Preguntas y respuestas acerca de la fiesta de Pentecostés
Muchos en el mundo cristiano conocen Pentecostés, pero existen diversas ideas sobre su celebración. Analicemos algunas preguntas frecuentes en relación a este día.

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Si usted está familiarizado con la Biblia, probablemente haya oído hablar de la fiesta de Pentecostés.
Esta fiesta aparece en uno de los capítulos más destacados del Nuevo Testamento: Hechos 2. Ese día, que tuvo lugar poco más de siete semanas después de la muerte de Cristo, fue uno de los días más trascendentales registrados en la Biblia.
¿Qué es Pentecostés y qué significado tiene para los cristianos de hoy? En este artículo responderemos algunas preguntas frecuentes sobre la fiesta de Pentecostés.
¿Por qué se llama Pentecostés?
El nombre Pentecostés proviene de la palabra griega pentēkostē, en el Nuevo Testamento, que significa literalmente “quincuagésimo”. Esto se deriva de las palabras “contar cincuenta días” en Levítico 23:16.
¿Es Pentecostés el único nombre para esta fiesta santa?
No, Pentecostés es un nombre que se usa sólo en el Nuevo Testamento. La Biblia se refiere a este día con diferentes títulos como:
- “La fiesta de la siega” (Éxodo 23:16).
- “La fiesta de las semanas” (Deuteronomio 16:10).
- “El día de las primicias” (Números 28:26).
La comunidad judía se refiere a esta observancia como Shavuot, que es la palabra hebrea para “semanas”.
¿Está esta fiesta conectada con el pentecostalismo moderno?
Algunos grupos religiosos se refieren a sí mismos como “pentecostales” porque creen que su propósito es recuperar el espíritu y los dones que fueron dados en el día de Pentecostés (Hechos 2).
Sin embargo, cuando se examinan las prácticas de estas religiones y se comparan con los acontecimientos que sucedieron en Pentecostés en Hechos 2, queda claro que utilizar el término "pentecostal" es, en gran medida, un nombre inapropiado.
Muchas de las prácticas del pentecostalismo moderno son mero emocionalismo, carentes de conexión genuina con el Espíritu Santo o con la fiesta de Pentecostés, tal como se describe en las Escrituras.
Para una exploración más profunda de esto, le invitamos a leer “De Pentecostés a . . . ¿pentecostalismo?” y “¿Qué pasa si no puedo hablar en lenguas?”.
¿Cómo se calcula el Día de Pentecostés?
Esta es la tercera de siete fiestas que Dios ordenó y declaró como “las fiestas solemnes del Eterno” y “santas convocaciones” (Levítico 23:2). Esto significaba que Dios esperaba que su pueblo se reuniera en estos días para adorarlo y aprender de Él.
Esta celebración es única entre las demás fiestas santas, porque la Biblia no la vincula a una fecha fija en el calendario hebreo. En cambio, Dios ordenó que la fecha de esta festividad se determinara mediante un conteo.
Contar 50 días desde el “día después del sábado” (domingo) durante los días de los Panes Sin Levadura siempre nos lleva al domingo que cae siete semanas después.
Aquí está la instrucción de Dios: “Contaréis desde el día siguiente al sábado [es decir, desde el domingo durante los Días de los Panes Sin Levadura], desde el día en que trajisteis la gavilla de la ofrenda mecida: se completarán siete sábados. Contaréis cincuenta días hasta el día siguiente al séptimo sábado” (versículos 15-16).
Así pues, para determinar la fecha de Pentecostés, debemos contar 50 días (o siete semanas) después del domingo dentro de la fiesta de los Panes sin Levadura. Según el sistema hebreo de contar, al contar desde un día, se incluye ese día en el cómputo (en otras palabras, el cómputo es inclusivo).
Contar 50 días desde el “día después del sábado” (domingo) durante los días de los Panes Sin Levadura siempre nos lleva al domingo que cae siete semanas después. Este conteo de 50 días es la razón por la que los autores del Nuevo Testamento lo llamaron simplemente el quincuagésimo día (Pentecostés).
En este 2025, “el día después del sábado” —el domingo que cayó durante la fiesta de los Panes Sin Levadura— fue el 13 de abril. Así que, contando 50 días hacia adelante, llegamos al domingo 1 de junio.
¿Por qué los judíos modernos a menudo celebran Pentecostés (Shavuot) en un día diferente al que lo celebra la Iglesia de Dios?
La mayor parte del judaísmo moderno observa Shavuot en un día fijo (el 6 de Siván) en el calendario hebreo. Esto se debe a que, en lugar de contar desde el día siguiente al sábado semanal dentro de la fiesta de los Panes sin Levadura, los judíos lo calculan desde el día después del primer día de los Panes sin Levadura, que siempre cae el 15 de Nisán. Dado que su conteo siempre comienza el 16 de Nisán, Shavuot siempre cae exactamente 50 días después, el 6 de Siván.
El problema con este enfoque es que se hace innecesario el acto de contar para determinar la fecha, lo que creemos que compromete el mandato específico de “contar cincuenta días hasta el día siguiente del séptimo sábado” (Levítico 23:16).
