Vida, Esperanza y Verdad

El Diluvio, la lección olvidada

Tocón de árbol de 280 millones de años en la Antártida
Tim Clarey, un geólogo cristiano del Instituto de Investigación de la Creación (ICR), hizo público recientemente el descubrimiento de unos tocones de árboles fosilizados en una montaña en la Antártica. Este geólogo señala a estos árboles como evidencia que confirmaría el relato bíblico del diluvio.

En total, se recogieron fragmentos de trece árboles de hoja perenne, árboles de hoja caduca y otras variedades, como el jengibre.

 “Los árboles fueron encontrados en los montes de la Antártica. Para aquellos que se toman el relato del Génesis en serio este descubrimiento no debe ser ninguna sorpresa “, dijo el geólogo.

 “La Biblia describe claramente un diluvio global que afectó a todas las masas de tierra en el planeta — ¿por qué la Antártica debería ser una excepción?”, se pregunta.

Como la vegetación en general, y en particular este tipo de árboles, no pueden sobrevivir al actual clima frío de la Antártica, el descubrimiento de los fósiles indica que las condiciones climáticas de la Tierra eran más cálidas, templadas y agradables antes del Diluvio.

La condición de los árboles fosilizados muestra una preservación muy completa con rasgos de proteínas y aminoácidos aún intactos.

Estos árboles habrían sido sepultados rápidamente durante el diluvio global descrito en Génesis. El geólogo cristiano argumenta: “Los animales, plantas tropicales y todos los árboles fueron atrapados y rápidamente enterrados en las cenizas, lodo y arena. Estos fósiles nos recuerdan que la Palabra de Dios es verdadera”.

En Génesis 7:17-20 se menciona lo que sucedió: “Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas. Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes”.

El diluvio fue real, según la Biblia. Pero lo más sorprendente es que los seres humanos hayan raído y quitado importancia a un evento tan importante para toda la humanidad. Con el transcurso de siglos y milenios ha quedado en el olvido la gran lección que Dios le quiso entregar a toda la humanidad a través de este evento mundial.

¿Sabe usted la causa de esta decisión de parte de Dios?

En Génesis 6:11-13 se menciona: “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.”

A Dios le molestó tanto la maldad del hombre antes del diluvio, que dijo: “me arrepiento de haberlos hecho” (Génesis 6:7). Dios decidió limpiar todo y empezar de nuevo. Este fue un nuevo comienzo para la humanidad desde Noé y su familia.

La historia nos ha mostrado que al hombre no le agrada el verdadero Dios ni su ley. Desprecia las oportunidades que el Creador le ha dado.  Hoy, al ver las noticias nos damos cuenta que la oportunidad que Dios dio a la humanidad de existir de nuevo después del diluvio, no ha sido aprovechada por el hombre. Jesucristo lo sabía. En su primera venida Él habló a los hombres de cómo iban a ser los tiempos finales y qué estarían haciendo antes de su segunda venida.

Como vemos, la maldad y la violencia nuevamente son ahora los protagonistas. Leamos atentamente lo que dice Mateo 24:21-22: “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.”

Si, habrá nuevamente tiempos difíciles para la humanidad entera. Lea lo siguiente para que usted mismo sepa cuál fue la lección del Diluvio. Esta lección no se aprendió y como consecuencia Dios tendrá que actuar de nuevo para poner fin a las corrupciones de este mundo, aunque siguiendo un método diferente de corrección. No habrá más diluvio, pero la humanidad será corregida nuevamente, nos guste o no, lo entendamos o no.

En el evangelio de Mateo 24:37-39 Jesucristo mencionó: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”

Lamentablemente el hombre no entendió la lección del Diluvio y de forma muy nítida hoy se está demostrando nuevamente que la humanidad no tiene ningún interés en aprovechar esta nueva oportunidad. Casi todas las personas han vuelto a vivir igual o peor a como nuestros antepasados vivían en los días previos al diluvio. Todos han olvidado y como consecuencia la historia se está repitiendo.

Esta segunda vez, Cristo mismo vendrá para establecer orden sobre esta Tierra. Queramos o no, Dios pondrá orden sobre esta humanidad a través de una Gran Tribulación, para probar a los que moran sobre la Tierra. Afortunadamente en esta ocasión no morirán todos los seres humanos. Muchos quedarán con vida para iniciar un nuevo mundo bajo la dirección de nuestro Señor Jesucristo. En ese nuevo mundo las personas tendrán que cambiar su mente, sus hábitos, sus pensamientos, etcétera, porque se darán cuenta que las costumbres que han manifestado a través de los siglos no los han llevado a ningún resultado positivo.

Jesucristo vendrá nuevamente a la Tierra, pero esta vez no vendrá como un cordero que fue llevado al matadero. Esta vez vendrá como un Rey extremadamente poderoso, con brazo fuerte para hacer justicia, traer paz y gobernar al mundo entero. Entonces este mundo volverá a ser un paraíso, un jardín de Edén.

Hay buenas noticias para usted si decide hoy aprovechar la gran lección que nos dejó el diluvio universal. En ese tiempo… y ahora también, la mayoría de los hombres y mujeres han andado sin dirección moral ni espiritual, cada uno haciendo lo que bien le parece. Pero usted puede cambiar. Usted puede ser como Noé, guardando los mandamientos de Dios para que sea protegido de los eventos terribles que vendrán inmediatamente antes de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo y para que pueda formar parte del nuevo mundo que pronto vendrá. Todavía hay tiempo para cambiar. ¿Lo hará usted?

Aproveche también de leer nuestro artículo “Como en los días de Noé: advertencias para nuestros días” en la sección “Tiempos del fin”.

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A medida que la corrupción, la violencia y la maldad se incrementan, nuestro mundo se aproxima al borde de la autodestrucción. La promesa de Jesucristo de volver otra vez es nuestra única esperanza verdadera.

Acerca del autor

Álvaro Matamala

Alvaro Matamala

Alvaro Matamala es Ingeniero en Administración de Empresas. Casado con Fabiola Jaufrett Silva. Tiene seis hijos, tres hombres y tres mujeres. Algunos de ellos ya están casados y le han dado nietos hermosos.

Llegó a la Iglesia de Dios en el año 1985 e inmediatamente ingresó a los Clubes de Oratoria y Graduados. Es amante de la lectura y el estudio de diferentes temas relacionados con la profecía bíblica. Es lector recurrente de los más destacados portales de noticias. Le interesan especialmente los temas relacionados con Israel actual.

Fue ordenado como ministro en el año 2015 y desde el año 2020 trabaja a tiempo completo para la Iglesia de Dios, una Asociacion Mundial en Chile, atendiendo las congregaciones de Curicó, Talca y San Carlos.

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