El Reino de Dios
La profecía bíblica habla más acerca del tema del Reino de Dios que de ningún otro tema. Sin embargo, aún con la gran cantidad de información disponible en diversas fuentes, parece haber muy poca información que explique correctamente lo que es. La Biblia nos muestra que Cristo predicó mucho acerca del tema, y aun así, la humanidad, en su mayoría, no sabe lo que es.
¿Cómo podemos estar tan ajenos a la verdad?
Jesucristo enseñó a sus discípulos a orar, en la que se conoce ampliamente como la oración del “Padre Nuestro”. En ella… Cristo delineó una serie de temas específicos que debemos incluir en nuestras oraciones. Uno de estos temas es pedir que venga el Reino de Dios.
El Reino de Dios también fue un tema central en el ministerio de Cristo. En Marcos 1:14-15 leemos: “después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”. La palabra evangelio significa “buenas noticias”.
Pero ¿cuáles son las buenas noticias?
Las buenas noticias tienen que ver con el establecimiento de un reino real. Muchas parábolas de Jesús describen el Reino de Dios y cómo será.
En el evangelio de Mateo, Cristo revela que antes de que llegue el tiempo del fin, el evangelio del reino, es decir las buenas noticias, será predicado en todo el mundo como testimonio a todas las naciones.
Entonces, ¿qué es el Reino de Dios?
Muy contrario a la creencia tradicional, al morir los verdaderos cristianos no irán al cielo para contemplar el rosto de Dios por toda la eternidad.
¡Dios tiene preparado algo mucho más interesante para nosotros!
En ninguna parte de la Biblia leemos que el cielo sea el lugar prometido para los fieles seguidores de Dios. Pero la Biblia sí dice claramente que Jesucristo establecerá su gobierno eterno aquí sobre la tierra a su regreso, tal como lo prometió. Lo hará porque el ser humano no puede gobernarse a sí mismo. Nunca ha podido hacerlo. En lugar de obedecer a Dios, lo cual produciría paz, prefiere decidir por sí mismo lo que es bueno y malo, y esto conduce al sufrimiento y la destrucción.
Jesucristo quiere que pidamos a Dios “venga tu reino” en nuestras oraciones cotidianas, sabiendo que éste será un gobierno real que Dios establecerá para siempre sobre la tierra.
Reconozcamos nuestra responsabilidad para con Dios: obedecer su voluntad. Y reforcemos la visión del futuro que Dios ha preparado para sus fieles seguidores. ¡Será un futuro maravilloso! Un futuro glorioso que seguramente no querrá perderse.
No nos cansemos jamás de pedirle a Dios el pronto establecimiento de su reino. No cesemos de pedir en oración: “venga tu reino”.
Para Vida, Esperanza y Verdad soy Lauro Roybal.