Cuando las cosas no ocurren como nos gustaría, es fácil perder nuestro sentido de gratitud. Este iniciador del estudio bíblico le ayudará a practicar activamente la gratitud y volver a enfocarse en sus bendiciones.
Salmos 100:1-5
Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid al Eterno con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.
Reconoced que el Eterno es Dios;
Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Porque el Eterno es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.
Filipenses 4:11-13
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.