Vivir con incertidumbre
Una de las palabras que mejor describen el estado mental de nuestra era actual es la incertidumbre. Vivir todos los días sin saber que nos sucederá y con un entorno nada seguro es algo que ha estado afligiendo al ser humano en los últimos tiempos.
Vivir con incertidumbre significa no saber lo que va a ser de uno mañana, si van a cambiar las cosas, si lograremos aquello que deseamos y por lo cual luchamos, ni cuándo se solucionarán nuestros problemas.
La incertidumbre es estresante en sí misma y sin duda está generando problemas en la salud mental del ser humano. La ansiedad y la depresión son causa de preocupación para los sistemas de salud, pero son un problema serio que cada día genera ansiosa inquietud a las personas que salen a trabajar, sin saber si mantendrán sus trabajos, si podrán seguir pagando la educación de los hijos o su tratamiento de salud.
Cuando miramos la vida todos podemos percibir que no es nada fácil. La vida misma es corta, pasa muy rápido y al cabo de unos 20 o 30 años podemos darnos cuenta que la mejor parte ya se está yendo.
El ser humano tiene plena conciencia de que es mortal, y lucha buscando estabilidad, tranquilidad y paz y mientras pasan los años el temor y la inseguridad termina rodeando su entorno, debilitando así su vida.
Lamentablemente las economías de este mundo no tranquilizan a nadie. La humanidad entera sin duda que necesita certidumbre. ¿Existirá algo que nos de tranquilidad y certidumbre en esta vida?
Para los que necesiten certidumbre y la busquen con ansias la fe es algo fundamental y necesario. Es la única solución para vencer esta incertidumbre que cada día debilita nuestro futuro.
Si para evitar la incertidumbre necesitamos fe, por lo tanto, deberíamos saber bien que es. ¿Será una convicción ciega en uno mismo que logrará vencer y dar estabilidad ante las inseguridades de este mundo?
¿Qué es fe verdadera?
La Biblia menciona acerca de una fe verdadera. En Hebreos 11:1 está escrito “es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.
Usted espera tener un buen futuro, pero de seguro no tiene la certeza ni la convicción que lo que vendrá será mejor. Lamentablemente el ser humano ha despreciado una mejor visión de su propia vida y de su Creador.
El apóstol Pablo hablando de esta fe escribió en 2 Corintios capitulo 4: versículos del 16 al 18 "Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas."
Sí, hay certidumbre para aquellos que tienen fe en el Creador de todas las cosas y que tienen una clara visión de su futuro. La fe nos capacita para vivir confiados sabiendo que nuestra vida no depende de nosotros mismos, sino de aquel que nos creó y que nos ha dado el potencial conocer nuestro futuro.
Para Vida Esperanza y Verdad, les hablo Álvaro Matamala.