Dios el Padre y Jesucristo el Hijo se presentan como el Alfa y la Omega en el libro de Apocalipsis. ¿Qué significado tiene esto para nosotros?
La afirmación “soy el Alfa y la Omega” se repite en cuatro oportunidades en el libro de Apocalipsis (1:8, 11; 21:6; 22:13). Esta autodescripción la utilizan tanto Dios el Padre como Jesucristo.
¿Qué significan el Alfa y la Omega?
Alfa es la primera letra del alfabeto griego y omega es la última letra. Por lo tanto, la frase el Alfa y la Omega significan el comienzo y el final.
Teniendo en cuenta que Dios es eterno y no tiene principio ni final, el significado espiritual de la frase es que Él es el que inicia (el primero) y el que termina (el último). Él va a completar todo aquello que se deba completar, pero nunca va a terminar.
El diccionario completo de estudio de las palabras, Nuevo Testamento, define el Alfa y la Omega de esta manera:
““El significado de la expresión ‘alfa y omega’ se explica por las palabras que la acompañan: el principio [arche] y el fin [telos], el primero [protos] y el último [eschatos]”. El ‘primero’ no significa ‘el primer creado’, sino más bien el que trajo todo a la existencia. Así, en el Apocalipsis, alfa indica que Él es quien trajo todas las cosas a la existencia, y omega que Él es quien las llevará a su determinado fin (2 Pedro 3:10-13; Apocalipsis 21:1). La expresión significa que toda la existencia, desde el principio hasta el final, es atribuible a Dios Padre o a Jesucristo (Juan 1:3; Romanos 11:36; Efesios 1:10; Apocalipsis 3:14)” (Spiros Zodhiates, p. 57).
Otra definición para alfa y omega
La segunda edición del Nuevo diccionario bíblico, brinda información adicional acerca del alfa y la omega:
“La yuxtaposición de la primera y la última letra del alfabeto griego, que corresponde a las letras hebreas alef y tav, se utiliza sólo en el Apocalipsis como autodenominación tanto de Dios (Apocalipsis 1:8; 21:6, donde “el Alfa y la Omega” se explica por el paralelo “el principio y el fin”) como de Cristo (22:13, con el mismo paralelo y la frase adicional “el primero y el último”). En Apocalipsis 22,13 se confirma la divinidad del Hijo aplicándole lo que se dice del Padre. En cada uno de estos casos, el término se refiere a la actividad eterna, dinámica y global de Dios o de Cristo en la creación y la salvación; es decir, el origen, la conservación y la meta de todas las cosas que se encuentran en la Divinidad (cf. Romanos 11:36)” (p. 26).
En la Biblia, tanto el Padre como el Hijo utilizan Alfa y Omega
En Apocalipsis 21 Juan escuchó: “Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida” (Apocalipsis 21:6).
Estar conscientes de que Dios es Todopoderoso, literalmente “aquel que tiene su mano en todo” de principio a fin, nos recuerda que Él nos puede ver a través de las pruebas presentes y tribulaciones. Al final, Dios gana.
También dice: “El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo” (v. 7) —una referencia clara al Padre.
No obstante, en Apocalipsis 22 Jesús dice que viene pronto (v. 12), luego añade: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último” (Apocalipsis 22:13).
“El hecho de que la expresión ‘el alfa y, la omega’ se aplique a Cristo es otra prueba de la deidad del Señor Jesucristo y su coeternidad con el Padre” (Zodhiates, p.57).
Otras formas de expresar la eternidad
La Biblia explica que Dios habita en la eternidad, más allá de los límites del tiempo y el espacio que Él creó. Los seres humanos no entienden a cabalidad el concepto de eternidad y nuestros idiomas tienen pocos recursos para expresar lo que no podemos entender.
Así que la Biblia emplea varias expresiones para tratar de ayudarnos a entender. Por ejemplo, además de las definiciones anteriores, Dios también se describe a sí mismo como aquel que “es y que era y que ha de venir” (Apocalipsis 1:4, 8).
Esto “se entiende generalmente como una paráfrasis del nombre divino representado en todo el [Antiguo Testamento] por el tetragrámaton hebreo YHWH” (Comentario bíblico del expositor, Vol. 12, nota acerca de Apocalipsis 1:4). Este nombre se usa generalmente para referirse a Aquel que se convirtió en Jesucristo, pero también se usa para el Padre (por ejemplo, Salmos 110:1). (Si usted desea leer más acerca de esta palabra hebrea que se representa como Señor, lo invitamos a leer nuestro artículo “¿Jesús en el Antiguo Testamento?”.
“Los tiempos indican que el mismo Dios está eternamente presente con su pueblo en la alianza para sostenerlo y animarlo a través de todas las experiencias de su vida” ibídem).
YHWH refleja la idea de que Dios es eterno. Esto también se transmitió cuando Dios le dijo a Moisés, “YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros” (Éxodo 3:14).
El Alfa y la Omega se utilizan para dar ánimo
Como Juan registró fielmente en el libro de Apocalipsis la visión que le fue revelada, también buscó la forma de animar a la Iglesia. Dijo que él era su “copartícipe vuestro en la tribulación” (Apocalipsis 1:9) y describió muchas de las persecuciones que habían padecido algunos de los miembros de la Iglesia de Dios (lo invitamos a leer nuestro artículo “Las siete Iglesias de Apocalipsis” y los artículos relacionados).
Estar conscientes de que Dios es Todopoderoso, literalmente “aquel que tiene su mano en todo” (Expositor, nota acerca de Apocalipsis 1:8) de principio a fin, nos recuerda que Él nos puede ver a través de las pruebas presentes y tribulaciones. Al final, Dios gana.
Si usted desea aprender más acerca de los nombres y el poder de Dios, lo invitamos a leer nuestro artículo “Los nombres de Dios”.