En cambio, contar desde el día posterior al sábado semanal (domingo), durante la fiesta de los Panes sin Levadura, implica que Pentecostés siempre cae en domingo (“el día después del séptimo sabbat”), pero en fechas diferentes en los calendarios hebreo y gregoriano, generalmente este día es a finales de mayo o principios de junio. Esto implica un conteo para determinar la fecha correcta para celebrar la fiesta de Pentecostés.
¿A qué se refiere el término primicias?
Dado que hoy en día la mayoría desconoce los ciclos agrícolas de la “Tierra Santa”, el día llamado "de las primicias" puede resultar confuso. ¿Qué es exactamente una primicia?
La palabra primicias, en el Antiguo Testamento, es una traducción del término hebreo bikûr. Ésta describe “lo primero de las cosechas y frutos que maduraron”. La palabra también puede traducirse como “el fruto apresurado” (Isaías 28:4 en la versión King James), ya que era el producto que maduraba y estaba listo para comer primero.
Las cosechas de primavera y principios de verano en la Tierra Santa eran principalmente de cereales: primero cebada y luego trigo (Éxodo 9:31-32).
El día que comenzaba el conteo de 50 días (el día después del sábado), se recogía una gavilla de la primera cebada madura y se ofrecía a Dios en una ceremonia singular conocida como la ofrenda de la gavilla mecida (Levítico 23:10-11). Esta se consideraba la primicia de la cosecha.
La mayoría de las primicias de los cultivos de primavera se recolectaban semanas después, cerca de la época de la fiesta de Pentecostés.
Dado que ésta era la primera cosecha importante del año y precedía a la cosecha del otoño, más abundante y diversa, se le llamaba la cosecha de las primicias. La fiesta asociada con la cosecha de otoño, más abundante, se llamaba la fiesta de la Recolección o fiesta de los Tabernáculos (Éxodo 23:16; Deuteronomio 16:13-15).
¿Tienen las primicias un significado que va más allá de la agricultura?
Sí, la Biblia utiliza muchas analogías agrícolas para demostrar verdades espirituales muy profundas y, la cosecha de las primicias, es un excelente ejemplo de ello.
En el Nuevo Testamento, las personas que Dios llama a su Iglesia son llamadas primicias. Santiago escribió que los cristianos son “primicias de sus criaturas” (Santiago 1:18). Pablo se refirió a los hermanos de una ciudad en particular como “primicias de Acaya” (Romanos 16:5). Los 144.000 de Apocalipsis son llamados “primicias para Dios y para el Cordero” (Apocalipsis 14:4).
La cosecha de las primicias de Dios comenzó con Jesucristo, el primero de los primeros frutos, y continúa con los hombres y mujeres que Dios está llamando en esta era.
Esta analogía nos señala el significado de Pentecostés en el Nuevo Testamento: Dios está cosechando a los seres humanos para integrarlos a su familia, por etapas. En este tiempo, Dios está cosechando un grupo de primicias relativamente pequeño, pero en el futuro convocará a un grupo mucho mayor, compuesto por el resto de la humanidad, lo cual será una enorme "cosecha".
Regresemos a la cosecha de los primeros frutos.
Anteriormente hablamos de la “ceremonia de la gavilla mecida”, que inicia el conteo de 50 días hasta Pentecostés. Esta ceremonia se centraba en los primeros frutos maduros de la cosecha de las primicias. Podría llamarse la primicia de las primicias. Esto representaba a Nuestro Salvador y es por eso la Escritura menciona: "Cristo, las primicias" (1 Corintios 15:20,23).
Jesús fue declarado Hijo de Dios con poder [...] por la resurrección de entre los muertos (Romanos 1:4). Él fue el primogénito entre muchos hermanos (Romanos 8:29).
Así pues, la cosecha de las primicias de Dios comenzó con Jesucristo, el primero de los primeros frutos, y continúa con los hombres y mujeres que Dios está llamando en esta era. Luego, tras el regreso de Cristo, comenzará una cosecha mucho mayor, extendiendo su llamado al resto de la humanidad.
¿Qué acontecimientos importantes del Nuevo Testamento tuvieron lugar en Pentecostés?
La fundación de la Iglesia del Nuevo Testamento y el envío del Espíritu Santo a un grupo de personas, ocurrieron en Pentecostés.
Hechos 2 narra el inicio de la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento. Los acontecimientos de ese día son bien conocidos: lenguas de fuego, hablar en diferentes idiomas, el poderoso sermón de Pedro, los numerosos bautismos, etcétera. No debemos ignorar que estas personas, incluyendo a los discípulos de Cristo, estaban reunidos para celebrar la fiesta de Pentecostés.
Observe Hechos 2:1: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”.
Sí, los primeros cristianos se reunieron para celebrar Pentecostés. Ese día cambiaría la historia para siempre. En ese Pentecostés, Dios fundó la Iglesia de Dios: un grupo de personas llamadas a salir del mundo para ser “su pueblo especial” (1 Pedro 2:9).
Dios ya no obraría sólo con la nación de Israel. A través de la Iglesia, el Creador comenzaría a llamar a personas de todas las etnias, razas y nacionalidades a una relación cercana con Él (Romanos 9:24; 11:11; Gálatas 3:14).
