La Organización de las Naciones Des-unidas
La semana pasada 60 gobernantes—todos integrantes de la ONU— se reunieron de emergencia en Estados Unidos para hablar de la proliferación nuclear y también para discutir estrategias comunes para enfrentar a ISIS, como consecuencia de sus ataques a Paris y a Bruselas y a otros países. Rusia no quiso asistir a este conclave. La realidad es que los resultados efectivos de estas reuniones han sido totalmente faltos de eficiencia cada vez que se reúnen para tratar de estos temas u otros diferentes.
En una reciente entrevista, el candidato presidencial republicano Donald Trump dijo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha convertido en una institución obsoleta. Los medios fueron rápidos en reportar la desaprobación de sus comentarios y han hablado extensamente de lo deficiente de su punto de vista y sus ideas en cuanto a la política exterior que aplicará si llega a la Casa Blanca.
Sin embargo, a pesar de la controversial declaración del señor Trump sobre la ONU, algunos analistas ahora están cuestionando si en realidad los comentarios del candidato están tan fuera de base.
Algunas de las metas de la ONU, cuando comenzó su existencia, fueron: Lograr la paz entre las naciones, eliminar la extrema pobreza y el hambre; reducir la enfermedad, la mortalidad infantil y la desnutrición; incrementar la educación, el ingreso per cápita y las oportunidades personales; y proveer de habitación y servicios sanitarios a todo el mundo para el año 2015.
Si analizamos el progreso en cada una de estas categorías, ¿qué se puede concluir? Es obvio que no sólo no han logrado sus metas generales, sino que han fracasado miserablemente en la meta principal para la cual fue creada, que es establecer la paz entre las naciones. Las metas no son malas, al contrario, son bastante nobles, pero en gran parte inalcanzables, porque la ONU carece del poder para alcanzarlas. La realidad es que la ONU ha perdido respeto entre las naciones y sus resoluciones nos las toma en serio prácticamente ningún gobernante afiliado a esta organización.
Sus integrantes no pueden sostener el bienestar a nivel mundial ni eliminar los problemas fundamentales que aquejan a la humanidad. Simplemente carecen del poder para hacerlo. Este mundo jamás dejará las armas ni su manera bélica de resolver los problemas. Se requeriría de un verdadero milagro para poder establecer la paz mundial y cumplir todas las metas que se propusieron las naciones pioneras que formaron a la ONU.
Los profetas de la Biblia, desde Moisés e Isaías hasta Malaquías, así como Jesús y los apóstoles, dijeron que este mundo simplemente no puede lograr la paz y la solución a sus problemas morales y espirituales porque tiene un corazón demasiado duro.
Sólo Dios logrará la paz mundial, porque solamente Él tiene el poder para sostenerla y también para cambiar el corazón del hombre. El profeta Isaías nos dice: “…volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:4).
Hoy en día, alrededor del mundo se invierte anualmente más de mil millones de dólares en armamento. En el mundo venidero, todo ese dinero podrá invertirse en el progreso de los seres humanos y no en la destrucción.
Jesucristo proclamó las buenas noticias del Reino de Dios. Este será un mundo sin enfermedad, sin pobreza ni guerra; Jesús profetizo de mil años de paz y bienestar para toda la humanidad, donde cristianos, musulmanes y judíos se convertirán al verdadero Dios y profesarán la misma fe. El habló de un tiempo en que todas las naciones participarán en la tarea de cuidar a su prójimo como a sí mismos y comenzarán a vivir y a trabajar juntos en metas comunes, bajo el liderazgo del Rey de reyes y Señor de señores, quien finalmente cumplirá la tarea de unir a todas las naciones.
Lo invitamos a revisar nuestro artículo “No se adiestrarán más para la guerra” para profundizar más acerca de este tema.
Fecha de publicación: Abril 8, 2016