¿Cuántos años tiene la tierra? ¿Fue creada hace 6.000 años o tiene miles de millones de años? ¿Si la tierra tiene miles de millones de años, habría una contradicción con el libro de Génesis?
Muchas personas interpretan la semana de la creación en Génesis 1, como si a partir de la nada se hubieran creado el universo y la Tierra hace 6.000 años. Pero al parecer esta interpretación se contradice con la Geología y la Astronomía, que plantean una edad mucho más antigua para el universo y la tierra.
Por supuesto, aquellos que han comprobado la existencia del gran Dios Creador, saben que Dios pudo haber creado el universo completo dándole una apariencia de mayor edad, como lo hizo con Adán y Eva mostrándolos como adultos y no como bebés.
Ésta es la base para el creacionismo de la “tierra joven”, una teoría popular que incluye explicaciones mucho más detalladas para hablar desde la época de los dinosaurios hasta la datación por radiocarbono.
Sin embargo, muchos otros piensan que esta interpretación no explica de manera adecuada toda la evidencia científica o el registro bíblico de la prehistoria.
Aunque la idea de la “tierra joven” es popular, no es la única explicación bíblica de la creación. Hay otras dos explicaciones que se han propuesto que permiten una Tierra mucho más antigua.
Creacionismo del día-era
Hay una explicación que trata de conciliar la Biblia con la Geología y la Astronomía, al interpretar los días de la creación como “eras” que pueden ser millones o miles de millones de años de duración. Pero este “creacionismo día-era” tiene su propia serie de dificultades.
¿Cuánto duraron los “días” en la semana de la creación?
¿Cuál es el significado de la palabra “día” que se utiliza para describir la semana de la creación? La palabra hebrea para “día” es yom; y a menudo se traduce como “tiempo”, como en el “día de la venganza” y el “día de la adversidad”. En algunas ocasiones se utiliza simbólicamente para representar un “año” (Ezequiel 4:6).
Otro significado que se le da a la palabra “día”, es el del periodo de luz del día de 12 horas. La lluvia que causó el diluvio en el tiempo de Noé duró 40 días y 40 noches (Génesis 7:12). Jonás estuvo en el vientre del gran pez por tres días y tres noches (Jonás 1:17). Así mismo, Cristo estuvo sepultado por tres días y tres noches literales.
¿Día=era?
Pero para las personas que creen que los días de la creación duraron una era, el siguiente pasaje de la Biblia les va a plantear un problema: “Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para el Eterno tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo el Eterno los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Eterno bendijo el día de reposo y lo santificó” (Éxodo 20:9-11).
La palabra hebrea para día (yom) aparece cinco veces en ese pasaje, y primordialmente se refiere a un período de 24 horas en lugar de una era. Si cada uno de esos siete días pretendía referirse a una era, la palabra hebrea dor (era) probablemente hubiera sido empleada en lugar de yom.
Veamos el orden de esta semana de la creación para ver si interpretar estos días como eras tiene sentido a la luz de lo que Dios creó.
Primero, es interesante ver que incluso antes de que Dios diera la primera orden en la semana de la creación, en Génesis 1:2 dice que “y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Esto quiere decir que la Tierra y el agua en la Tierra ya habían sido creadas antes del primer día de la semana de la creación.
La Tierra y el agua debieron haber estado en tinieblas, ya que en Génesis 1:3 Dios dice: “Sea la luz”. Esto puede significar que la luz no alcanzaba la superficie de la tierra antes de que Dios hiciera que apareciera la luz.
Las plantas fueron creadas en el tercer día (Génesis 1:11-13). La luna, el sol y las estrellas aparecieron en el cuarto día (Génesis 1:14-19). ¿Cómo hicieron las plantas para sobrevivir millones de años sin la luz del sol? Los pájaros y los insectos fueron creados en el quinto día (Génesis 1:20-23). Muchas plantas no podrían haber sobrevivido sin que insectos y pájaros las hubieran polinizado.
Y está escrito en la Biblia que “y fue la tarde y la mañana del primer día” (Génesis 1:5). Esta frase se repite para cada uno de los días subsiguientes de la semana de la creación, y claramente se refiere a un período de tiempo de 24-horas.
Entonces, basados en el contexto del uso de la palabra y el orden de lo que fue hecho en Génesis 1, el significado de la palabra “día” (yom), serian días de 24 horas literalmente —no eras de miles, millones o miles de millones de años.
Afortunadamente existe otra explicación que encaja mucho mejor con lo que la Biblia dice.
La teoría de la brecha
Si examinamos lo que dice en Génesis 1:1 y Génesis 1:2, encontramos algunas pistas que podrían explicar una brecha de tiempo entre estos dos versículos. Génesis 1:1 dice: “En el principio creo Dios los cielos y la tierra”. Es aquí donde Dios creó las estrellas y la Tierra en donde vivimos. Los ángeles existían antes de que fuera creada la Tierra y alababan y se regocijaban cuando la contemplaban (Job 38:4, 6-7).
En Génesis 1:2 dice: “La tierra estaba desordenada (hebreo: tohu) y vacía (hebreo: bohu)”
Para entender mejor este versículo miremos otras escrituras en la Biblia. “Porque así dijo el Eterno, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano [hebreo tohu], para que fuese habitada la creó: Yo soy el Eterno, y no hay otro” (Isaías 45:18, énfasis añadido).
Dios dice que Él no creo la tierra en vano. ¿Entonces qué pasó entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2?
En el versículo 2 la palabra “estaba” es traducida del hebreo hayah. La palabra hayah es utilizada en otra parte en el libro de Génesis, pero no siempre es traducida como “estaba”. Consideremos estos pasajes:
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“Entonces el Eterno Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un (hayah) ser viviente” (Génesis 2:7).
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“Y aconteció andando el tiempo (hayah), que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda al Eterno” (Génesis 4:3).
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“Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió (hayah) estatua de sal” (Génesis 19:26).
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“Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé (hayah) por mujer” (Génesis 20:12).
Como se muestra en los ejemplos anteriores en el libro de Génesis, la traducción de la palabra hayah como “se convirtió en” no sólo es posible, sino que en algunos casos es la mejor opción. El profesor de idiomas bíblicos, Gleason Archer, comenta:
“Cabe señalar con respecto al verbo “estaba” en Génesis 1:2, que muy posiblemente represente “se convirtió en” y se interpretara como “y la tierra volvió desordenada y vacía”. Sólo una catástrofe cósmica podría ser responsable de dar paso a una confusión caótica en la creación perfecta original de Dios. Esta interpretación, sin duda parece ser exegéticamente sostenible” (A Survey of Old Testament Introduction [Un estudio de la introducción del Antiguo Testamento] 1974, p. 184).
En un pie de página, de la página 184, el profesor Archer dice: “Propiamente dicho, el verbo hayah no tiene el significado de ser estático como el verbo copulativo “ser”. Su idea básica es la de llegar a ser o emerger como tal y tal, o de llegar a ser.
“A veces se intenta hacer una distinción a lo largo de las siguientes líneas: hayah significa 'convertirse' sólo cuando es seguido de la preposición le; de lo contrario no hay ninguna idea explícita de llegar a ser. Pero esta distinción no se mantendría al hacer un análisis. En Génesis 3:20 la traducción adecuada es: ‘Y llamó Adán el nombre de su mujer Eva, porque ella se convirtió en la madre de todos los vivientes.’ Ningún le sigue al verbo en este caso. Así también en Gen 4:20: 'Jabal fue el padre de los moradores de las tiendas’. Por lo tanto no puede haber objeción gramatical planteada al traducir Gen 1: 2: ‘Y la tierra se convirtió en alboroto y desolación’" (ibídem).
Entonces si traducimos la palabra hayah como “convertirse en” en lugar de “estaba”, lo que indicaría sería que la Tierra fue creada de manera perfecta en Génesis 1:1 y entonces se convirtió en desperdicio y vacía. Debido a este lapso de tiempo que pudo haber ocurrido entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2 la explicación conocida como la teoría de la brecha recibió su nombre.
¿Qué hizo que la tierra se convirtiera en desperdicio y soledad?
