Otra vez al poder: Ángela Merkel
La líder demócrata cristiana quien ha estado al frente de Alemania por 12 años, ha sido reelegida para un nuevo período de cuatro años, logrando así su cuarta legislatura. Igualará al final de este nuevo mandato al canciller que más tiempo gobernó Alemania, su mentor político, el recién fallecido Helmut Kohl (1982-1998).
Merkel ha sobrevivido a la mayoría de líderes mundiales desde que llegó a la escena internacional en 2005 y ahora cosecha otra victoria, a pesar de decisiones muy controvertidas que ha tenido que tomar.
Efectivamente, el 33 por ciento obtenido por la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) es muy inferior al 41,5 por ciento que lograron hace cuatro años, pero desde entonces han pasado muchas cosas.
Merkel sigue gustando en Alemania más allá de sus políticas concretas. Gusta su carácter, su forma de hacer política. El electorado alemán huye de fuegos artificiales y grandes promesas. Prefieren alguien sobrio y predecible al que creen capaz de hablar de tú a tú con otros líderes internacionales, de defender los intereses de su país y de tomar, llegado el momento, las mejores decisiones. De hecho, el bloque conservador ha usado en la campaña la imagen de 'Mutti' (mamá) Ángela, en lugar de publicitar medidas concretas o fijar objetivos.
La reelección de Merkel implica en primer lugar continuidad, tanto en la política interna alemana como en su estrategia para Europa. Independientemente de cuál sea la coalición que acabe formándose tras los resultados de las elecciones, la canciller es quien traza las líneas maestras del poder ejecutivo.
La ultraderecha, peligro desafiante
Por primera vez desde la derrota del régimen nazi en 1945, un partido ultraderechista va a sentarse en el parlamento alemán con el 13 por ciento de los votos, como tercera fuerza. El hecho en sí ya es un golpe contundente, especialmente en Alemania. Son una formación claramente islamófoba, nacionalista, xenófoba y euroescéptica. Uno de sus dos candidatos a la cancillería, Alexander Gauland, llamó recientemente a sentirse "orgullosos" de las acciones del ejército alemán durante la II Guerra Mundial. Su otra candidata, Alice Weidel calificó, hace años en un correo electrónico, al gobierno de "marionetas de las potencias vencedoras de la II Guerra Mundial". Otro de sus líderes, Björn Höcke, aseguró que era una "vergüenza" haber levantado el Memorial a las Víctimas del Holocausto en el centro de Berlín, junto a la Puerta de Brandeburgo.
Los de ultraderecha tienen sus propuestas, como la suspensión de la Convención de Ginebra para no tener que acoger refugiados. Quieren rebajar la edad penal a los 12 años, prohibir todo tipo de velos en las mujeres y llegar a acuerdos con terceros países para que los extranjeros que sean condenados en Alemania cumplan sus penas de cárcel allí. Además, creen que varios países deberían abandonar la eurozona y que el contribuyente alemán no debería contribuir a posibles nuevos rescates financieros a otros países.
Por el momento no hay muchas novedades
La clara victoria de los conservadores de Merkel no da lugar a que puedan esperarse grandes cambios en la política europea. Berlín mantendrá el rumbo en las grandes cuestiones y la característica principal de los próximos cuatro años será, a juicio de los expertos, el continuismo.
Pero Alemania está llegando a una encrucijada y el peligro viene ya por la ultraderecha. Los grandes partidos tienen ahora el enorme desafío de frenar los cantos de sirena que apelan a lo más negro de la historia del país, quienes ya hablan, tras su entrada en el Bundestag, de “cazar” a Merkel.
Alemania va bien en muchos sentidos, pero sus exportaciones han dependido de la coyuntura mundial y, en gran medida, de las ventas al gran exportador, China. Cualquier alteración de la situación económica mundial tendría consecuencias para todos, también para los grandes productores. El problema en Alemania es que los populistas de derecha, que quieren devolver el “esplendor” a Alemania, que también quieren sellar las fronteras, son quienes niegan el Holocausto, que utilizan otra vez la frase "¡Heil Hitler!", y ya tienen el megáfono del Bundestag (el parlamento).
El futuro para Alemania y Europa
Dentro de cuatro años, la situación económica mundial podría ser muy distinta y las elecciones alemanas podrían ser muy, muy interesantes, no como lo sucedido en las “'aburridísimas elecciones” de este reciente domingo. Según muchos analistas, lo más probable es que Merkel no repita candidatura dentro de cuatro años, y que dentro de dos años se abra ya el debate para la sucesión de la señora que llegó del Este.
Lo más probable es que la ultraderecha logrará crecer y hacerse más fuerte políticamente. Es muy probable que el siguiente canciller alemán sea una persona con ideas extremadamente nacionalistas y que guíe a toda una Europa a un liderazgo a nivel mundial, cuya cabeza sobresaliente sería indiscutidamente Alemania.
En Apocalipsis 17:12-13 nos habla que en Europa habrá diez reyes (o reinos) quienes por un breve tiempo recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. “Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia”.
Se espera que en un futuro cercano Europa se reordene y fortalezca aún más para iniciar esta etapa crucial del cumplimiento de las profecías antes del inicio de la Gran Tribulación y del retorno de nuestro Señor Jesucristo aquí a la tierra.
Si desea conocer más a cerca de las tendencias proféticas para el futuro, le invitamos a leer nuestro artículo de vidaesperanzayverdad.org titulado “Cinco tendencias proféticas que debemos observar”.
Fecha de publicación: Septiembre 28, 2017