La guerra comercial entre China y Estados Unidos, ¿ha terminado?
El 15 de enero, China y Estados Unidos pactaron una pausa en su guerra comercial con el fin de promover la paz mundial. ¿Será este acuerdo el fin de la guerra comercial?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el vice primer ministro de China, Liu He, formalizaron este miércoles “la paz comercial” entre ambas potencias mediante la firma, en la Casa Blanca, de la “fase 1” del acuerdo alcanzado entre Washington y Beijing.
Este acuerdo, que llevaba varias semanas de trabajo, será el principio de un “comercio justo y recíproco” entre ambos países, según dijo Trump durante su intervención, antes de la firma.
Acuerdo con condiciones
Sin embargo, el presidente Trump adelantó que durante esta primera fase del acuerdo no se modificarán los aranceles sobre importaciones chinas impuestas a lo largo de la guerra comercial con Beijing.
“Hemos acordado quitar los aranceles si logramos una ‘Fase 2’. Los vamos a dejar porque, si no, no tendríamos cartas para negociar”, añadió el presidente estadounidense. Por lo anterior, los negociadores comerciales entre Beijing y Washington ya comenzaron con duda y desconfianza de lograr un acuerdo justo.
Durante la ceremonia de la firma del acuerdo, Liu He, leyó una carta que el presidente de China, Xi Jinping, remitió a Donald Trump. “La conclusión de la ‘Fase 1’ es buena para Estados Unidos, para China y para todo el mundo”, indicó en la misiva.
Asimismo, Xi puntualizó que “espera” que Estados Unidos trate “justamente” a las empresas chinas. En los últimos meses, Washington ha planteado vetos y ha criticado abiertamente a firmas tecnológicas chinas, como Huawei o ZTE.
Expectativas de la primera fase
Esta primera fase comercial generará “crecimiento estable” y “promocionará la paz mundial y la prosperidad”, según agregó el vice primer ministro chino.
Cabe recordar que, en 2019, la guerra comercial entre Estados Unidos y China contribuyó a reducir un 14,6 por ciento del valor de los intercambios entre ambos países, hasta US$541.223 millones, según los datos de la Administración Nacional de Aduanas de China.
Las exportaciones de China a Estados Unidos cayeron un 12,5 por ciento en 2019, hasta US$418.509 millones.
¿Verdadera paz comercial?
El pacto representa una pausa en la guerra comercial entre estas naciones. Algunos gravámenes serán cancelados y China acepta aumentar algunas importaciones de Estados Unidos, particularmente en la agricultura. Pero, ¿realmente representa esto un avance significativo?
Según la opinión de Steve Tsang, director del Instituto de China SOAS de la Universidad de Londres, "De ninguna manera”.
Asegura que la economía china está pasando por una reestructuración que implica que las actuales tensiones con los Estados Unidos, tanto económicas como de otro tipo, perdurarán más allá de la presidencia de Donald Trump.
Desde su perspectiva, el liderazgo de Xi Jinping ha producido grandes cambios en las relaciones de China con Estados Unidos y el mundo occidental. Steve Tsang explicó que Xi Jinping "quiere que la economía china no dependa más de Occidente, de eso se trata el 'Made in China 2025'. Independiente de si Donald Trump sigue como presidente o no, vamos a ver al gobierno chino moviéndose dentro de lo posible, en función de reducir la dependencia de China con el resto del mundo".
Si bien Estados Unidos y China dominan, por ahora, los patrones del comercio mundial y figuran de manera prominente en las listas de exportaciones e importaciones de prácticamente todas las economías del mundo, no se requiere gran imaginación para prever que la relación entre ambos países se deteriore hasta el punto de que las demás naciones deban "elegir", de entre los dos, al socio comercial que más valoran.
En la búsqueda del liderazgo mundial
Se prevé un "desacoplamiento" chino de los Estados Unidos y de otras economías occidentales en los próximos años. "Es un desacoplamiento de Estados Unidos y de quien decida quedarse con este país. Si decides ponerte del lado de China, entonces no te desacoplarás", comentan los analistas.
Bajo el mandato de Xi Jinping, China ha insistido en desafiar el dominio estadounidense en diferentes áreas. A nivel económico, los planes de "Made in China 2025" y la "Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda", son destacadas estrategias que involucran el desarrollo de infraestructuras e inversiones chinas en 152 países… la mayor parte del mundo.
Los gobiernos occidentales han discrepado durante mucho tiempo con varias políticas económicas chinas, sobre todo con su gigantesco superávit comercial y su economía fuertemente protegida. Pero el hecho de que China se haya interpuesto en el liderazgo mundial de Estados Unidos, como se ha visto tanto en la disputa sobre Huawei como en la disputa comercial, ha llevado las cosas a un nuevo nivel.
Qué nos depara el futuro
El liderazgo de nuevas economias traerá un auge de intercambio de bienes y productos que beneficiará a muchas naciones, pero que dejará en estado complejo a las economías de potencias como Estados Unidos e Inglaterra.
Las crisis financieras del momento pronto darán paso a una “paz aparente”, donde gracias a una nueva reestructuración de los mercados, se dará paso a una nueva y floreciente economía de crecimiento para gran parte del mundo, con un fuerte y marcado liderazgo que pronto se hará muy visible. Europa será el continente más beneficiado al final de esta guerra comercial. Nuevamente el continente europeo tendrá mucha fuerza e influencia mundial, al punto de llegar a ser un verdadero imperio. Este imperio tendrá a Roma y a la Iglesia Católica como sus aliados incondicionales.
El liderazgo de nuevas economias traerá un auge de intercambio de bienes y productos que beneficiará a muchas naciones, pero que dejará en estado complejo a las economías de potencias como Estados Unidos e Inglaterra. Estos países dejarán de ser las potencias económicas mundiales que han sido en las décadas pasadas.
Toda esta nueva reestructuración internacional traerá grandes expectativas a nivel mundial, de tal manera que muchos países querrán someterse voluntariamente a las directrices del nuevo liderazgo económico y político de Europa y de la iglesia. Sin embargo, esta “aparente prosperidad” que vendrá muy rápido para el continente europeo, también durará muy poco.
Dios dice en Apocalipsis 18:15-19: “Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada!”.
Nuestro mundo ya está entrando en los tiempos del fin. Conforme nuestra sociedad vaya generando avances en sus políticas, finanzas, desarrollo, liderazgo internacional y otros, en lo moral también vendrán más inestabilidad, confusión, incertidumbre y maldad.
1 Tesalonicenses 5:1-3 nos advierte: “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”.
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Fecha de publicación: Enero 22, 2020