Como vimos anteriormente, Isaías nos da una indicación muy clara de que la tierra no fue hecha por Dios para estar desordenada (tohu). Él nos informa que “él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano (tohu), para que fuese habitada la creó: Yo soy el Eterno, y no hay otro” (Isaías 45:18). ¿Si Dios no creó la tierra tohour “en vano”, ¿Por qué se volvió así?
Los ángeles ya existían antes de que la tierra fuera creada (Job 38:4, 6-7). Entonces un evento catastrófico ocurrió. Lucero trató de destronar a Dios (Isaías 14:12-14). Una tercera parte de los ángeles fue arrojada a la Tierra durante esta revuelta (apocalipsis 12:4). Fueron arrojados de nuevo a la Tierra junto con su líder, quien se convirtió en Satanás. Jesucristo dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lucas 10:18). Al parecer la Tierra fue afectada en gran manera como resultado de la rebelión.
Satanás no fue creado con maldad alguna. Se convirtió en el mal por su orgullo y al rebelarse pecó contra Dios (Ezequiel 28:14-17). Cuando tentó a Eva en el jardín del Edén, él ya era malo.
Una historia de la teoría de la brecha
Muchos de los que no creen en la teoría de la brecha dicen que fue desarrollada en un intento por responder el famoso libro de Charles Darwin El origen de las especies, que fue publicado en 1859. Sin embargo la idea sobre la teoría de la brecha fue escrita desde hace más de mil años atrás. Por ejemplo, el Targum de Onkelos, traducido al arameo por eruditos en el segundo siglo después de Cristo (d.C.), traduce Génesis 1:2: “Y la tierra fue arrasada”.
La popularización más reciente de la teoría de la brecha al parecer empezó con el profesor Barón Cuvier de la Universidad de Paris. El profesor Cuvier creía que la tierra había sufrido desde su creación no una sino muchas revoluciones universales o cataclismos por agua. El último de ellos fue con el diluvio de Noé. El profesor Cuvier resumió sus ideas en dos ensayos: “Un ensayo sobre la teoría de la tierra” (1817) y “Discursos sobre las revoluciones de la superficie del globo”.
De Thomas Chalmers, que vivió de 1780 a 1847, se dice que también popularizó la teoría de la brecha del creacionismo antes que Darwin. “El primero dio una conferencia sobre el mismo en 1814 y lo atribuyó a Episcopius” (Tom Melver, Formless and Void: Gap Theory Creationism [Sin orden y vacía: la teoría de la brecha del creacionismo]). Simón Episcopius vivió de 1583-1643, mucho antes de que hubiera razones científicas para analizar esta explicación.
Una semana de re-creación
¿Cómo explica la teoría de la brecha la semana de la creación? El relato de Génesis 1:2 a Génesis 2:3, está escrito desde el punto de vista de un observador de la Tierra. La semana de la creación no es un recuento de Dios creando la Tierra a partir de la nada (que está descrito en Génesis 1:1), es más bien Dios reparándola del gran daño que se le causó.
En Génesis 1:2 dice: “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Salmos 104 es un salmo de la creación y también menciona el Espíritu de Dios a la luz de la creación: “Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra” (Salmo 104:30). La palabra “renueva” viene de la palabra en hebreo chadash, que también significa “reparar” (The New Brown, Driver, Briggs Hebrew and English Lexicon of the Old Testament [El nuevo léxico en hebreo y en inglés del Antiguo Testamento de Brown, Driver y Briggs]). El orden fue reestablecido en esta Tierra durante esta semana de siete días literales.
En Génesis 1:3-5 y 14-19 se usan las palabras tarde y mañana, día y noche, luz y oscuridad. Todos estos términos se refieren a un día de 24 horas literales, así como lo es en la actualidad.
Entonces al parecer, por todas las escrituras en la Biblia y la evidencia física del universo y la tierra, hubo una brecha de millones o miles de millones de años entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2. Lo que se describe en Génesis 1:1 es la creación inicial del Universo y la Tierra. Lo que se describe al comienzo de Génesis 1:2 es la semana de la re-creación, no la creación inicial del Universo y la Tierra.
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