Actualmente existe una gran cantidad de hombres, mujeres e incluso niños que han sido bautizados. ¿por qué alguien se bautizaría por segunda vez?
Mateo 3 comienza con la historia del ministerio de Juan el Bautista. “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas…”
“Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados” (Mateo 3:1-3, 5-6).
Juan predicó que era necesario que las personas se arrepintieran de sus pecados, y los que entendieron fueron bautizados por inmersión.
Por varias razones, estos pasajes son de gran importancia para comprender el segundo bautismo. Estudiemos una historia bíblica que nos aclara este importante tema un poco más.
Un ejemplo bíblico del rebautismo
“Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
“Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos 19:1-5).
Estas escrituras ejemplifican una situación en que el rebautismo fue necesario. Analicemos el por qué.
Falta de conocimiento y entendimiento
Quienes hablaron con Pablo en esa ocasión claramente tenían conocimiento del arrepentimiento pero no tenían conocimiento de Jesucristo ni del Espíritu Santo. Necesitaban rebautizarse por su falta de conocimiento y entendimiento (lo cual demuestra la necesidad de comprender completamente los requisitos bíblicos antes de que la persona sea bautizada. También explica por qué no hay ejemplos de bautismo infantil en la Biblia; el bautismo es una decisión que requiere de madurez y discernimiento).
El hecho de que necesitaran rebautizarse luego de haber sido bautizados por Juan, implica que en su primer bautismo faltó algo muy importante. Estas personas no habían sido bautizadas en el nombre de Jesucristo y tampoco habían comprendido el importante rol del Espíritu Santo en esta ceremonia.
Luego de su muerte y resurrección, Jesucristo dio claras instrucciones con respecto al bautismo: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:18-20).
En Hechos 2:37-38, vemos que Pedro predicó ante una numerosa congregación. Cuando ellos entendieron quién había sido Jesucristo y el papel que desempeñaba en su vida, preguntaron: “Varones hermanos, ¿qué haremos?”, a lo cual Pedro respondió “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
Quienes hablaron con Pablo en Éfeso eran conscientes de la importancia del arrepentimiento. Sin embargo, cuando comprendieron quién era Jesucristo y la necesidad de recibir el Espíritu Santo, ellos fueron rebautizados. La falta del conocimiento espiritual y el entendimiento necesarios es una razón válida para el rebautismo. Si alguien fue bautizado siendo solo un niño, o incluso siendo un adulto, pero sin saber lo necesario acerca del pecado, el arrepentimiento, el sacrificio de Jesucristo y el papel del Espíritu Santo, esta persona debe pensar en bautizarse por segunda vez. Cualquiera que se encuentre en esta situación debe buscar el consejo de un ministro que pueda guiarlo a través del proceso del rebautismo.
Además, si una persona fue “bautizada” sin inmersión total en agua, su bautismo tampoco es válido según los ejemplos bíblicos que nos enseñan acerca de esta ceremonia y su simbolismo. “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua” (Mateo 3:16); “y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó” (Hechos 8:38).
¿Qué más necesitamos saber?
En Marcos 16:15-16, Jesús encomendó a sus discípulos: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
¿Cuál es este evangelio? ¿Podríamos bautizarnos sin conocer y comprender de qué se trata? Según las Escrituras, creer “en el evangelio” es absolutamente necesario (Marcos 1:15). Si desea más información sobre el evangelio del Reino de Dios, le invitamos a consultar nuestra sección acerca del “Reino de Dios”.
La importancia del Espíritu Santo
¡Tener el Espíritu Santo es vital para un verdadero cristiano! Cuando una persona cree, se arrepiente y es bautizada por inmersión, Dios promete darle su Espíritu a través de la imposición de manos (Hechos 8:18). Las personas que hablaron con Pablo en el libro de Hechos no habían entendido esta promesa de Dios, por lo que el apóstol les hizo ver que necesitaban rebautizarse, esta vez con el conocimiento de Jesucristo y del Espíritu Santo.
Los símbolos del bautismo van más allá del simple entendimiento del arrepentimiento. El verdadero bautismo debe ser “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19), la familia y el nombre de Dios. Nosotros permitimos que el Espíritu Santo—el poder de Dios—trabaje en nosotros y nos dejamos ser “guiados por el Espíritu de Dios” (Romanos 8:14).
¿Qué debo hacer si mi bautismo no fue válido?
Algunas personas dudan de la validez de su bautismo. Esto puede deberse a que se sintieron poco preparados o presionados al momento de bautizarse. Tal vez se preguntan si realmente comprendían lo que es el arrepentimiento o si se arrepintieron genuinamente de sus pecados cuando se bautizaron por primera vez, o quizá piensan: “¿recibí realmente el Espíritu Santo cuando me bauticé?” Y estas preguntas necesitan ser respondidas.
Si desea más información acerca de cómo responderlas, le invitamos a leer nuestros artículos acerca del arrepentimiento, la conversión y el bautismo.
Solamente quienes creen en el evangelio de Dios, se han arrepentido de sus pecados y comprenden el significado del bautismo, así como el compromiso que este implica, deben ser bautizados. El verdadero bautismo debe realizarse por inmersión total en agua y en el nombre de Jesucristo, además se requiere de la imposición de manos para recibir el Espíritu Santo.
El tema del rebautismo no debe tomarse a la ligera. Al bautizarnos estamos haciendo un pacto con Dios y aceptando la sangre de Jesucristo para remisión de nuestros pecados; el bautismo es una decisión para toda la vida. Si usted desea ponerse en contacto con un ministro preparado y comprensivo que pueda aconsejarle sobre su situación particular, le invitamos a llenar nuestro formulario de contacto y solicitar una entrevista con uno de los ministros de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial.