Hambruna en África. ¿A quién le importa?
La siguiente noticia fue tomada del noticiero de BBC Mundo: “Abdullahi Mohamud tiene 5 años y fue diagnosticado con bronquitis y desnutrición severa. Su familia perdió todos sus animales debido a la sequía que atraviesa Somalia”.
La historia de Abdullahi y su familia es apenas una de los cientos de miles que se viven hoy en el país africano. Este sábado 04 de marzo el primer ministro de Somalia, Hassan Ali Haire, informó que 110 personas murieron de hambre en una sola región del país durante las últimas 48 horas, debido a esta severa sequía. La cifra, registrada en el suroeste del país, es el primer número oficial anunciado a lo largo de la actual crisis. De hecho, el impacto total de la sequía en toda Somalia todavía se desconoce.
Actualmente, casi tres millones de personas sufren inseguridad alimentaria en Somalia y grupos humanitarios temen que la situación produzca una hambruna como las que sufrió este país hace no tanto tiempo. Cerca de 260.000 personas murieron durante la hambruna que golpeó a Somalia entre 2010 y 2012, de acuerdo con un estudio de Naciones Unidas. La mitad eran niños menores de 5 años.
A medida que el agua se vuelve cada vez más escasa, los cadáveres de animales pasan a ser normales dentro del paisaje somalí.
Este martes, el presidente de Somalia, Abdullahi Farmajo, declaró la sequía "desastre nacional". Dicha sequía se debe en parte por el fenómeno climático de El Niño, que afecta a África oriental y meridional.
En otro noticiero dice lo siguiente: “Más de 20 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre en los próximos seis meses debido a la inseguridad alimentaria que sufren Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y países del este de África”.
En Sudán del Sur se ha declarado formalmente una situación de hambruna, mientras que la realidad alimentaria es también un motivo de preocupación en el norte de Nigeria, Somalia y Yemen.
Un total de 37 países, 29 de ellos en África, requieren ayuda alimentaria externa debido a los efectos de las sequías en las cosechas por el fenómeno climático de "El Niño" del año pasado y los conflictos crónicos, a pesar de que el planeta tiene "cosechas abundantes", según señaló la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO destacó que los combates y disturbios civiles en Afganistán, Burundi, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Irak, Myanmar y Siria están agravando las condiciones de inseguridad alimentaria de millones de personas, afectando así a los países vecinos que albergan a los refugiados. "Ésta es una situación sin precedentes. Nunca antes nos habíamos enfrentado a cuatro amenazas de hambruna en varios países simultáneamente", afirmó el director general adjunto de la FAO, Kostas Stamoulis, quien añadió que "hace falta actuar rápido y proporcionar no sólo ayuda alimentaria, sino también apoyo a los medios de vida para asegurar que estas situaciones no se repitan".
Cerca de 1,4 millones de niños corren el riesgo de morir por desnutrición aguda en 2017 ante la amenaza de hambruna en Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, advirtió el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef). "El tiempo se agota para más de un millón de niños", asegura el Director Ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
Es muy triste ver y oír, en pleno siglo XXI, este tipo de noticias. ¿Cómo sería ver a nuestros hijos morir de hambre frente a nosotros mismos? Estoy seguro que sería el evento más triste de nuestras vidas. Exactamente esto está sucediendo ahora mismo en varios países de África y parece no importarle al resto del mundo.
Existe suficiente alimento en el mundo para que comamos todos los habitantes, pero la distribución de ellos es inequitativa. Los países que normalmente ayudan a otros países con alimentación piensan mucho en hacer dichos envíos debido a la corrupción existente en los países necesitados. Son los gobiernos y los cercanos al gobierno los que finalmente “guardan” las donaciones y no parece existir una distribución justa del alimento.
La sequía, la corrupción y las guerras internas son el origen de la hambruna que está afectando tristemente a varios países del África. Los habitantes de estos países simplemente nacieron en un lugar complicado. Ellos también sufren y también lloran cuando tienen hambre. Pero no a muchos parece importar. Todos parecemos estar inmersos en nuestros propios problemas como para tomar medidas lo antes posible. El mundo parece no inmutarse.
Otras hambrunas han sucedido en el pasado reciente y el mundo no ha hecho mucho al respecto. Las hambrunas han parado cuando llueve y salen los alimentos…es decir, cuando Dios interviene.
Lamentablemente el Dios Todopoderoso ha pronosticado que en los tiempos finales de esta sociedad habría hambrunas para anunciar el pronto regreso de Jesucristo, su hijo, a la tierra para establecer un gobierno sin corrupción y sin guerras.
“Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares” (Mateo 24:3-6).
Como dijimos, las mayores causas de la hambruna son: gobiernos corruptos, las guerras internas y la sequía.
El gobierno de Dios no será corrupto: “será la justicia cinto de sus lomos” (Isaías 11:5).
Las guerras internas terminarán para siempre: “Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:4).
No habrá más sequías en ninguna parte del mundo: “El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos” (Isaías 35:7).
Estas son buenas noticias para el futuro cercano de este mundo. Lamentablemente en el entretanto que el Reino de Dios viene, las noticias no son tan buenas. ¿Pueden las guerras terminar mientras haya codicia en los seres humanos? ¿Puede el hambre terminar mientras haya corrupción, guerra y sequias debido al cambio climático que los seres humanos hemos provocado? La respuesta es obvia y es triste.
Espero que los gobiernos hagan algo por el hambre que está vigente en varios países del África. Al mismo tiempo esperamos que sinceramente nos demos cuenta que la solución verdadera y permanente a los problemas del mundo no viene de los gobiernos humanos. ¡Que venga pronto el Reino de Dios!
Fecha de publicación: Marzo 10, 2017