¿Por qué un bautismo se podría considerar inválido? Ésta es la historia de dos personas que fueron rebautizadas. Las razones por las que decidieron bautizarse de nuevo son reveladoras.
Ésta es una historia basada en la vida real acerca de un médico rural, su esposa y el bautismo. Sucedió hace 45 años, pero las lecciones de su experiencia son muy valiosas para aquellos que deciden escucharla.
El médico se había retirado después de dedicarle toda su vida a la práctica de la medicina en un pequeño pueblo de Canadá. Él y su esposa eran personas amables y realmente se preocupaban por los demás. Eran muy respetados y queridos por sus vecinos. Tuve la oportunidad de conocerlos porque ellos solicitaron a la Iglesia de Dios la presencia de un ministro para poder discutir las cosas que habían aprendido de la Biblia. Yo le estaba ayudando al pastor encargado del área en ese momento.
Concretamos una cita para visitarlos en su casa. La reunión transcurrió muy bien. Fue cordial. La pareja de ancianos no sólo era graciosa y hospitalaria, también estaban encantados de descubrir que pensábamos lo mismo acerca de las enseñanzas de la Biblia.
Una de las verdades fundamentales de la Biblia que habían estudiado recientemente era que el sábado era el séptimo día, el día que Dios santificó en la creación. Todas las iglesias cristianas del área guardaban el domingo. El médico y su esposa querían asistir a una iglesia que guardarán el sábado. Querían reunirse con personas que pensarán igual, no sólo con respecto al sábado, sino acerca de otras verdades que estaban descubriendo a partir de su estudio de la Biblia.
Eran personas conservadoras, de ésas que pensaban muy bien antes de inmiscuirse en algo nuevo. Nuestra visita fue rápida y terminó con una invitación para regresar pronto. Después de unos pocos meses, decidieron que querían ser parte de la Iglesia de Dios. A pesar de que vivían a unas horas de la congregación más próxima, estaban tan comprometidos que comenzaron a viajar todos los sábados.
Mientras más aprendían, más felices estaban con la decisión de haber empezado a asistir a la Iglesia. Eventualmente, nos dijeron que querían convertirse en miembros de la Iglesia de Dios.
¿Cuáles son las razones para volver a bautizarse?
En el transcurso de nuestras visitas, habíamos discutido el hecho de que uno se convertía en miembro de la Iglesia de Dios por medio del bautismo. Esto lo sabían. También discutimos el hecho de que la mayoría de las personas que habían sido bautizadas previamente necesitaban rebautizarse cuando Dios los llamaba a su Iglesia.
Décadas antes, el médico y su esposa habían sido bautizados en una iglesia de su comunidad y ellos creían firmemente que estaban convertidos y que sus bautismos eran válidos y no necesitaban rebautizarse.
Nosotros, de una manera respetuosa, les dijimos que no estábamos de acuerdo con su planteamiento y les explicamos por qué creíamos que ellos debían bautizarse de nuevo. Ellos se opusieron a esto. Pensaban que había excepciones. Claramente, estaban dolidos y de alguna manera se sentían ofendidos, un poco enojados.
Ellos sabían que la Biblia enseña que una persona debe ser bautizada por inmersión completa en agua, no rociándole agua encima, y siendo adulto, no un niño. ¡Y ellos habían sido bautizados de esta manera muchos años atrás!
Incluso en ese momento, ellos sabían que el bautismo era un entierro simbólico del “viejo yo” y que rociando agua encima no era la forma de llevarlo a cabo. (En nuestro artículo “¿Qué representan los símbolos del bautismo?”, explicamos ese profundo simbolismo). También sabían que no es posible que un bebé o un joven pueda reconocer realmente la necesidad de “morir” a su antiguo camino de vida. (Lo invitamos a leer nuestro artículo “¿Bautismo infantil?”.)
Ellos argumentaban que habían sido bautizados de acuerdo con las instrucciones de Dios. No obstante, nosotros seguíamos firmes en nuestra posición de que debían ser rebautizados. Por su propio bien, no podíamos pasar por alto está situación.
¿Basta con ser una “buena persona”?
