el método comercial actual. Jesucristo establecerá un reinado justo y un sistema de economía equilibrada, autosustentable, justa y generosa; donde inclusive los problemas de la pobreza estarán resueltos por la aplicación de las leyes Santas, justas y perfectas de Dios. La competencia y la codicia no tendrán lugar en el Reino de Dios.
El mundo aún sigue soñando que todavía puede brindar una sociedad mas justa y solidaria, pero esto jamás será posible mientras existan en la naturaleza humana la envidia y el amor al dinero como raíz de todos los males (1 Timoteo 6:10).
Si usted desea saber mas a cerca de estos y otros temas relacionados con la pronta venida de Jesucristo a la Tierra y lo que acontecerá en el mundo previo a su venida, no deje de leer los artículos “Tiempos del fin. Lo que usted necesita saber acerca de los últimos días”, “Estados Unidos en la Profecía” y “El Reino de Dios ¡Las mejores noticias que usted podría oír!” publicados en VidaEsperanzayVerdad.org.
Fecha de publicación: Marzo 9, 2018