¿Continuaron los cristianos observando Pentecostés después de Hechos 2?
Sí, la Biblia muestra que la Iglesia continuó observando la fiesta de Pentecostés (Hechos 20:16; 1 Corintios 16:8).
¿Cuál es la conexión entre la fundación de la Iglesia de Dios y las primicias?
Cuando entendemos que Pentecostés se conoce como el "día de las primicias" (Números 28:26), queda claro por qué Dios eligió este día para comenzar su Iglesia. Pentecostés simboliza la primera fase de la cosecha espiritual de Dios. Las personas que Él llama ahora y responden a su llamado, forman parte de esa cosecha de primicias.
Dios estableció su Iglesia en este día de fiesta santa para resaltar el profundo significado espiritual de Pentecostés: que Él está llamando a una cosecha de primicias y trabajando con ellos a través de su Iglesia.
En resumen, para los cristianos, Pentecostés celebra el llamado de Dios a las primicias y el don del Espíritu Santo, que los engendra formalmente como hijos de Dios y los ayuda para empezar una vida nueva, a la manera de Dios.
¿Qué verdades específicas celebran y recuerdan los cristianos en Pentecostés?
Cada año, cuando los cristianos se reúnen para celebrar este día, recuerdan los acontecimientos de Pentecostés que dieron inicio a la Iglesia del Nuevo Testamento (registrados en Hechos 2). Estos acontecimientos son:
1. El don del Espíritu Santo.
El acontecimiento más relevante en Pentecostés, fue que los allí reunidos fueron llenos del Espíritu Santo (Hechos 2:4). Antes de ese día, el Espíritu Santo estaba con los discípulos de Jesús, pero después de Pentecostés, estaba en ellos (Juan 14:17).
Sí, es cierto que el Espíritu Santo había sido dado, en el Antiguo Testamento, a individuos escogidos especialmente —hombres como Moisés, David, los profetas y Juan el Bautista— pero en Pentecostés, fue la primera vez en la historia humana que el Espíritu Santo fue dado a un grupo grande de personas. Todos ellos se arrepintieron de sus pecados y fueron bautizados (Hechos 2:38).
No es casualidad que el Espíritu Santo fuera derramado el mismo día que se estableció la Iglesia. Recibir el Espíritu Santo —el poder y la esencia de Dios— es lo que hace que una persona sea un miembro de su Iglesia (Romanos 8:14; 1 Corintios 12:13).
Para aprender más sobre el Espíritu Santo, le animamos a leer “¿Qué es el Espíritu Santo?”.
2. El poderoso sermón de Pedro.
El sermón del apóstol Pedro en Hechos 2, puede considerarse una especie de discurso inaugural para el establecimiento de la Iglesia de Dios. Él predicó no sólo temas relevantes para aquel entonces, sino también elementos clave del verdadero evangelio que la Iglesia continuaría proclamando durante los siguientes 2.000 años.
Este sermón no sólo profundizó en el significado profético de ese día, sino que declaró quién era y es Jesucristo, dónde está Él ahora y qué está haciendo.
Pedro concluyó con uno de los llamados al arrepentimiento más poderosos de todos los tiempos: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (versículo 38).
Este mensaje central —arrepentirse, bautizarse, recibir el perdón de los pecados y el Espíritu de Dios— continúa siendo proclamado por la Iglesia de Dios hasta el día de hoy.
Para aprender más sobre el contenido del asombroso sermón de Pedro en Pentecostés, lea “El sermón que dio comienzo a la Iglesia”.
3. El establecimiento de la Iglesia de Dios.
Hechos 2 registra que 3.000 personas fueron bautizadas y añadidas a la Iglesia en ese Pentecostés. Todos los que fueron llamados ese día, perseveraron “en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones” (versículo 42).
La Iglesia avanzó con poder después de ese día, creciendo más allá de los confines de Jerusalén. Sin embargo, al llegar a los últimos libros del Nuevo Testamento, encontramos que la Iglesia de Dios estaba en retroceso, siendo atacada espiritualmente desde dentro y desde fuera. Debido a esto, muchos perdieron la pureza doctrinal y el Espíritu recibido en Pentecostés en Hechos 2 (Gálatas 1:6; 2 Pedro 2:1; Judas 1:3-4).
Eso explica por qué, con el tiempo, la Iglesia se redujo drásticamente y fue prácticamente superada por doctrinas falsas, que finalmente prevalecieron bajo el liderazgo de Roma.
Cuando el pueblo de Dios repasa, año con año, esta fiesta tan especial de Pentecostés, se compromete nuevamente a recuperar el mismo celo, pureza, unidad y Espíritu Santo del principio.
La fiesta de Pentecostés nos recuerda que Jesucristo edificó su Iglesia, tal como prometió (Mateo 16:18). Esa Iglesia sigue existiendo hoy, predicando las mismas verdades que enseñaron Jesús y los apóstoles.

Mire esta presentación en video para aprender más sobre el significado espiritual de la Fiesta de Pentecostés.
Fecha de publicación: Mayo 30, 2025