¿Por qué no? Claramente, ellos eran unas “buenas personas” y habían demostrado tener carácter. Su decisión de convertirse en miembros de la Iglesia de Dios no fue tomada por un impulso. Nadie dudaba de su sinceridad. Eran humildes y agradables —¡con una actitud de abuelos por excelencia! ¡No eran unos pecadores empedernidos! Así qué, ¿cuál habría sido el problema de nombrarlos oficialmente miembros de la Iglesia? ¿Qué nos convenció de que ellos debían rebautizarse?
Eso lo discutiremos luego. Primero, quiero terminar la historia de esta pareja.
La idea de rebautizarse era demasiado para ellos. Después de esa reunión, ellos dejaron de asistir a la iglesia. Pasaron varias semanas. Luego, el médico y su esposa pidieron que por favor nos comunicáramos de nuevo con ellos.
Ellos estaban en una actitud completamente diferente a la que tenían la última vez que hablamos. Estaban muy positivos, felices. Nos explicaron que habían estado estudiando todo lo que la Biblia decía acerca del bautismo. Habían orado mucho para que Dios los guiara y les mostrara qué debían hacer. Y habían encontrado varias razones para volverse a bautizar.
Se dieron cuenta de que, aunque habían hecho varias cosas bien cuando se bautizaron por primera vez, había otras cosas cruciales que no se habían llevado a cabo.
La imposición de manos
La Biblia nos muestra que después del bautismo viene la imposición de manos por parte del ministro de Dios.
La Biblia nos muestra que después del bautismo viene la imposición de manos por parte del ministro de Dios. Luego de bautizar a una persona, uno o más ministros deben pedirle a Dios en oración que le dé a esa persona el don de su Espíritu Santo.
Si alguien dijera que Dios no tiene que dar su Espíritu Santo de esta manera, es válido —¡no tiene que hacerlo! Puede hacerlo de la manera que Él quiera. Pero cuando vemos los ejemplos en la Biblia, es claro que esta fue la manera que Él escogió para dar su Espíritu a todos aquellos que comienzan su proceso de salvación.
Entonces, si a usted no le impusieron las manos después del bautismo, ésa es una razón para volverse a bautizar.
(¿Es esto nuevo para usted? ¿Sabía usted que la Biblia dice que la imposición de manos es una de sus doctrinas fundamentales del cristianismo (Hebreos 6:1-3)? Lo invitamos a leer nuestro artículo “La imposición de manos”.)
El médico y su esposa buscaron los ejemplos e instrucciones en la Biblia. Llegaron a la conclusión de que esto, de por sí, era una razón determinante para darse cuenta de que su bautismo inicial no era válido. Como no les habían impuesto las manos, se dieron cuenta que no habían sido bautizados según las instrucciones que da la Biblia. Además de que no se les impusieron las manos para recibir el Espíritu Santo, había otro asunto relacionado con su bautismo anterior.
La importancia del arrepentimiento
¡Alcanzar la conversión no es sólo un procedimiento! Primero, es una cuestión del corazón. Otro elemento indispensable que viene antes del bautismo es el arrepentimiento. Así que, no entender el concepto del arrepentimiento antes del bautismo es otra razón para bautizarse de nuevo.
A pesar de que se habían arrepentido de la mejor manera según su conocimiento, entendieron que no habían comprendido realmente el concepto del arrepentimiento en ese momento. El arrepentimiento significa alejarse del pecado y empezar a obedecer a Dios, es lógico pensar que la persona debe conocer lo que significa el pecado y lo que Dios exige a modo de obediencia.
Como mencioné al principio de la historia, una de las doctrinas bíblicas que no entendieron cuando se bautizaron inicialmente fue la del sábado cristiano. Ellos descubrieron que habían estado pecando de una manera significativa por no estar obedeciendo el mandamiento del sábado. Así que, a su arrepentimiento inicial le faltaba un aspecto primordial. Se dieron cuenta que realmente no habían entendido de que se tenían que arrepentir, que debían obedecer. No se habían arrepentido, así que debían rebautizarse.
