La felicidad es algo que todos deseamos, pero pocos son capaces de encontrarla y mantener. ¿Qué desea Dios que entendamos acerca de la verdadera felicidad, y dónde encontrarla?
Salmos 37:1-4, 10-11, 16-17
No te impacientes a causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
Confía en el Eterno, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Deléitate asimismo en el Eterno…
Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.
Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz…
Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es el Eterno.