Un mundo sin madres
En estos momentos, en que las personas de más de 50 países celebran el Día de la Madre, analicemos el papel tan importante que las madres tienen en nuestra vida. ¿Por qué la maternidad según Dios es tan importante?
La tierra de nunca jamás
En el siglo desde que J.M. Barry dio a conocer la historia, audiencias incontables han sido cautivadas por la descripción de esta tierra de ficción. Es donde los niños perdidos recorren los cielos con Peter Pan, el niño que no pudo crecer. Es una tierra donde el tiempo está detenido, donde no hay ninguna regla que deba seguirse y, donde la aventura y los piratas están en cada esquina.
Es una tierra de posibilidades infinitas; pero es también una tierra sin madres.
No mamás. No madres que lleven los niños perdidos por la noche y les lean a ellos un cuento antes de irse a la cama, No hay madres que curen sus heridas y raspones después de un largo día de juego y de escaramuzas con los piratas. No hay madres para revisar si hay monstruos bajo sus camas, no hay madres para enseñarles modales, y no hay madres para amarlos a ellos incondicionalmente.
No hay ninguna mamá.
A su imagen
Las madres juegan un papel invaluable en nuestra vida, porque ellas imitan naturalmente ciertas características divinas que no siempre se manifiestan tan naturalmente en los padres. Empatía, preocupación, compasión, una demostración abierta de afecto y amor —todas esas son características de Dios— y con mucha frecuencia vienen como una segunda naturaleza en las madres.
¿Se puede usted imaginar un mundo así? Afortunadamente Dios no lo hizo cuando diseñó y creó a los seres humanos.
Cuando Él creó la humanidad, la Biblia nos dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Aunque Dios se revela a sí mismo como un hombre, Dios no es un género de la forma en que nosotros entendemos el concepto. Él creó tanto a los hombres como a las mujeres a su imagen.
Al hacer esto, Él hizo dos géneros, con características perfectas en diferentes proporciones para cumplir diferentes papeles. Por ejemplo, Dios le dio algunas de sus características en mayor proporción a los hombres para ayudarlos a cumplir el papel de líder, protector y proveedor.
¿Qué lecciones podemos aprender del papel que Dios preparó específicamente para las mujeres —el papel de madre?
Lo que las madres nos pueden enseñar acerca de Dios
Las madres juegan un papel invaluable en nuestra vida, porque ellas imitan naturalmente ciertas características divinas que no siempre se manifiestan tan naturalmente en los padres. Empatía, preocupación, compasión, una demostración abierta de afecto y amor —todas esas son características de Dios— y con mucha frecuencia vienen como una segunda naturaleza en las madres.
Por supuesto, no todas las madres cumplen esto, así como no todos los padres cumplen sus papeles perfectamente. Siempre habrá malos ejemplos de los que debemos aprender. Pero el hecho es que Dios creó el papel de las madres por una razón —para cuidarnos física y mentalmente, sí, pero también para darnos una perspectiva de nuestro Padre perfecto— nuestro Padre en los cielos al cual Jesús vino a revelar (Juan 1:18). Es por las madres que nosotros podemos entender algunas de esas características diferentes de Dios, tanto del Padre como del Hijo.
Es Dios al fin y al cabo el que conoce cada lágrima que hemos derramado (Salmos 56:8). Es Dios quien nos lleva y nos cuida con amor y compasión (Isaías 63:9). Es Dios quien nos lleva de la mano (Isaías 42:6), quien sufre cuando nosotros sufrimos (Oseas 11:8) y aquel que nos protege bajo la sombra de sus alas (Salmos 36:7). Jesucristo aun comparó su preocupación por Jerusalén con una gallina que quería reunir sus pollitos bajo sus alas (Mateo 23:7).
Ésta no es la clase de sentimientos que está de acuerdo con la idea típica de un vaquero estilo John Wayne —en esa clase de hombre, un hombre endurecido— pero son la clase de sentimientos que describen a una buena madre.
Dios diseñó un hombre y una mujer según Él —un papá y una mamá— como un tipo de la familia de Dios. Efesios (4:22-32).
Ese mundo necesita buenas madres
La tierra del nunca jamás ha permanecido como un concepto que ha perdurado en los últimos cientos de años. Es un lugar de juegos para la imaginación, un mundo sin límites, y aun las páginas de la famosa historia de J.M. Barry muestran a Peter Pan y sus chicos perdidos buscando una figura materna. Aun el niño que no pudo crecer sabía que le hacía falta algo muy precioso.
No es difícil entender por qué. Al fin de al cabo, en un mundo sin madres, ¿cómo podríamos ser algo diferente a un ramillete de niños perdidos?
Feliz Día de las Madres a todas las madres que me lean.
Si desea aprender más acerca del propósito de Dios y las expectativas que Él tiene de las mujeres, puede leer acerca de esto en el artículo: “El papel de la mujer”.
Fecha de publicación: Mayo 9, 2014