(¿Esto es nuevo para usted? ¿Sabía que lo primero que Jesús les dijo a las personas que hicieran fue “arrepentirse” (Marcos 1:15)? ¿Y sabía que Juan el bautista y los apóstoles de Cristo dijeron lo mismo? Lo invitamos a ver nuestro video “Cómo debemos arrepentirnos” y a explorar nuestra extensa colección de artículos acerca de este paso en el camino a la salvación.)
¿Amor… o seguir las reglas?
La realidad es que el amor y seguir las instrucciones de la Biblia van de la mano.
En este punto, ustedes pueden estar pensando que deberíamos enfocarnos más en el amor y menos en las reglas. La realidad es que el amor y seguir las instrucciones de la Biblia van de la mano.
Veamos esta fórmula bíblica para crecer en el amor de Dios: “por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” (2 Pedro 1:4-7, énfasis añadido).
El conocimiento es parte del camino hacia el amor. Es inexorable, no se puede ignorar. Debemos saber qué significa la fe y donde depositarla. Necesitamos saber qué es lo que Dios considera que está bien, en lugar de confiar en nuestra opinión personal o los vaivenes culturales. Necesitamos conocer cuáles son los impulsos que debemos controlar, cuándo perseverar y que significa la piedad. Y también necesitamos saber quienes son nuestros hermanos y hermanas espirituales.
En ese momento, entonces sí estaremos cerca de la piedra angular del verdadero amor según Dios.
Debemos saber
Los siguientes proverbios revelan el compromiso que todos nosotros debemos tener para buscar el conocimiento. Es notable la intensidad de las palabras:
“Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor del Eterno, y hallarás el conocimiento de Dios” (Proverbios 2:1-5).
“Si, si, si… entonces” muestra causa y efecto. Lo contrario también es verdad. Si no lo buscamos de corazón, no vamos a encontrar el conocimiento de Dios. Hay cosas que Google simplemente no sabe. Cosas que usted no va a entender simplemente leyendo un resumen en internet. Son cosas que sólo podemos entender si le dedicamos tiempo y esfuerzo para escudriñarlas. Lo invitamos a leer los artículos en la sección “Los beneficios prácticos e invaluables del estudio de la Biblia” para que usted pueda estudiar la Biblia por su cuenta.
Sin duda, perseguir el conocimiento puede ser un viaje de ego. La vanidad. Un refuerzo de la naturaleza que un cristiano debe dejar atrás. ¡Sin embargo, reclamar “amor” sin un conocimiento preciso de la Biblia es igual de vacío!
Noticias falsas, evangelio falso
En nuestra cultura actual, se habla mucho acerca de las “noticias falsas”. ¿Sabía usted que el cristianismo del primer siglo también tuvo una crisis debido a las noticias falsas —es decir, falsificaciones de la verdad? En la misma carta, Pedro les advierte a los creyentes que tengan cuidado de no ser apartados por este tipo de información errónea (“el error de los inicuos”).
¿Cuál es el antídoto para esto? Él les dice que crezcan en “gracia y en conocimiento” (2 Pedro 3:17-18).
El desafío de las diversas opiniones personales y malinterpretación de la Palabra de Dios continúa actualmente, incluso en el mundo de Google. Por un lado, nunca había sido tan fácil investigar lo que dice la Biblia. Pero parece que muchos, si no la mayoría, quieren que otro les hable acerca de la Biblia en lugar de profundizar en ella personalmente.
El médico y su esposa dieron un gran ejemplo en muchos aspectos de la vida, incluyendo la forma en que estudiaron las razones para bautizarse de nuevo y decidieron buscar ser bautizados nuevamente.
Al igual que los bereanos en la época del apóstol Pablo, ellos recibieron respetuosamente lo que les dijimos. Y luego, estuvieron “escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:10-12). Esto significa que no se basaron en la palabra de otra persona, ellos buscaron la Palabra de Dios.
¿Piensa usted que debe bautizarse de nuevo?
¿Fue usted bautizado? ¿Sucedió cuando usted era un bebé? ¿Cuándo era un adolescente? ¿Antes de que usted entendiera realmente qué espera Dios de su vida? Quizás, usted también, deba investigar lo que el médico y su esposa estudiaron hace casi 50 años atrás.
Éste es un excelente lugar para comenzar: “Rebautismo: ¿por qué sería necesario un segundo bautismo?”.