Estándares de Dios
Cuando surge un desastre natural o tragedia que afecta nuestras vidas, ya sea a nivel personal o nacional, es usual clamar a Dios pidiendo auxilio.
Deseamos que Dios intervenga directamente en sus vidas y sin embargo cuando se trata de obedecerle parecería que la sociedad no desea involucrar a Dios en cuestión de moralidad o conducta humana.
Por un lado le pedimos a Dios que intervenga en nuestras vidas durante momentos de necesidad, y por el otro ignoramos lo que dice con respecto a la preservación de la vida humana.
Por un lado pedimos que nos salve la vida, y por el otro se legaliza el aborto de miles de bebés cada año.
Vivimos en una sociedad dónde se le pide a Dios que derrame bendiciones sobre nuestros matrimonios y a l mismo tiempo no deseamos escuchar nada acerca de lo que expresa claramente respecto a la unión entre personas del mismo sexo.
Tanto Cristo como posteriormente los apóstoles hablaron claramente y calificaron esas relaciones entre personas del mismo sexo como actos vergonzosos, y sin embargo, dentro de nuestras sociedades, no solamente se toleran estas prácticas, sino que se también se aceptan abiertamente, y más aún, se legalizan.
¿No sería mejor pedirle a Dios que se involucrara en todas las actividades de nuestra vida y no solamente cuando surge una necesidad de salvarnos de alguna tragedia?
La Biblia nos advierte que si ignoramos los mensajes y mandamientos de Dios cuando clamamos que intervenga en nuestras vidas no escuchará ni responderá ya que su intervención requiere primero de nuestra total obediencia.
Los desastres que sufrimos en nuestras vidas en lo personal o como nación pueden recibir respuesta inmediata.
La próxima vez que clamemos a Dios pidiendo que nos escuche preguntémonos primero, ¿Estamos nosotros dispuestos también a escucharlo a Él y obedecerlo incondicionalmente en todo?
Para vida esperanza y verdad, soy Lauro Roybal.