Vida, Esperanza y Verdad

Cuarentena: ¿por qué han aumentado los problemas matrimoniales?

La cuarentena ha obligado a las familias a tener que convivir de una manera intensa. Ante esta circunstancia, varios matrimonios empiezan a resquebrajarse, pero ¡usted puede salvar el suyo!

Por teléfono la señora realmente se escuchaba angustiada, decía: “Quiero que termine la cuarentena, ¡y ya! No soporto a mi marido en casa ni un minuto más”.

Hasta hace unas semanas, el matrimonio convivía unas pocas horas en la mañana y otras en la noche. De pronto, la rutina de esa casa cambió completamente desde el inicio del confinamiento. Esposa y esposo deben ahora compartir 24 horas, los siete días de la semana.

La convivencia de un matrimonio no debería ser algo fácil. El Diccionario de la Real Academia Española indica que convivencia significa “acción de convivir”, definiendo “convivir” como “vivir en compañía de otro u otros, cohabitar”. Una muy interesante segunda acepción para este vocablo, se presenta en el Diccionario María Moliner, que lo define como “vivir en buena armonía”. Es decir, llevar una coexistencia pacífica, en colaboración y agradable.

Noticias alarmantes

Cuando el coronavirus solamente era una noticia extraña de una tierra lejana, un periódico publicó una noticia que llamó mi atención: “Aislamiento por coronavirus provoca aumento de divorcios en China”. El mes de marzo recién comenzaba y en China tenían problemas inesperados, especialmente en los matrimonios. En ese momento había dudas sobre si el virus se iba a expandir o no. ¿Podría la ola de divorcios repetirse en otros lugares? El tiempo despejó mis dudas. Considere usted los siguientes titulares de diarios:

La pandemia del Covid 19 nos sitúa ante una experiencia inédita. El confinamiento implica que muchos de nosotros nos encontramos de repente ante la perspectiva de pasar mucho tiempo en un espacio limitado y cerrado, obligados a convivir todo el tiempo.

En la vida moderna las parejas están acostumbradas a pasar largas horas en el trabajo. La cuarentena nos encerró a todos en la misma casa y la cotidianidad en muchos casos se tornó complicada. El peligro potencial de que afloren tensiones es muy alto. Pero, ¿no debería ser bonito y positivo pasar más tiempo con la persona que hemos elegido para que sea nuestro esposo/a?

Sobrevivir a la cuarentena

Antes del encierro todos teníamos un horario más o menos establecido. Las parejas desayunaban juntas y luego uno o ambos salían para el trabajo o realizaban diversas actividades de forma independiente. Todo está alterado ahora. Mantener un ritmo de vida, aún en cuarentena, nos puede ayudar a establecer orden en nuestro hogar. Despertarnos a un horario “normal”, almorzar y cenar con cierta formalidad, tener un horario para ejercicios físicos, lectura, estudio y entretenimiento nos pueden ayudar a que el matrimonio y el hogar se mantenga en buen funcionamiento, especialmente si hay hijos en edad escolar.

Pasar “tiempo de calidad” con nuestra pareja puede ser un desafío. Mantener contacto visual, esforzarse por prestar atención y tratar de no interrumpir cuando se nos habla son buenos consejos.Por otro lado, no hay que dejar que el descuido se haga rutina. La mayoría de parejas ya tiene confianza suficiente para saber cómo luce el otro sin un buen peinado o sin afeitar. Sin embargo, mantenerse aseado y vestirse bien todos los días está relacionado con que nos veamos lindos para el otro. Seguir con estas rutinas hace que cada quien sienta bienestar.

En su libro “Los cinco lenguajes del amor: el secreto del amor que perdura”, su autor Gary Chapman señala varias formas diferentes de expresar amor. Lo que decimos es importante: ¿son palabras alentadoras, de reconocimiento y bondadosas? “Los labios del justo saben hablar lo que agrada”, dice la Biblia en Proverbios 10:32. ¿Qué es lo que más le gustaría que su conyugue le diga? Hágalo usted primero. Recuerde “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).

Pasar “tiempo de calidad” con nuestra pareja puede ser un desafío. Mantener contacto visual, esforzarse por prestar atención y tratar de no interrumpir cuando se nos habla son buenos consejos. Aprender a conversar es un arte que nos puede tomar toda la vida. En este tiempo de confinamiento, piense qué actividad puede disfrutar con su esposo/a y ¡hágalo!

Esta época de “distanciamiento social” nos quiere imponer que los besos y los abrazos son asuntos del pasado. Pero recuerde: ¡esto no aplica a quienes queremos hacer la voluntad de Dios! La doctora Pert, psicofarmacóloga de prestigio internacional y autora del best seller “Las moléculas de la emoción” afirmaba que los abrazos y los besos producen “medicamentos” que necesitamos para el buen funcionamiento del cuerpo y la mente. El principal efecto de esto es una reducción en la producción de cortisol, la hormona del estrés. Esto, a su vez, desinhibe la producción de linfocitos, que son la primera línea de defensa del sistema inmune. Así mismo, se comprobó que otro de los beneficios del contacto físico es que incrementa la producción de serotonina, dopamina y oxitocina. Todas esas hormonas tienen un importante papel en la sensación de bienestar. ¡Abrace y bese a sus hijos! ¡Abrace y bese a su esposo/a!

Cómo ve Dios la separación

Quizá usted piense que lo ha intentado. Se ha esforzado en todo, ha dado lo mejor. Este confinamiento lo ha hecho analizar la separación como una opción adecuada. Usted está resignado/a… su cónyuge no va a cambiar.

Pero un momento, ¿está seguro/a que usted es la persona que debe cambiar a su cónyuge? Si su cónyuge no cambia, ¿qué tal si cambia usted mismo?

Dios expresó su opinión de manera muy clara: “Yo aborrezco el divorcio” (Malaquías 2:16, NVI). Si la relación conyugal no está funcionando como esperaba, separarse no es la solución. La separación destruye la esencia misma del diseño que Dios creó para que un hombre y una mujer se volvieran uno solo.

Quizá los gritos y las discusiones han estado en aumento y necesita hablar con alguien sobre su problema. Si está dispuesto a seguir un consejo sabio de ministros de Jesucristo, contáctese con alguno de ellos. Puede hacerlo en http://iddam.org/congregaciones-en-hispano-america/

También, recientemente hemos preparado un folleto titulado El matrimonio que Dios diseñó. Podemos recuperar la antigua sabiduría que conduce a la felicidad y la estabilidad en nuestras relaciones, con o sin cuarentena. No es demasiado tarde, ¡salve su matrimonio!

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Cómo salvar su matrimonio

Casi toda pareja de casados tiene que afrontar problemas matrimoniales. Muchos están a punto de divorciarse. Invierta tiempo ahora y aprenda cómo salvar su matrimonio.

Acerca del autor

Daniel Campos

Daniel Campos

Daniel Campos nació en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. De adolescente fue un apasionado lector de la publicación predecesora de la actual revista Discernir. Está casado con Norma Navarrete que es bibliotecaria escolar, oriunda de Bahía Blanca, Argentina.

Actualmente se desempeña como diácono y junto a su esposa viven en Buenos Aires, tienen cuatro hijos y pertenecen a la congregación local de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial de esa ciudad.

Daniel se dedicó a la docencia por más de 30 años, siendo maestro de primaria y profesor de Historia y Geografía en enseñanza media y en colegios de adultos para estudios superiores. Ahora está jubilado de la docencia y disfruta más tiempo para dedicarse a lo que lo apasiona.

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